Argentina y Reino Unido acuerdan sobre Malvinas
El gobierno anunció un acuerdo con el Reino Unido por Malvinas y hay polémicas tras «negociaciones secretas» y «reunión de cancilleres no anunciada» en New York en el marco de la visita presidencial a EE.UU., retomando a una fase nefasta de entrega absoluta de la soberanía.
CAPAC – fuente Pagina12
La cancillería argentina selló un acuerdo con el Reino Unido por Malvinas. Ocurrió ayer en Nueva York y rápidamente recibió un rosario de críticas por regresivo, por haberse celebrado en una negociación “secreta” y sobre todo porque vuelve a poner en crisis el reclamo soberano del país sobre el territorio estratégico del Atlántico sur. En este caso, el acuerdo tuvo como protagonista a la canciller Diana Mondino y a su par del Reino Unido, David Lammy y fue una declaración firmada por ambos que establece medidas humanitarias vinculadas a los reclamos de las familias de las víctimas de la guerra de 1982 y una serie de prerrogativas para el Reino Unido como «conservación de pesquerías» y la «reanudación del vuelo semanal de San Pablo a las Islas, que realizaba una escala mensual en Córdoba».
“Reincidir en el esquema de vuelos y el ‘desarrollo económico’ es darle la espalda a nuestro reclamo”, publicó el excanciller Santiago Cafiero en X y señaló que en el contexto de “negociaciones secretas y una reunión de cancilleres no anunciada, el gobierno de Milei se bajó de los principios no negociables por la cuestión Malvinas”.
Desde Tierra del Fuego, la publicación Agenda Malvinas lanzó una crítica advirtiendo que el acuerdo lisa y llanamente resucita el Pacto Foradori – Duncan, firmado en la gestión de Mauricio Macri por el entonces vicecanciller argentino que en estado de ebriedad aceptó otorgarle a Gran Bretaña permisos de explotación comercial e hidrocarburífera. “Les permitirá ampliar la explotación pesquera, iniciar la extracción petrolera, reestablecer el vuelo semanal desde San Pablo y con ello el fortalecimiento definitivo de los ingleses como estado usurpador”, dice la publicación.
El comunicado difundido ayer por la Cancillería señala además el paraguas legal del acuerdo, la Declaración Conjunta del 19 de octubre de 1989 realizada durante el gobierno de Carlos Menem y fue fue la base del Pacto del macrismo. «En el marco de una renovada etapa de la relación bilateral, caracterizada por el diálogo y la construcción de confianza» los dos países avanzaron en «una agenda amplia» y «se aplicará la fórmula de salvaguardia de soberanía que figura en el párrafo 2 de la Declaración Conjunta del 19 de octubre de 1989».
«Volvemos a una fase nefasta de entrega absoluta de la soberanía»
En este contexto, el secretario de DD.HH del Centro de Ex Combatientes CECIM La Plata, Ernesto Alonso, aseguró que el Gobierno de Javier Milei «nos quiere orientar y disciplinar» para que «no haya expresiones de algo tan metido en nuestro ADN identitario como es el reclamo sostenido de 200 años de la soberanía usurpada por una potencia colonial militar».
«Lo advertimos, sabíamos que algo de esto iba a pasar. Durante toda la campaña de Javier Milei se defendió la figura de Margaret Thatcher. Y después su ladera, la vicepresidenta, que de nacionalista no tiene absolutamente nada, sino que es la representación política del partido de la dictadura militar», señaló en diálogo con la 750.
«Volvemos a una fase nefasta de entrega absoluta de la soberanía. Espero que haya una reacción al respecto por parte de los legisladores y las legisladoras. Tenemos de nuevo el Acuerdo Foradori-Duncan con un Gobierno aún más temerario que el Gobierno de Mauricio Macri», remarcó.
«¿Qué significa ofrecerles de nuevo un vuelo de San Pablo a Malvinas? San Pablo es la ciudad productiva, económica y de recursos tecnológicos más importante de la región. Le vamos a volver a dar la posibilidad de mejorar la logística para la usurpación en contra de los intereses de los argentinos», concluyó.