El diario español El Mundo, la periodista Nuria López lleva una sección que bien podría llamarse “blanqueamiento de golpistas”, entrevistó a Rosa María Payá, cubana “anticastrista”, financiada sus actividades por la Casa Blanca

CAPAC – por José Manzaneda en Cubainformación

Sus entrevistas ensalzan, por ejemplo: a Jeanine Áñez, que hoy cumple condena por el golpe de estado de 2019 en Bolivia y por más de veinte muertes por represión; o a los venezolanos Antonio Ledezma, Leopoldo López y Juan Guaidó, involucrados los tres en planes de violencia política, magnicidio e intervención militar extranjera en su país, así como en la implantación de un bloqueo económico total, que ha causado miles de víctimas en Venezuela.

Por eso no es de extrañar su última entrevista a Rosa María Payá, cubana “anticastrista” y directora ejecutiva de la Fundación para la Democracia Panamericana, con sede en Miami.

Primer dato omitido por la periodista, que es absolutamente esencial para entender el perfil político de la entrevistada: tanto los fondos para la actividad de su organización como el salario que recibe proceden, desde hace años, de manera directa e indirecta, del Gobierno de EEUU, haya sido este republicano o demócrata.

De manera directa, mediante los grants (subvenciones) que la Casa Blanca asigna, a razón de 20 millones anuales, para los programas de “cambio de régimen” en Cuba; y de manera indirecta, a través de entidades patrocinadoras de la citada Fundación y que, a su vez, reciben cuantiosos fondos federales. Es el caso de Center for a Free Cuba, Foundation for Human Rights in Cuba o Bacardi Family Foundation.

Medios europeos como El Mundo blanquean a esta representante de la derecha anticubana más extrema. Silenciando, por ejemplo, que fue una de las lobistas más activas en contra de la política de diálogo con La Habana del presidente Barack Obama, que supuso el mayor momento de esperanza para el pueblo cubano de la última década. Payá dio todo su apoyo a la política de máxima presión contra Cuba implantada por Donald Trump, con 243 nuevas sanciones al país, y ha participado en actos en Miami a favor del endurecimiento del “embargo” a la Isla.

Rosa María Payá viaja por todo el mundo pidiendo más y más sanciones, más asfixia económica al país donde nació, y justificando que Cuba esté en la lista de EEUU de “países que patrocinan el terrorismo” algo que, además de falso y absurdo, implica para la Isla el cierre casi total del sistema bancario y crediticio internacional e impacta, de manera dramática, en la importación de medicinas o alimentos.

El periodista que les habla está siendo perseguido judicialmente por denunciar a colaboradores con la guerra económica de EEUU sobre el pueblo cubano. Como lo es Rosa María Payá que, presentada como inocente víctima de un régimen totalitario, en realidad es funcionaria de facto del Gobierno de EEUU al servicio del ala más guerrerista de la mafia cubanoamericana.

Rosa María Payá no es víctima, es verdugo