La reina Isabel I murió a los 96 años, después del reinado más largo de la historia de los monarcas británicos. Tras su muerte, la corona pasa inmediatamente a su hijo mayor, quien a los 73 años asciende al trono como Carlos III.

CAPAC – con información de varias fuentes

La monarca del Imperio Británico, un imperio en ostensible decadencia y usurpador a la Argentina del territorio de las Islas Malvinas y de otras en el Atlántico Sur, ha fallecido el 8 de septiembre. Isabel II, tal su nombre, ejerció la representación de la Monarquía durante 70 años.

En algunos países, como la República Popular Democrática de Corea, casi ni se ha informado de la muerte de una persona que representa el imperialismo, imperialismo con su estela de crímenes indescriptibles y sus masacres horrendas. Por el contrario, la BBC hace incapié en los detalles superficiales, dándole un cariz humano a quienes privaron de su humanidad a millones de personas asesinadas por ese Imperio.

En Argentina, el pueblo consciente desea que la nueva autoridad que suceda a la reina, su hijo, devuelva los territorios robados por el Imperio que su madre representó. Por el contrario, las personas a las que nos les importa la soberanía nacional sentirán empatía por la aristocracia real.