El Comando Sur invade de nuevo
El jefe del Comando Sur de EEUU, Craig Faller, visitó el país y promocionó «la hipótesis de conflicto» con China por la pesca ilegal. La hegemonía estadounidense no soporta –ni está dispuesta a hacerlo-, “la competencia” de China en el Hemisferio Occidental.
CAPAC – Por Juan Alonso
El jefe del Comando Sur de EEUU, Craig Faller, visitó el país y promocionó «la hipótesis de conflicto» con China por la pesca ilegal. Es un duro del Pentágono que llegó con 3,5 millones de dólares en “donaciones” para combatir el COVID y ablandar su imagen. Preparó el terreno para la visita de Sebastián González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad de EEUU y asistente especial Joe Biden. La queja argentina por el bloqueo británico a la compra de armas y los intentos de hacer base en Tierra del Fuego.
La normalidad se ha convertido en un cuento de ciencia ficción donde seres mutantes niegan la existencia de un virus letal en el marco de una vida basada en la incertidumbre. Abundan las aves rapaces como actores protagónicos, en trajes y máscaras de cuervos en el infierno tan temido.
Se acaban las camas en el sector de la medicina privada de la ciudad más rica de la Argentina. Al cierre de esta edición, el sistema de las prepagas y obras sociales de CABA tenía un nivel de saturación por encima del 92% y en los hospitales públicos la situación no era mejor. Médicos estresados y menos personal en las guardias, que se llenan con casos febriles de presunto Covid.
Los contagios de padres, docentes, y jóvenes crecen en el AMBA, y los bares siguen abiertos para los consumidores consumidos. El hámster tiene que seguir andando en la rueda de la imbecilidad, mientras el mundo padece la escasez de las vacunas, el desempleo, la pobreza, el cambio climático y el derrumbe del paradigma de acumulación capitalista.
Estados Unidos es la mayor potencia militar del planeta y al mismo tiempo encabeza la lista de muertes por Covid 19, seguido de cerca por Brasil e India.
El mundo está en vilo con la Guerra Fría entre EE.UU., China y Rusia. El punto de ebullición tiene su apéndice en la creación y venta global de vacunas para luchar contra la pandemia, pero el núcleo real está en el Ártico, Europa, Brasil, el Caribe y el Atlántico Sur.
La hegemonía estadounidense no soporta –ni está dispuesta a hacerlo-, “la competencia” de China en el Hemisferio Occidental.
Por eso visitó el país el jefe del Comando Sur, Craig Faller –un duro del Pentágono-, con 3,5 millones de dólares de “donaciones” de EE.UU. en equipos sanitarios de protección médica, hospitales de campaña, y un aceitado sistema de cooptación de los oficiales de las Fuerzas Armadas de la Argentina y de toda la región, para que estudien y realicen cursos de capacitación en Academias Militares que dependen del comandante Faller, quien supo usar el lenguaje cuasi diplomático, a pesar de los fuegos que amenazan la paz en la Tierra.
Llegó el miércoles pasado y estuvo con el funcionario del Ministerio de Defensa, Sergio Rossi –primo hermano de Agustín Rossi, ministro del área-, que al día siguiente conversó con Faller de varios asuntos delicados. A saber:
- La constante intervención amenazante del Reino Unido para evitar que las Fuerzas Armadas de la Argentina puedan reequiparse.
2. Y el lobby inglés ante la empresa estatal Korea Aerospace Industries (KAI), que produce equipos militares para naves aéreas que necesita la Argentina e Inglaterra intenta impedir su compra.
3. Faller tomó notas sobre el reclamo de Agustín Rossi y no musitó una palabra sobre el asunto. El fantasma muy realista de los ejercicios militares por parte de Reino Unido en la zona de Malvinas estuvo omnipresente en la entrevista pero el silencio congelado y la diplomacia (el arte de la simulación consentida) dejó curso el malestar y dio paso a la conversación sobre los cambios en la vida cotidiana por la pandemia.
Sin embargo, hace tres días, el gobernador de Tierra del Fuego, Santiago Melella (con vocación catalana) detonó una furibunda declaración sobre la llegada de Faller al país.
“El mismo día que los británicos vuelven a amenazar a la seguridad de todos los fueguinos, argentinos y de todo el continente mediante el anuncio de renovados ejercicios militares, visitó nuestra ciudad capitalina una de las autoridades del Comando de Combate Unificado, perteneciente al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. El Comando del Sur a cargo del Almirante Faller, es el responsable de la presencia reciente de un submarino nuclear en el Atlántico Sur que realizó ejercicios conjuntos con aviones del Reino Unido con asiento en nuestras usurpadas Islas del Atlántico Sur. Por este motivo quiero llevar tranquilidad a toda nuestra Provincia, y a nuestra Nación, que nuestro Gobierno no está de acuerdo ni permitirá bajo ningún motivo la instalación de una base militar extranjera en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Conocemos exhaustivamente el valor estratégico de nuestro territorio Provincial, y sobre todo como el mundo despliega sus intereses sobre él. Es por ello que estamos dispuestos a avanzar de manera multilateral, pero con la condición de hacerlo con aquellos países que apoyen nuestros legítimos derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y sus espacios marítimos e insulares correspondientes y no con aquellos que sean funcionales a las políticas colonialistas”, escribió desde su cuenta en la red social Twitter.
Lo que no cuenta el gobernador es un dato nada menor. La Argentina planifica la instalación de una base militar moderna en Ushuaia que estará conectada con 13 bases permanentes en la Antártida. La inversión sería de unos 500 millones de dólares. Además, el canciller Felipe Solá promueve la cooperación científica con Brasil y Chile y el trabajo tripartito en la Antártida.
La llegada de Faller a Tierra del Fuego se dio tiempo después de que Melella mantuviera una cordial entrevista por Zoom con el embajador de China en la Argentina.
Estados Unidos ya tiene una base en el Norte de Brasil con capacidad para disparar cohetes de gran distancia. Fue una negociación entre Donald Trump y Jair Bolsonaro que contó con la acuerdo de Faller, quien recibió a Bolsonaro, “con honores militares”, mientras Lula aún estaba preso.
¿Qué obtuvo a cambio Brasil? Equipos militares y el ingreso como país “amigo” de EE.UU. a la OTAN.
La expansión norteamericana también llega hasta Uruguay, donde el Comando Sur busca ayudar para la creación de una base militar uruguaya en Fray Bentos para “proteger Botnia” con tres embarcaciones de 15 años de antigüedad.
El acto está ligado a la Hidrovía y a los intereses argentinos en la salida al Atlántico Sur y la soberanía de nuestros ríos profundos navegables por donde sale la exportación de soja, maíz, trigo, y carne. Algo que inquieta a EE UU porque China no sólo es el principal impulsor de la modernización de los puertos orientales, sino que en Argentina encabeza con la compañía Hualong la fabricación de un reactor de 1200 MW que permitiría sostener la capacidad instalada de origen nuclear en la matriz energética de Atucha.
Pésame
Fue un 9 de abril antológico para la diplomacia argentina. Al mismo tiempo que la Cancillería emitió un mensaje de pésame para la Reina Isabel por la muerte del Príncipe Felipe de Edimburgo a los 99 años, la embajada argentina en Chile publicó un comunicado durísimo de la misma Cancillería que condenó la amenaza británica en el Atlántico Sur, que rompe con los pactos internaciones al ser una zona marítima y territorial en disputa por soberanía.
“La República Argentina rechaza en los términos más contundentes la realización de maniobras militares y el lanzamiento de misiles en particular, en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, los que constituyen una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas. El Ministerio de Relaciones Exteriores británico informó a nuestra Embajada en Reino Unido la realización por parte del Gobierno británico de ilegítimos ejercicios militares en el área de las Islas Malvinas, en los próximos días, los que incluirán el lanzamiento de misiles Rapier. Inmediatamente después de la recepción de la comunicación, el Gobierno argentino remitió al Gobierno británico una contundente nota de protesta”, dijo el parte de prensa N°: 112/21.
Un día antes, el 8 de abril a las 12:27 AM, el embajador inglés, Mark Kent escribió en Twitter, su idea de “cooperación” y “amistad” junto a “los intereses en común” con Argentina. Raro. ¿Se refería a los 24,5 millones de dosis de AstraZeneca Oxford que aún no llegaron de México por la intervención de Estados Unidos en Nuevo México?
No. Kent es un gran embajador publicista. Como todo experto británico que lo es (y aquí han pasado muchos desde la colonia española hasta nuestros días, depredando las riquezas en nombre de la Corona) culminó su mensaje así: “Hay que tener un esfuerzo en común!”. El signo de admiración es suyo.
La saga se completó con una entrevista exclusiva del portal predilecto de la embajada de Estados Unidos al comandante Faller. “China posee una flota pesquera patrocinada por el Estado e involucrada en actividades ilegales”, tituló Infobae en letras catástrofe.
En el texto, Faller se ocupó de China pero dejó abierta la puerta de la negociación entre ambas potencias. Calificó el conflicto con China como una “competencia” y dijo: “Nuestro objetivo es convertir esa competencia en cooperación”.
¿Cómo lo harán? Es un misterio. Al remarcar la ayuda estadounidense en el Cono Sur, Faller aclaró: “Estados Unidos ha trabajado de cerca con Argentina para combatir el Covid 19 y continuará haciéndolo hasta que la pandemia termine”.
En Washington aseguran que Faller está al borde del retiro y que sería reemplazado por una mujer de confianza del Presidente Joe Biden.
El 14 de abril llega a la Argentina otro funcionario de la gestión Biden. Se trata de Juan Sebastián González que reemplaza a Mauricio Claver (ahora en el BID). En síntesis: González viene a renegociar los desastres que hicieron Trump y Claver con la deuda de 47 mil millones de dólares que la gestión macrista evaporó con el fin de su reelección frustrada.
Un punto incómodo para Macri. Esta semana el Gobierno abrió una querella criminal por esa deuda ilegal que condiciona a la Argentina en pandemia. Se suma a la pésima noticia de que el Estado y los principales acreedores del Correo no aceptaron la propuesta del clan Macri que ofreció pagar mil millones de pesos por la deuda del Correo, cuando debe 5 mil millones y encima buscaba continuar con los juicios millonarios contra el país.
A los números en rojo de Macri se le suma una deuda de 11 millones de dólares con el Banco Nación (Vicentin II), 9 millones de pesos de deuda con la AFIP, más el interés del 427% estimado por un evaluador judicial, y 52 millones de pesos por causas contingentes a la demanda de dos décadas por el desguace del Correo.
Epílogo
EE.UU. con el Comando Sur controla bases en Guantánamo, Honduras, Perú, El Salvador, Colombia y el Caribe. Son 1200 efectivos con fuerzas de tareas especiales que dependen del Pentágono. EE UU quiso enviarle un mensaje a China por la milla 201 y su flota pesquera. Y lo hizo. También atizó el discurso clásico “contra el crimen organizado” y las libertades con el criterio de “nuestros mismos valores”. Claro que nadie explicó por qué mantiene un centro de torturas y torturados en Guantánamo y actúa como patrullero del mundo con total impunidad.
A fines de febrero, China donó un centro de salud un móvil de alta complejidad. https://www.argentina.gob.ar/noticias/cafiero-rossi-y-vizzotti-presentaron-el-hospital-movil-donado-por-la-republica-popular
Ese acto puso en furia a Faller. Pero hay un país y un líder que lo irrita más y se llama Vladimir Putin. “El caso de Rusia es distinto a China”, remarcó con Infobae. ¿Por qué tanto resentimiento?
Putin y Ángela Merkel han concretado el progreso de una obra extraordinaria que enlaza el gas de Moscú con Alemania y el resto de Europa a través de conexiones submarinas. Tan solo faltan 120 kilómetros del tramo para que Alemania deje de comprar gas a EE UU y se convierta en socia de Rusia. Algo que enloqueció al Departamento de Estado y al Pentágono que envió buques y aviones a la zona con el aval de Ucrania que pide cobrar canon. Putin no se inmutó y hace días ofreció ayuda al Presidente Alberto Fernández y también al neonazi de Bolsonaro, que pidió desesperado la llegada de una fábrica para hacer la vacuna Sputnik V con el Fondo Ruso de Inversión Directa y el Instituto Gamaleya. Putin lo escuchó al tiempo que Lula calificó a Bolsonaro de “genocida”.
Brasil superó las 351 mil muertes por Covid y tiene 13.400.000 personas infectadas por el virus. Sólo en San Pablo la cifra es escalofriante: 82.407 personas han fallecido: 24.400 muertos más que toda la Argentina en lo que va de la pandemia.
El Apocalipsis de San Juan, por lo visto, dejó de ser un libro meramente profético. Y Netflix lo está materializando en series que influyen al pánico colectivo y al salvase quien pueda. Disney hace lo propio con la plusvalía de los goles y nos enreda en la dialéctica de la nada.
No hay fin de la historia. Es la pandemia, estúpido.