Chile: Piñera aplica los métodos represivos de Pinochet.

Primero fueron las redes sociales que lo alertaron y mostraron, luego la justificación oficial de la reaparición de un “recurso” conocido en la historia de Chile. Agentes del Estado, disfrazados de civil, hacen detenciones en la calle de jóvenes militantes, fundamentalmente.

CAPAC – Información de OPAL Prensa Chile

Sin mostrar credenciales, sin identificarse, entre aspaventosos movimientos de recursos y personal, personajes de civil agreden y suben a vehículos no identificados a sus víctimas, jóvenes que en su mayoría participan de manifestaciones y protestas, jóvenes que están presente en marchas y calles.

Conocemos estas prácticas de los órganos de represión del estado, la historia nos dice que las mismas tienen dos objetivos fundamentales: 1.- Capturar y desarticular líderes de movimientos populares, políticos o sociales. El resultado es el montaje, acusaciones falsas y prisión; en otros la desaparición y la muerte.      2.- El otro es el amedrentamiento, miedo y el terror, el secuestro a la luz del día, en la calle y con público, amedrenta directamente no solo al “secuestrado”, sino de aquellos que son “testigos visuales” de la forma y el acto. 

El mensaje dice que cualquiera puede ser víctima de esta acción de los Agentes del Estado.

Si hablamos de “Secuestro” es porque el “modus opernadi”, la forma en que operan, grupos operativos, organizados, comunicados, de civil, con vehículos a su disposición, sin identificación; todos ellos se caracterizan con este método.

Hoy día, a propósito de los recursos tecnológicos, nos hemos convertido en “Testigos Visuales” de estas acciones, hemos visto vídeos, hemos visto fotografías o leído relatos de los protagonistas que nos hablan directamente.

El ser “testigos visuales” y no hacer nada, permitir que se reproduzca sistemáticamente estas acciones, de una u otra manera nos convierte en cómplices del secuestro.

El Estado explica estas acciones y usan conceptos técnicos legales como “flagrancia”, “carabineros de civil como testigos”, “grabaciones de hechos” y otros (declaraciones de Enrique Bassaletti, Jefe RM Carabineros.). Serían Agentes del Departamento de OS-9 de Carabineros, “Departamento de Investigación de Organizaciones Criminales”, quienes desarrollan estas acciones.

En el contexto actual, donde la Institución de Carabineros de Chile está absoluta y totalmente cuestionada y desligitimada, donde su accionar ha sido rechazado por Organizaciones de DD.HH. nacionales e internacionales, por colegios profesionales, por organizaciones sociales y por el pueblo en la calle que los desprecia.     Y ahora, organizan e implementan acciones de Secuestro de civiles, en connivencia con Tribunales de Justicia.    En el Caso de Nicolás Ríos, secuestrado en el Cerro Huelén (ex Santa Lucía), que fue conocido por un vídeo en redes sociales, fue encontrado en la 33 comisaría de Ñuñoa, sin posibilidad de hablar con su familia, la Jueza Karen Atala, se negó a ver los vídeos y dictó detención preventiva, con solo la declaración de los Agentes del Estado.   Son los secuestradores son los hechores y testigos, las víctimas doblemente secuestradas, en el acto propio del secuestro y secuestrado de sus garantías y derechos.

Pero no son los únicos secuestradores, hay otros, secuestradores del discurso, secuestradores del protagonismo, secuestradores de la participación, secuestradores de la Soberanía.

La Derecha ha salido con fuerza con su campaña del terror, más allá de Plebiscito y “Acuerdos sin acuerdos”, ha salido a secuestrar el miedo, ha salido secuestrar la representación, ha salido a secuestrar el imperativo popular de la necesidad de una Nueva Constitución.   No es el “Apruebo” o el “Rechazo” pues son caminos a un mismo lugar, lo secuestrado es el LUGAR. La Soberanía Popular.

Los partidos, siguen el trazado camino, no piensan y quieren arriesgar sus espacios y míseras cuotas de Poder.    “Que todo cambie para no cambie nada”.

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