9 de mayo de 1945: Día de la Victoria
A 75 años de aquel 9 de mayo de 1945, honremos a los pueblos de la URSS que prestaron un servicio incalculable a la humanidad.
CAPAC – por Abel Prieto / foto: Sputnik/Evgeny Khaldey / tomado de Granma
El 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi. Fue derrotada por la URSS, por las hazañas de sus oficiales y soldados y la extraordinaria voluntad de resistencia de la población civil, de ancianos, mujeres y niños.
Tras sufrir reveses muy costosos ante las fuerzas armadas alemanas, ante la «invencible» Wehrmacht, el Ejército Rojo logró un importantísimo triunfo en la Batalla de Moscú, que frustró el plan hitleriano de ocupar la capital soviética. Fueron trascendentes las victorias de Stalingrado y Kursk en 1943 y, en 1944, la ofensiva de la Operación Bagratión.
Las tropas de la urss frenaron el empuje de Alemania, destruyeron su maquinaria bélica y decapitaron el monstruo del nazismo. Irrumpieron en Berlín en abril de 1945 e hicieron ondear la bandera roja en lo más alto del Reichstag.
Pero la industria cultural e informativa hegemónica se ha propuesto tergiversar la historia y negar esta proeza. Han tratado de convencer al mundo de que «los salvadores» (en el más típico estilo de Hollywood) fueron los militares estadounidenses que desembarcaron el «Día d» en Normandía. Quieren ignorar el papel decisivo y mil veces heroico de la urss, que a costa de la vida de 27 millones de sus hijos impuso la rendición al Tercer Reich.
Ocultan igualmente la tardanza en abrir el frente occidental contra Hitler acordado por los Aliados. Recordemos que el futuro presidente Truman, siendo senador por Missouri, dio muestras de su absoluta falta de sentido ético cuando Alemania invadió a la urss. Propuso en el Congreso una canallesca estrategia: «Si vemos que Alemania está venciendo, deberíamos ayudar a Rusia. Y, si Rusia está ganando, deberíamos ayudar a Alemania. Y de esta manera dejar que se aniquilen tanto como sea posible».
Tampoco se habla de las empresas de ee. uu. que hicieron negocios lucrativos con los nazis. Coca-Cola fabricó para ellos la bebida refrescante Fanta. ibm les vendió las máquinas Hollerith, capaces de censar y clasificar personas por su raza y religión, algo muy útil para el Holocausto. La filial alemana de la corporación estadounidense General Motors (principal productora de camiones de combate para la Wehrmacht) usó esclavos de los campos de concentración. Henry Ford recibió en 1938 la distinción nazi de «extranjero distinguido».
A 75 años de aquel 9 de mayo de 1945, honremos a los pueblos de la URSS que prestaron un servicio incalculable a la humanidad.
Denunciemos también el fascismo de hoy, la xenofobia, el racismo, los discursos de odio, el culto a las armas y a la violencia, el mesianismo arrogante en torno a una supuesta «Nación Elegida» y la utilización de la mentira al modo de Goebbels.
Ante el virus neofascista del presente, levantemos una «trinchera de ideas» en defensa de la paz, la solidaridad y el humanismo.