El partido de ultraderecha Vox, Eliécer Ávila y la “disidencia moderada” cubana
Somos + es una organización del “anticastrismo”, liderada por Eliécer Ávila, quien es presentado, en algunos medios, como una voz “moderada”. ¿Moderada? Veamos.
CAPAC– Tomado de Cubainformación/ Foto: The New Herald/ Archivo.
Eliécer Ávila se reunía, hace un año, con Rocío Monasterio, presidenta en Madrid de Vox, partido de ultraderecha abiertamente xenófobo y que agrupa a miles de nostálgicos del franquismo. Monasterio –decía Ávila entonces- es «la esperanza de los que queremos vivir (en Cuba) en la verdad y la libertad». Rocío Monasterio, recordemos, es hija de un rico latifundista cubano que, afectado por la reforma agraria revolucionaria, se exilió en la España de Franco.
El Secretario de Comunicación y coordinador en España de Somos + se llama Lázaro Mireles. Y es también militante -¿lo adivinan, verdad?- de Vox. Lo veíamos, hace unos días, en la campaña electoral catalana.
Su caso es particularmente curioso. Porque Mireles es gay y lleva años denunciando la homofobia existente en Cuba. Ahora milita en un partido abiertamente homófobo, contrario al llamado “matrimonio igualitario” y que propone, incluso, legalizar las llamadas «terapias de conversión» de homosexuales.
Lázaro Mireles es uno de los organizadores de las concentraciones de la contrarrevolución cubana en territorio español, y protagonista de numerosas provocaciones en la Embajada de Cuba en Madrid.
No es el único caso de cubanos que han integrado este partido. Vox ya tuvo, entre sus militantes destacados, hasta su expulsión, al músico Sayde Chaling-Chong.
Por su lado, Eliécer Ávila, que vive en EEUU desde hace dos años, atacaba, meses atrás, las manifestaciones del Black Lives Matter, y decía que el alto desempleo entre la población negra, en aquel país, se debe a su falta de “voluntad de trabajo”.
Hace unos días, tanto Eliécer Ávila como Lázaro Mireles, ambos, firmaban una carta, dirigida al Presidente Joe Biden, exigiendo no levantar el bloqueo ni las sanciones económicas a su país.
Racismo, homofobia, imperialismo. Son los valores de la “disidencia cubana moderada” del siglo XXI.