Con la Patagonia y el litio bajo la mira, la generala Richardson cerró su visita al Cono Sur
La jefa del Comando Sur de EEUU se reunió con altos mandos de Argentina y Chile. Participó de ejercicios militares en Punta Arenas, enfrentada al Polo Logístico Antártico en Ushuaia cuyo financiamiento preocupa a Washington.
CAPAC.- tomado de Perfil
La titular del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, pasó por el Cono Sur para apuntalar la injerencia estadounidense en la zona más austral del continente en el marco de la competencia con China. Bajo la premisa de reforzar la “cooperación en seguridad”, la generala se encontró con funcionarios de Argentina y Chile, participó de actividades militares en la Patagonia chilena y envió un mensaje respecto a la importancia estratégica de la región y sus recursos para la seguridad norteamericana.
Richardson mantuvo una protocolaria visita marcada por un fuerte hermetismo, algo que se vio especialmente en el caso argentino. La jefa de la poderosa unidad militar que vela por los intereses de Estados Unidos en Sudamérica se reunió con altos mandos en Buenos Aires y luego se dirigió a Chile, donde se mostró con los militares que operan la zona austral de Punta Arenas y recorrió el Estrecho de Magallanes.
De cara a la Antártida, se trata de un enclave estratégico en el Atlántico Sur considerando la preocupación de Washington en torno al Polo Logístico Antártico impulsado por el gobierno argentino en Ushuaia, en Tierra del Fuego, por la posibilidad de que participen capitales chinos y rusos. Otro de los temas en agenda fue el litio, uno de los recursos que forman parte de la «estrategia de seguridad» estadounidense en la región.
La agenda de Richardson Argentina
Laura Richardson estuvo en Buenos Aires el pasado 17 de abril. Fue la tercera funcionaria en visitar el país luego del encuentro entre Biden y Fernández el 29 de marzo en Washington. La precedieron los otros enviados del presidente estadounidense: Christopher Hanson, titular de la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU., y Wendy Sherman, la número dos del Departamento de Estado. Los funcionarios desfilaron por la capital y otros puntos del país en un mes marcado por los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (con un desembolso de 2.600 millones de dólares), un momento bisagra dada la necesidad argentina de contar con el apoyo estadounidense en el board del organismo de crédito.
Richardson fue recibida por el embajador Marc Stanley y encaró su ajustada agenda que incluyó una reunión con el ministro de Defensa Jorge Taiana y con el Jefe de Estado Mayor del Conjunto de las Fuerzas Armadas, Juan Martín Paleo. Poco se conoce sobre el intercambio entre los funcionarios. Según supo PERFIL, no hubo avances en concreto sobre temas que conciernen a Argentina en su relación con EE.UU en esa materia, entre ellos el pedido de asistencia diplomática con el Reino Unido para destrabar la compra de los aviones F-18 Hornet y F-16 para reemplazar a los Mirage, un asunto pendiente desde la guerra de Malvinas.
“En Argentina, la comandante del Comando Sur, generala Laura Richardson y el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas, general Juan Martín Paleo, se reunieron para discutir la cooperación en seguridad. Argentina es un contribuyente clave para la seguridad regional y el mantenimiento de la paz mundial”, indicó el parte oficial luego de la reunión entre Richardson y Paleo, ascendido por Alberto Fernández a fines de 2021.
En línea con el hermetismo denotado desde que la generala arribó a Buenos Aires, ante la consulta de este medio el jefe de las Fuerzas Armadas fue categórico: “No hay nada más que agregar”. Desde Cancillería, por su lado, ratificaron que el encuentro fue con fines de cooperación militar y que fue organizado entre la Embajada de Estados Unidos en Argentina junto al Ministerio de Defensa, sin dar más detalle. Taiana, por su parte, se limitó a tuitear que las conversaciones giraron en torno a las «operaciones internacionales de mantenimiento de paz y asistencia en casos de desastres».
Richardson en la Patagonia austral chilena
En el caso chileno, Richardson estuvo tres días y se reunió con Maya Fernández, la ministra de Defensa de Chile, poco antes de que el presidente Gabriel Boric anunciara la nacionalización del litio. Realizó distintas actividades militares y se encontró con el jefe del Ejército chileno Javier Iturriaga.
Luego viajó a Punta Arenas y recorrió el Estrecho de Magallanes, que divide a Chile de la Isla de Tierra del Fuego, donde destacó el valor de la Antártida. «La Antártida sigue siendo vital para la investigación y el desarrollo científicos internacionales», indicaron desde las redes del Comando Sur, en donde se afirmó «el apoyo continuo a los esfuerzos de investigación y discutir la importancia estratégica de la región».
El calibre de los funcionarios que desfilaron en abril dieron cuenta del accionar de Estados Unidos para apuntalar su presencia en la región. En el caso argentino, ocurrió en el mismo mes en que una delegación de la industria militar de China se reuniera a principios de mes con el ministro de Defensa argentino para “fortalecer la cooperación en materia de industria para la defensa y en los distintos sistemas de armas”. A esto sumó la posibilidad de que Argentina compre los aviones caza JF-17 Thunder, fabricados por China y Pakistán en conjunto, para evadir el veto impuesto por Reino Unido que impide la venta de aviones que contengan repuestos británicos a Argentina en el marco del conflicto por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
La injerencia china y el «triángulo del litio»
Como motivo subyacente estuvo poner paños fríos a los avances de la cooperación sino-argentina en material nuclear y militar, y apuntar los cañones al litio argentino que, junto con el chileno y el boliviano, constituyen el «60 por ciento de las reservas en el mundo» y son un insumo clave para la industria de las telecomunicaciones y el 5G (por su uso en baterías), una de las áreas de mayor competencia sino-estadounidense. En el caso chileno, tiene las mayores reservas en el Salar de Atacama, donde los contratos están compuestos por capitales nacionales y chinos.
«China ha ampliado su capacidad para extraer recursos, establecer puertos, manipular a los gobiernos a través de prácticas de inversión depredadoras», comentó también la generala Richardson ante el Congreso estadounidense a principios de marzo de este año.
Previo a su desembarco en la parte más austral del continente, Richardson había dejado claro su postura en un video grabado en enero para un evento del Atlantic Council, un think tank vinculado a la OTAN. «¿Por qué es importante América Latina?», se preguntó y destacó, en primer lugar, «el triángulo del litio», una zona estratégica que comparten Argentina, Bolivia y Chile donde se produce la mayor parte del litio del mundo, «necesario hoy en día para la tecnología».
Con respecto a la región otro de los aspectos que la castrense resaltó en esa oportunidad fue la concentración de «las reservas de petróleo mas grandes», «los pulmones del mundo» en referencia al Amazonas, el cobre y oro de Venezuela, entre otros. «¿Por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras poco comunes (…) Tenemos 31% del agua dulce del mundo. Con ese inventario, a Estados Unidos le queda mucho por hacer, esta región importa ya que tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego», cerró.