Estados Unidos y Ucrania buscan un enfrentamiento con Rusia
Desde la OTAN, varios países europeos y Turquía cierran filas con norteamericanos y ucranianos, mientras Rusia se prepara para defender sus fronteras y apoyar a los pueblos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
CAPAC – por Adrián Lomlomdjian tomado de Nor Sevan
Desde la presidencia rusa denunciaron que no observan intenciones de Kiev por asumir el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la línea de contacto en Donbás. Así lo hizo saber el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, quien señaló que hasta ahora su gobierno no ve «intenciones de la parte ucraniana de calmar de alguna manera la situación» y controlar a sus fuerzas armadas, que «a menudo son la causa de provocaciones» en esa región del Este de Ucrania contra las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
Peskov recordó que el presidente ruso Vladimir Putin, durante su conversación de hace unos días con la canciller federal alemana Angela Merkel y con el presidente francés Emmanuel Macron, detalló las preocupaciones de Moscú en relación con la situación en Ucrania. «Nuestras preocupaciones también fueron comunicadas a otras capitales. La situación realmente deja mucho que desear», subrayó el secretario de prensa de la Presidencia rusa.
Evitando hablar sobre posibles escenarios no deseados, Peskov destacó que Rusia espera que nada provoque el ataque y las hostilidades del gobierno ucraniano contra su propia población, y aclaró que «la seguridad de los ciudadanos rusos de la región, sus vidas son una prioridad incondicional del Estado ruso y del presidente Vladimir Putin».
La situación en Donbás se agravó a partir de finales de febrero. Y la crisis se profundizó desde que hace casi dos semanas, cuando el presidente ucraniano Volodímir Zelenski -aliado de Erdogan-, aprobara una doctrina de seguridad inédita hasta ahora, que contempla la recuperación de Crimea -que se separó de Ucrania y se unió a Rusia en 2014- y el control sobre las Repúblicas Populares del Donbás (Donetsk y Lugansk), que declararon su independencia de Ucrania también en 2014. Además, el mandatario ucraniano pidió adherirse a la OTAN, y tras provocar un aumento de la tensión bélica con Rusia, solicitó a las autoridades otanistas que aceleren la incorporación de su país a la OTAN, una verdadera maquinaria criminal a escala mundial.
Hoy, a través de un llamado telefónico, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, le transmitió al presidente ucraniano el apoyo de la alianza a la soberanía y unidad territorial de Ucrania. «Llamé al presidente Zelenski para expresarle mi seria preocupación por la actividad militar de Rusia en Ucrania y las violaciones al alto el fuego», escribió en su cuenta de Twitter el noruego que encabeza la OTAN.
En una conversación telefónica con Zelenski, mantenida el pasado viernes 2 de abril, Biden «afirmó el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la soberanía e integridad territorial de Ucrania frente a la actual agresión de Rusia en Donbás y Crimea», señaló la Casa Blanca en un comunicado.
Para poner más al descubierto la hipocresía y la falsedad de quienes se creen y actúan como los verdaderos dueños del planeta, el presidente ucraniano ensalzó la alianza «crucial» con Washington y escribió en Twitter: «Estamos hombro a hombro cuando se trata de la preservación de nuestras democracias».
Ahora bien, todo indica que «el inquebrantable apoyo de los Estados Unidos» significaría luz verde al gobierno ucraniano para atacar a las Repúblicas Populares del Donbás. Igual a lo que hizo Azerbaiyán contra el pueblo de Artsaj en septiembre de 2020, cuando para ello contó con la ayuda militar de Turquía, Israel y Ucrania, entre otros, y la complicidad manifiesta de los Estados Unidos y la Unión Europea.
A mediados de la semana pasada, en las redes sociales rusas comenzaron a difundirse videos de grandes desplazamientos de tanques y trenes blindados de Rusia hacia la frontera con Ucrania y también hacia Crimea, región que ya cuenta con equipos militares rusos de última generación. De esta forma, el gobierno ruso se anticipaba a lo que podría suceder a partir de los próximos días.
Analistas rusos señalaron que aviones de carga estadounidenses C-17 comenzaron a volar desde la base alemana de Ramstein a Kiev, aparentemente llevando material para un ejercicio militar con los ucranianos. Lo mismo sucedió antes de la agresión contra el pueblo de Karabaj, cuando Azerbaiyán y Turquía realizaron ejercicios militares conjuntos en sus fronteras con Armenia y Artsaj.
Ayer, lunes, el vicecanciller ruso Serguei Riabkov no negó ni la concentración de tropas en la frontera con Ucrania ni tampoco el envío de casi cinco mil soldados. «Estamos haciendo lo necesario», dijo el funcionario del Kremlin.
Natalia Nikonorova, ministra de Relaciones Exteriores de la República Popular de Donetsk, dijo hace instantes: «Evaluamos la situación operativa como bastante peligrosa, ya que hay hechos confirmados de concentración de equipos en la línea de contacto desde el lado ucraniano».
Sin embargo, puntualizó que «la paz puede mantenerse si se dan las respectivas órdenes y se cumplen las respectivas medidas. Pero Ucrania no está interesada en eso, le conviene la escalada militar. Si se mantiene la paz, se debe avanzar en la solución política, pero la parte ucraniana la bloquea y busca la escalada militar para volver a centrar la atención del Grupo de Contacto (mediadores) en los asuntos de seguridad».
Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero todo indica que el nuevo presidente -Biden- de la principal potencia genocida del planeta -Estados Unidos-, avanza en sus planes de enfrentarse con quien dijo que era su principal enemigo: Rusia.
Quizá la gran mayoría sepamos cómo puede terminar esta historia… Lo importante, es actuar con celeridad, enfrentando al imperialismo y oponiéndonos a sus políticas en los distintos puntos del planeta. Por eso, nuevamente, la lucha por la paz se convirtió en la lucha en defensa de la existencia humana.