Contínuas violaciones sionistas del alto el fuego en el Líbano

El alto el fuego entre Hezbolá y la entidad sionista está siendo violado de manera sistemática por esta última, que pretende aprovecharlo para ocupar terreno que no pudo durante los enfrentamientos francos con los combatientes de la resistenca islámica.

CAPAC – tomado de Al Manar en castellano

El enemigo está ejerciendo su arrogancia mediática a través de sus conocidos portavoces, publicando mapas y colores e identificando ciudades en las que no pudo entrar o controlar gracias a los misiles y hombres de la resistencia, y está tratando de quitarle importancia a lo que no pudo hacer en la guerra a través de los medios de comunicación y los ataques durante el alto el fuego. El gobierno libanés que firmó el acuerdo está obligado hoy a poner fin a este asunto porque es puramente soberano y afecta a todos los ciudadanos antes de que el enemigo vaya demasiado lejos.

Las fuerzas de ocupación israelíes siguen violando el acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor hace tres días en virtud de la Resolución 1701. Los pueblos de los distritos de Tiro y Bint Jbeil viven en un estado de cautela y alerta como resultado de las continuas violaciones israelíes, que incluyen impedir a los residentes entrar en los pueblos fronterizos adyacentes a la Palestina ocupada, que suman unas veinte aldeas, además de la ciudad de Bint Jbeil.

Las prácticas del enemigo israelí no se limitaron a las amenazas, sino que también incluyeron disparos y bombardeos contra ciudadanos utilizando drones y artillería, lo que provocó una nueva ola de desplazamientos. Estas violaciones fueron monitoreadas en varias zonas del sur. La ciudad de Al-Jiam fue testigo de bombardeos de artillería y un asalto directo a los ciudadanos durante el funeral de uno de sus residentes en el barrio de Al-Midan, a pesar de la coordinación y aprobación del ejército libanés y la FPNUL. Algunos automóviles también fueron embestidos por tanques, además de la penetración de cuatro tanques en el barrio occidental de la ciudad, en medio de intentos de imponer el control mediante fuego en otros barrios.

Se ha producido una nueva expansión de la ocupación con tanques y excavadoras enemigas hacia el cementerio de la ciudad de Jiam y uno de los barrios occidentales, realizando operaciones de demolición y arrasamiento en áreas a las que el ejército enemigo no pudo ingresar durante los enfrentamientos. El enemigo aprovecha ahora el alto el fuego para lograrlo en violación del mismo. También se vieron bulldozers israelíes arrasando y arrancando olivos cerca de la zona de Al-Abarah en la ciudad de Kfar Kila, mientras que en la ciudad de Markaba se produjeron arrasamientos y cierres de carreteras con el pretexto del alto el fuego.

Estas acciones forman parte de una serie de intentos de la ocupación de explotar el alto el fuego para apoderarse de algunas zonas, pese a que el acuerdo le impone abandonar las zonas donde ha penetrado en el sur del Líbano en un plazo de 60 días.

También se informó de que “un tanque Merkava enemigo está bombardeando una casa en las afueras de Burj al-Muluk, en el barrio de Tal Nahas”, y el enemigo abrió fuego en la ciudad de Saf al-Hawa, lo que provocó dos heridos civiles.

La Agencia Nacional de Noticias en Maryayun informó que las ciudades de Markaba y Talusa fueron objeto de bombardeos de artillería, además de operaciones de peinado con ametralladoras en varias zonas del sur. También se documentaron los intentos del enemigo de penetrar líneas de defensa al amparo del alto el fuego.

El portavoz del ejército de ocupación, Avichai Adrai, advirtió a los residentes de varias ciudades del sur, incluidas Shebaa, Hebarieh y Maryayun, que no regresaran a sus pueblos adyacentes a la frontera con Palestina ocupada. Incluyó una larga lista de pueblos a cuyos residentes se les prohíbe la entrada, lo que refleja las intenciones de la ocupación de imponer una nueva realidad sobre el terreno.

Graves daños en las aldeas del sur

Las aldeas del sur se enfrentan a grandes desafíos debido a la extensa destrucción de viviendas e infraestructuras, especialmente en las ciudades de Tiro y Bint Jbeil, donde barrios enteros fueron destruidos. Estas áreas requieren esfuerzos urgentes para rehabilitar las casas y la infraestructura de agua y electricidad, mientras que los equipos de defensa civil están asegurando el suministro de agua para los residentes en vista de la interrupción de los proyectos de energía alternativa.

Los equipos de defensa civil, ambulancias y del ejército libanés también están trabajando para educar a los ciudadanos sobre los peligros de las bombas de racimo y los misiles sin explotar, mientras que la Asociación de Scouts del Mensaje Islámico ha advertido contra la entrada en edificios dañados por temor a que se derrumben. Continúan los esfuerzos para recuperar los cuerpos de los mártires de debajo de los escombros en las áreas de la línea del frente.

Por su parte, el Municipio de Mays al-Yabal emitió un comunicado en el que instaba a los residentes a posponer su regreso a la ciudad por el momento debido a la peligrosa situación sobre el terreno, señalando los continuos ataques israelíes y la presencia de minas y municiones sin explotar además de los escombros que impiden el movimiento. El municipio confirmó su seguimiento con las autoridades pertinentes para asegurar un retorno seguro y honorable, agradeciendo la firmeza y los sacrificios de los residentes y afirmando su determinación de reconstruir la ciudad y devolverle la vida gracias al esfuerzo de todos.

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