La XX Cumbre del ALBA-TCP concluyó hoy aquí con la adopción de acuerdos de concertación política y un plan de acción que refrenda su rumbo independiente, por la integración y contra la injerencia de Estados Unidos.

CAPAC – por Orlando Oramas Leon en Prensa Latina

Fue el consenso alcanzado en esta capital por los mandatarios y representantes de las 10 naciones que le dan vida a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado Comercial de los Pueblos (ALBA-TCP).

El ALBA-TCP es la alternativa contra el nuevo colonialismo económico, señala la declaración final sintetizada por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

El pronunciamiento rechazó lo que calificó de «intentos del imperialismo de confundir a nuestros pueblos» y condenarlos con medidas coercitivas unilaterales, subrayó el gobernante.

La Declaración de La Habana agradeció el aporte de Cuba a otros pueblos y rechazó el bloqueo de Washington contra la mayor de las Antillas y su inclusión en una lista unilateral estadounidense bajo cargos de terrorismo.

Denunciamos las mentiras del imperialismo

Denunciamos las mentiras del imperialismo que predica la paz y práctica la guerra, enfatiza el texto, que se solidariza también con Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

El cambio climático, la emigración, la estrategia postCovid-19, el proteccionismo selectivo están entre los temas sobre los cuales el mecanismo se propone avanzar.

También expresa el reiterado compromiso de Cuba por colaborar con los países miembros del bloque, en particular en la vacunación contra el coronavirus.

ALBA-TCP está conformada por 10 países de América Latina y el Caribe: Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y Granada.

Los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Luis Arce, respectivamente, participaron en el cónclave. También los primeros ministro de Granada, Keith Mitchell y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.

Naciones caribeñas agradecen apoyo de ALBA-TCP

Las naciones caribeñas agradecieron hoy aquí a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) su apoyo ante los retos impuestos por la Covid-19.

El representante de Dominica agradeció especialmente a la brigada médica cubana Henry Reeve por su ayuda en lucha contra la Covid-19 sin la cual, dijo, no hubieran podido frenar la pandemia.

También agradeció el respaldo brindado a Dominica ante desastres naturales y el programa de becas universitarias impulsado por Cuba con el cual se han beneficiado jóvenes connacionales que ahora cooperan en el bienestar de la población.

Por su parte el representante de Antigua y Barbuda recordó que el daño de la Covid-19 generó incertidumbre y shock para los vulnerables estados insulares, pero en momentos tan difíciles agradecen a este mecanismo de desarrollo su apoyo para generar respuestas positivas.

También elogió el apoyo de la brigada médica Henry Reeve y agradeció a Venezuela su respaldo ante el azote del más reciente huracán que causó daños en su nación y ratificó que la ALBA-TCP puede contar con la participación de Antigua y Barbuda en todas las acciones para la supervivencia y avance regional.

Asimismo condenó las acciones coercitivas de Estados Unidos contra Venezuela y Nicaragua y rechazó que Cuba sea acusada de tráfico y trata de personas cuando sin la ayuda de esta nación muchos países no habría podido superar la pandemia de Covid-19.

Antigua y Barbuda manifestó su respaldo a Bolivia y rechazó toda injerencia externa en los asuntos de los estados.

Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves también saludaron el soporte de la ALBA-TCP y la reactivación de programas que continuarán beneficiando a la región.

El representante de Santa Lucía lamentó la “pérdida irrecuperable” de cinco años, por cuestiones de Gobierno, en los cuales se interrumpió su membresía en el mecanismo, pero dijo que ahora “hemos regresado a casa” con lo cual es adecuado que celebre los 17 años del ALBA.

Las naciones caribeñas coincidieron en que los miembros de ALBA-TCP tienen el deber sagrado de defender a la región como una zona de paz para que los pueblos disfruten de su libertad, principios y derechos humanos.