Organizaciones políticas y sociales convocaron para hoy varios movimientos de protestas para denunciar la rampante inseguridad y aumento del costo de la vida, al tiempo que critican la gestión del primer ministro Ariel Henry.

CAPAC – fuente Prensa Latina

En Cabo Haitiano, en el extremo norte del país, el excandidato presidencial Jean Charles Moïse anunció una sentada ante las instituciones bancarias como denuncia a la depreciación de la moneda nacional frente al dólar que perdió casi un 40 por ciento de su valor en lo que va de año.

Además, el líder del partido Pitit Dessalines llamó a una movilización masiva contra la gestión del primer ministro y deploró que durante el último año fue incapaz de combatir la inseguridad o crear las condiciones necesarias para organizar las elecciones.

Moïse aseguró a la prensa local que los manifestantes cerrarán todas las oficinas del Estado, incluidos los bancos, y amenazó con repetir el movimiento en la capital.

Por su parte, en Puerto Príncipe la plataforma Espacio de Movilización Nacional, otras estructuras políticas, de obreros y estudiantes anunciaron una gran protesta este lunes contra la carestía de la vida, la inestabilidad política y la inseguridad generalizada.

La fecha recuerda el levantamiento de miles de esclavos en decenas de plantaciones en el norte del país, cuando Haití era una colonia francesa.

Igualmente, criticaron la injerencia internacional, particularmente las recientes declaraciones de Naciones Unidas que amenaza con congelar fondos e impedir la salida del territorio nacional a quienes ayuden a las pandillas.

La organización también denunció la escasez de combustible desde hace más de cuatro meses que disparó los precios de alimentos, transportación colectiva y otros servicios.

Además de Cabo Haitiano y Puerto Príncipe, reportes de prensa indicaron que se esperan otras manifestaciones en Miragoane, capital del departamento Nippes, que el pasado año fue sacudida por un terremoto de 7,2 grados de magnitud.

Los llamados a movilización general crecieron en las últimas semanas en medio del recrudecimiento de la violencia de los grupos armados y la agudización de la crisis económica.

La situación empuja a miles de personas a buscar otros destinos, sin embargo, muchas de ellas son devueltas pese a la advertencia de grupos humanitarios.