Medida 191: Nuevo engendro de la inútil guerra psicológica contra Cuba

La más reciente medida de Trump contra la familia cubana, a partir de la cancelación del envío de remesas a través de la Western Union desde países que no sean los Estados Unidos, confirma un viejo modus operandi típico de la guerra psicológica diseñada en los manuales de la CIA.

Por Raúl Antonio Capote / Tomado de Granma.

La lógica que anima el método se describe en documentos de esa agencia que fueron desclasificados a ­finales de los años 90, donde se explica que la forma adecuada para quebrar la resistencia consiste en crear una ruptura violenta entre las personas y su capacidad para explicarse y entender el mundo que les rodea. Los golpes constantes que afectan el ritmo normal de la vida, que afectan la cotidianidad de los individuos, pueden crear serios trastornos psicológicos.

Como sucede con otras decisiones tomadas anteriormente contra el pueblo de Cuba,  a fin de incitar al desa­liento, la medida 191 que el Gobierno de EEUU «impone» sobre la nación caribeña forma parte del conjunto de técnicas delineadas para provocar un estado de shock.

La «lluvia» constante de medidas, casi todas anunciadas los jueves o viernes, pretende afectar directamente cosas tan importantes como el transporte, el combustible para cocinar, la generación eléctrica, y colocar al ciudadano en un estado de profunda desorientación y malestar, de depresión y de angustia.

El objetivo es provocar que las personas caigan en un estado de regresión y de miedo, que no puedan pensar racionalmente, lo que, según la CIA, limitaría la resistencia a cero y les haría actuar contra sí mismos.

Más que el daño económico que pueda causar esta estrategia, lo que persigue es crear un estado psicológico de derrota, que propicie, junto a otras ­acciones ­encubiertas, generar el caos y la ingobernabilidad.

No es solo Western Union quien opera en el envío de dinero; la empresa estadounidense comparte el mercado con otros competidores del resto del mundo.

Se puede enviar dinero a Cuba a través de transferencias bancarias, de banco a banco, mediante las agencias de viaje o utilizando las tarjetas electrónicas, por ejemplo, la American International Service (AIS).

Las tarjetas magnéticas para compras en moneda libremente convertible, permiten depósitos que pueden hacerse mediante trasferencias bancarias desde el exterior, a través de bancos corresponsales. Además, Fincimex tiene relaciones comerciales con más de diez empresas internacionales para el envío de dinero.

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