La incursión estadounidense-británica representó una flagrante violación del derecho internacional al atacar la soberanía y estabilidad de Yemen, señaló el comunicado del movimiento de resistencia palestino Hamas.

CAPAC – tomado de Al Mayadeen en castellano

La Resistencia de Palestina condenó las agresiones lideradas por Estados Unidos y el Reino Unido contra Saná, la capital de Yemen, y la provincia de Saada, las cuales dejaron víctimas mortales.

De acuerdo con el movimiento de resistencia palestino Hamas, la incursión representó una flagrante violación del derecho internacional al atacar la soberanía y estabilidad de Yemen.

También valoró los pasos dados por el pueblo y combatientes yemenitas en apoyo a la resistencia en Gaza frente a la guerra de exterminio, vergüenza de la humanidad.

Por su parte, el movimiento Yihad Islámica calificó la embestida un descarado respaldo a la entidad israelí y sus crímenes contra Palestina.

Conforme al comunicado, la acometida contra Yemen busca proteger a “Israel” y forma parte de las acciones contra quienes respaldan a Palestina en su enfrentamiento con los crímenes de la ocupación.

Asimismo, expresó orgullo por la postura yemenita, la cual encarna una genuina posición árabe e islámica al respaldar a Gaza.

Para los Comités de Resistencia, el asalto está inscrito en el ámbito de la parcialidad estadounidense hacia la entidad israelí y su defensa y es una respuesta a las valientes y sabias posiciones árabes del pueblo y la dirigencia yemenitas.

Yemen es y será símbolo de nobleza, valentía y genuina identidad árabe e islámica, destacó.

La ocupación sionista, Estados Unidos y sus aliados no lograrán quebrar la determinación de Yemen, recuperar su disuasión o restaurar la imagen y reputación de la entidad, ambas humilladas por los golpes de la resistencia, consideró el movimiento de Al-Muyahidin.

Además, llamó a los pueblos vivos de la nación y las fuerzas de la resistencia a unirse para enfrentar la agresión sionista-estadounidense.

Por último, el movimiento Al-Ahrar denunció el sesgo de las administraciones estadounidense y europea a costa de la sangre palestina y yemenita.

El bombardeo de la alianza ocurrió días después de la reanudación de las operaciones de bloqueo a todos los barcos israelíes en los mares Rojo y Arábigo, así como en el estrecho de Bab al-Mandeb y el golfo de Adén, las cuales siguieron al vencimiento del plazo dado por el líder del movimiento Ansar Allah, Sayyed Abdul-Malik al-Houthi, a mediadores para presionar a “Israel” a reabrir los pasos fronterizos y permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.