Elecciones en Bolivia, la golpista Jeanine Áñez retira su candidatura presidencial
La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, y su compañero de fórmula, Samuel Doria, anunciaron este jueves que se retirarán de la contienda para las elecciones generales del 18 de octubre.
CAPAC – fuente RT
La presidenta de facto y su compañero de fórmula a la Vicepresidencia registraban una importante baja en las preferencias electorales.
Áñez y Doria, candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia por Alianza Juntos, anunciaron la decisión de retirarse de la contienda electoral, en medio de una baja en las preferencias electorales de Bolivia.
En una reciente encuesta de la firma Mercados y Muestras, publicada por Página Siete, Áñez pasó del 12 % al 8 % de la intención de voto en tan solo un mes, mientras que el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, aumentó su preferencia electoral, del 23 % que registraba en agosto, al 25 % en septiembre.
Debajo de Arce se ubicó Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, con 22 % de las preferencias.
En noviembre de 2019, tras el golpe de Estado que forzó a Evo Morales a dimitir, Áñez, quien era la segunda vicepresidenta del Senado, se autoproclamó presidenta interina sin tener el quorum en la cámara alta.
En un principio, la presidenta de facto había anunciado que encabezaría un Gobierno interino. Sin embargo, el pasado 24 de enero, Áñez informó que se presentaría a las elecciones generales de Bolivia aunque «no estaba» en sus planes.
Polémica candidatura
La candidatura de Áñez generó mucha polémica a nivel nacional e internacional. A la presidenta de facto se le señala por hacer campaña con recursos del Estado y por perseguir judicialmente a la oposición, con el mandatario depuesto Evo Morales como principal objetivo.
La organización Human Rights Watch señaló en un reciente informe que el Gobierno de Áñez ha usado a las instituciones de seguridad y justicia para perseguir a personas vinculadas con Morales.
«Ha presionado de forma pública a fiscales y jueces para que actúen de manera favorable a sus objetivos, dando lugar a investigaciones penales contra más de 100 personas vinculadas al gobierno de Morales o simpatizantes por supuestos delitos de sedición o terrorismo», señaló la organización.
En el caso del mandatario depuesto, quien enfrenta cargos por terrorismo, Human Rights Watch alertó que, «a la luz de las pruebas», estas imputaciones «parecen responder a motivaciones políticas».
Morales fue inhabilitado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para competir por el Senado por Cochabamba, con el argumento de que no cumplía con el requisito de residencia permanente. El mandatario depuesto se encuentra asilado en Argentina porque su vida corría peligro tras el golpe de Estado en su contra.
El fallo del TSE fue validado por la Sala Constitucional. Morales tildó el pronunciamiento como una «decisión política ilegal e inconstitucional».