Estados Unidos, Cuba y las prioridades
Antes y después de las elecciones de 2016, los candidatos de los elefantes y los burros, cortejaron el llamado exilio duro cubano, para captar el apoyo económico y en las urnas para sus aspiraciones.
CAPAC- Por José Luis Méndez Méndez / Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: AP/ Archivo.
El laqueado Donald J. Trump, demoró hasta un poco después de abril de 2017, para anunciar su política oficial hacia Cuba, mencionaron entonces tener otras prioridades en la agenda de la flamante administración.
El 20 de mayo de ese año se esperaba un anuncio definitivo, que fue aplazado porque la revisión de la estrategia hacia la Isla no había concluido. El díscolo Trump, optó por un “controvertido” y “ridículo” mensaje enviado al pueblo cubano por el 115 aniversario de la llamada instauración de la República de Cuba, cuando en realidad marcó el inicio de una neo colonia.
El cortejo desesperado para consolidar su base de apoyo cubano en el estado de Florida, lo llevó a visitar en octubre de 2016 al reducto de los derrotados mercenarios de la fracasada invasión de la Bahía de Cochinos que, por primera vez en su historia, decidieron anunciar públicamente el apoyo a un candidato a la Casa Blanca. Él desatendió los consejos de sus asesores, que cuestionaban su estrategia de enfocarse en un grupo de votantes envejecido, fracasado y cada vez menos representativo, en la inmigración cubana con derecho al voto.
Uno de los mercenarios, Humberto Díaz, declaró: «Los valores del señor Trump y su agenda política están mucho más alineados con los nuestros que la agenda progresista y socialista de los demócratas». Otro, Jorge García Rubio, mas exaltado con pasión expresó: «Yo no puedo ser demócrata porque fuimos traicionados», se refería a la decisión de John F. Kennedy, de no intervenir en el fiasco, cuando todo había acabado y los mercenarios se habían rendido masivamente.
No fue esta la primera vez que Trump visitaba a los nostálgicos. En 1999, cuando tanteaba presentarse a la presidencia, les ofreció un discurso en el que abogó por políticas duras hacia Cuba y dijo entonces que no haría negocios con la Isla.
En las elecciones de 2020, ambos candidatos hicieron guiños al electorado de origen cubano en Florida, en el próximo mes de abril se festejará el sesenta aniversario de la victoria en Playa Girón, tal vez sea una ocasión para que lo demócratas, ahora, anuncien sus prioridades con relación a Cuba y exhiban su política, en el mismo escenario que antes empleó el derrotado republicano.
Las fracasadas políticas empleadas por Trump a lo largo de su mandato perjudicaron directamente al pueblo cubano, a los emigrados cubanos y a los viajeros y hombres de negocios estadounidenses, como lo evaluó el Centro para la Democracia en las Américas (CDA).
La directora ejecutiva de esa organización con sede en Washington D.C., Emily Mendrala, manifestó en un comunicado que las acciones del mandatario republicano con relación a la mayor de las Antillas no estuvieron en contacto con la realidad de Cuba y lamentó que el gobernante saliente haya desmantelado las políticas iniciadas en la administración de Barack Obama.
En su momento, la directora ejecutiva de la CDA señaló que el anuncio realizado por Trump en Miami el 16 de junio de 2017, cuando dijo que revertiría el acercamiento emprendido por Obama, fue el comienzo de tres años de ataques sistemáticos contra el compromiso entre Estados Unidos y Cuba, aparentemente diseñados para obtener aplausos del sur de la Florida.
La experta Mandrala, ahora nombrada funcionaria de la nueva administración demócrata, puede desde su cargo, recomendar prioridades para recomponer las deterioradas relaciones. La funcionaria tiene bien definidas sus ideas, al criticar los arrebatos trumpianos al aseverar, que supuestamente, las modificaciones de política tenían la intención de privar al gobierno cubano de recursos, pero, en cambio, dejaron una estela de dificultades para el pueblo cubano.
La nombrada Mendrala sostuvo que hoy los cubanos en Estados Unidos no están seguros de sí, mañana, podrán mantener a sus seres queridos -padres, hijos, cónyuges- en la Isla, debido a una nueva medida que podría detener los flujos de remesas en un momento de gran dificultad económica en Cuba y en medio de una pandemia.
Asimismo, señaló que las restricciones que impiden a las aerolíneas norteamericanas viajar a ciudades fuera de La Habana crean dificultades adicionales para el pueblo cubano y dividen aún más a las familias, al limitar la capacidad de los emigrados de visitar a sus seres queridos en la nación vecina.
La declaración agregó que el fin de los viajes educativos pueblo a pueblo y los recorridos de cruceros cortó un canal importante para que los estadounidenses vayan a la Isla, al tiempo que las medidas aún vigentes a dos meses después de la asunción de la nueva administración han alejado a los aliados de Estados Unidos y perjudicado a empresas norteamericanas, al privarlas de negociar con el empresariado cubano.
Por su parte la vicepresidenta Kamala Harris, entrevistada durante su precampaña por el diario Tampa Bay Times, que envió a los candidatos demócratas un cuestionario que contenía una pregunta sobre Cuba, para conocer la postura de la senadora por California sobre el bloqueo estadounidense a la Isla. Uno de sus asesores la respondió por escrito. “La senadora Harris, cree que debemos poner fin al fracasado embargo comercial y adoptar un enfoque más inteligente que empodere a la sociedad civil cubana y a la comunidad cubana para impulsar el progreso y determinar libremente su propio futuro”. De manera, que la vice mandataria, puede influir para diseñar una política, que se aparte de la actual dominada por la obcecación de los intereses de una minoría empeñada en retrotraer la historia.
Ya el liderazgo y el personal con experiencia en política cubana ocupan sus puestos en el Departamento de Estado y en el Departamento de Seguridad Nacional, y el presidente pronunció su primer discurso sobre política exterior declarando que “la diplomacia ha regresado a ocupar un papel central”.
Uno de los funcionarios clave es la mencionada Emily Mendrala, subsecretaria adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental que cubre Cuba y la migración regional. El otro es el eficaz Alejandro Mayorkas, secretario del Departamento de Seguridad Nacional.
Las recientes aseveraciones del portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, referentes a que la actual administración no planea modificar las restricciones heredadas de la pasada, por no ser Cuba una de las prioridades presidenciales, sugiere que aún no está terminado el paquete de cambios, que será anunciado más temprano, que tarde.