EEUU y Chile realizarán ejercicios militares en el Triángulo del Litio y fronteras de Argentina y Bolivia
Los ejércitos de Chile y EEUU realizarán los ejercicios militares Southern Fires y Southern Vanguard durante los años 2024 y 2025, respectivamente. Las prácticas se desarrollarán en los límites con Argentina y Bolivia, en el estratégico “Triángulo del Litio”, uno de los mayores yacimientos del planeta de ese mineral.
CAPAC – por Fausto Frank en Kontrainfo
“Con miras a incrementar la cooperación militar con el @USArmy para perfeccionar capacidades y con el objetivo de coordinar detalles de ejercicios que se realizarán el 2024 y 2025, organizamos reunión con instituciones que entregarán soporte a los entrenamientos en Tarapacá”, explicó en Twitter/X la VI División del Ejército de Chile.
El litio es el elemento esencial de la llamada “Transición Energética” que se propone desde instancias globales. Es imprescindible en baterías de autos eléctricos, así como de teléfonos móviles y computadoras.
La disputa geopolítica entre China y EEUU por el mineral es notoria. China ostenta el 60% de la capacidad mundial de refinación de litio para baterías, es el tercer productor mundial y mantiene la hegemonía en el mercado comprando litio australiano y chileno para venderlo a Europa, que importa el 98% de su litio del país asiático.
Compañías como Volkswagen le comprar a China el litio para las baterías de sus automóviles eléctricos. Muchos vieron al dueño de Tesla, Elon Musk, detrás del golpe de Estado a Evo Morales en 2019. “¡Le vamos a dar un golpe a quién se nos antoje, bánquensela!” había respondido Musk en 2020 a una acusación en ese sentido.
Pero no solo Musk, también Bill Gates posó su mirada en el litio regional hace ya varios años. El fundador de Microsoft aparece como el principal inversor de la empresa encargada de “eficientizar los procesos de extracción y evitar la emisión de gases de efecto invernadero”. La primera inversión en ese sentido la ha realizado a través de fondos que dirige, como Breakthrough Energy Ventures y The Engine, destinando U$S 20 millones de dólares a la compañía norteamericana Lilac Solutions, encargada de hacer un uso más eficiente del agua en los procesos de extracción del litio.
La tonelada de litio tenía un precio de 1.670 euros en 1998, mientras que para 2017 alcanzaba los 8.600 euros y hacia fines de 2022 tuvo un pico de alrededor de 80.000 euros. Solo en Argentina se calcula una potencialidad de 850 millones de toneladas métricas, lo que da cuenta de una relevancia económica y estratégica incalculable.
En marzo de este año, la comandante del Comando Sur, Laura Richardson expresó sin tapujos: “Esta región está llena de recursos y me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios que se aprovechan de ello, aparentando que están invirtiendo cuando en realidad están extrayendo”. En ese contexto, destacó que el llamado ‘triángulo del litio’ acumula “el 60 % del litio del mundo”. “Argentina, Bolivia y Chile lo tienen y [nuestros adversarios] están sustrayendo recursos de estos países y de su gente, que están tratando de producir, de estas democracias que están tratando de contribuir con sus pueblos”, agregó.
De acuerdo al sitio especializado InfoDefensa, “el Southern Fires 2024 será un entrenamiento de artillería en el que participarán personal y unidades de ambos países. Y que, como parte de su organización, efectivos de artillería estadounidense visitaron Chile en agosto y observaron ejercicios con fuego real que realizó el Grupo de Artillería N°15 Traiguén de la 1ª Brigada Acorazada Coraceros con sus lanzacohetes LAR-160 en Pampa Chaca. En cuanto a Southern Vanguard 2025, este ejercicio, originalmente una de las acciones programadas para el período 2020-2022 del Ministerio de Defensa Nacional de Chile, permitirá entrenar y coordinar fuerzas binacionales acorazadas para enfrentar futuros despliegues en operaciones de paz” .
El Ejercicio Southern Vanguard es un ejercicio anual patrocinado por el Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM) a nivel operativo y táctico para aumentar la interoperabilidad entre las fuerzas de los Estados Unidos y lo que el Comando Sur denomina el Hemisferio Occidental. El ejercicio Southern Vanguard 23, se llevó a cabo en Tolemaida, Colombia, con personal del Ejército de EE. UU. entrenándose junto con el Ejército colombiano en diferentes terrenos y culminando en una maniobra y asalto combinados: “A lo largo del ejercicio de dos semanas, los soldados del ejército estadounidense y colombiano utilizaron su entrenamiento y experiencias previos para colaborar y ejecutar diversas líneas de entrenamiento situacional, incluido el movimiento para contactar, patrullar en terreno selvático denso, reaccionar ante fuego directo e indirecto y tratamiento médico y técnicas de evacuación. Durante el último día de entrenamiento, soldados de ambos Ejércitos pusieron a prueba todo lo aprendido mientras realizaban una última operación de asalto combinado que incluyó una inserción aérea y navegación nocturna a través de la selva durante un aguacero torrencial”, informa el Comando Sur.
El nivel de injerencia de los EEUU en las políticas de defensa de los países del continente es cada vez mayor. La noticia de los ejercicios conjuntos con Chile se conoce luego de la reunión de Laura Richardson, con representantes del área de Defensa de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay para SOUTHDEC. También participaron como observadores representantes de Canadá, Francia, Países Bajos, Portugal y el Reino Unido. Allí se comprometieron a formar “un grupo de trabajo, presidido por SOUTHCOM, que se reunirá trimestralmente durante el próximo año para compartir información y colaborar” en pos de “trabajar hacia una acción colectiva para abordar las amenazas y desafíos en América del Sur”.
Los verdaderos motivos siempre quedan ocultos detrás de variados relatos: “[El grupo de trabajo] se centrará en los pasos identificados por los expertos para lograr objetivos de defensa cibernética y asignar a las fuerzas armadas de la región roles efectivos que refuercen la resiliencia al cambio climático y las capacidades de defensa ambiental en el continente”, dijo Richardson.
“Los actores estatales malignos como China, Rusia, Irán -junto con grupos cibercriminales y hacktivistas no estatales- operan en la zona gris, por debajo del umbral de un conflicto armado, mientras despliegan herramientas avanzadas y de bajo costo para influir, socavar y desestabilizar las sociedades”, afirmó Richardson, quien agregó que estos “actores estatales malignos” (sic) están tratando de manipular a las poblaciones de países socios regionales mediante campañas de desinformación y actividades cibernéticas malignas (!).
Por si esto fuera poco, el “cambio climático” entra en escena para justificar un mayor grado de intervención: “El cambio climático ha hecho que nuestra capacidad de responder rápida y colectivamente a los desastres sea imperativa. Reconocemos que nuestra capacidad para desplegar rápidamente capacidades cruciales de transporte aéreo, atención médica, rescate, comunicaciones e ingeniería es vital para salvar vidas y disminuir la angustia de las víctimas afectadas por tormentas, sequías, inundaciones y otras condiciones sin precedentes impulsadas por los cambios en curso en nuestra atmósfera”, dijo Richardson.
Los tiempos parecen acortarse, y ya no hay mayor espacio para el debate: “Ya no podemos simplemente discutir los temas. Debemos actuar y debemos actuar juntos”, dijo Richardson.
En este juego, EEUU impone su relato de un bloque “libre y democrático” contra un bloque “autoritario”: “Juntos somos el Equipo Democracia. Un equipo de aliados y socios con ideas afines comprometidos a trabajar en todos los ámbitos y fronteras para garantizar un hemisferio occidental y un mundo libres, seguros y prósperos, para nuestra generación y las generaciones venideras”.
A pesar de las advertencias de Richardson, el litio sigue siendo extraído tanto por EEUU como China. Quizá en el fondo lo que les preocupe sea la posibilidad de la industrialización del mismo por parte de políticas autónomas. La presencia militar puede ser en este sentido también un reaseguro de la perpetuidad del mero extractivismo.
La división del mundo en esferas de influencia está en marcha y las potencias parecen querer dejar en claro que no permitirán espacios para desarrollos nacionales alternativos y soberanos.