¿Qué pasa con el avión venezolano secuestrado por un juez en Argentina? Por Stella Calloni
Manifestantes en Caracas exigen a Argentina que libere el avión de Emtrasur retenido en Buenos Aires desde hace dos meses, además este lunes, Nicolás Maduro en un fuerte discurso reclamó a Alberto Fernandez “por el robo del avión en Argentina”.
CAPAC – por Stella Calloni
El caso del avión de la empresa venezolana Emtrasur, un Boeing 747, con matrícula venezolana YV3531, literalmente secuestrado en al aeropuerto de Ezeiza por una Fiscal y un juez Federal desde el pasado 8 de junio, después de descargar cajas con autopartes, para la empresa Volksvagen en Argentina, está conmocionando al país, ante la evidente injerencia de Estados Unidos e Israel en una “operación”, una “maniobra de intoxicación política-mediática”, con la colaboración de la oposición de Juntos por el Cambio, la justicia y medios de comunicación afines.
La aeronave de Venezuela, país que sufre el bloqueo de Estados Unidos pertenece a la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur, S.A. (Emtrasur), creada por el Estado venezolano el 19 de noviembre de 2020 mediante un decreto y fue comprado a la línea aérea iraní Mahan Air en 2021.
La tripulación del avión conformada por 14 venezolanos y cinco iraníes, sigue siendo sometida a una constante situación de requisas innecesarias, con retención de pasaportes, celulares, computadoras de la aeronave y el pasado fin de semana incluso la caja negra del avión fue sacada, “para investigar” sobre “la sospecha” de irregularidades y de una “amenaza” terrorista.
Analistas locales consideran que ciertas organizaciones israelíes tratan de justificar un ataque “no sólo a la presente administración peronista, sino también a Venezuela e Irán como objetivos geopolíticos”.
El jefe de la Agencia Federal de Inteligencia argentina, Agustín Rossi, ha dejado en claro que: «ninguno de los pasajeros que integraban la tripulación tenía ningún tipo de denuncia ni alerta roja. La carga del avión fue verificada de todas las maneras posibles (cuatro revisiones). Se comprobó que la carga que estaba declarada era la que tenían el avión y todo el trámite siguió normal».
Esto plantea ante la justicia que no existe ningún argumento ni justificación para investigar al avión de carga venezolano, ni para el humillante tratamiento a los tripulantes tanto iraníes como venezolanos.
La causa existe por la presentación de la ultraderechista Delegación de Asociaciones Israelitas- Argentinas (DAIA) como querellante. Pero la trama internacional no tiene asidero.
No se ha violado ninguna ley y se cumplieron todas las reglas de la tripulación y el avión que llegó proveniente de Querétaro, México donde se cargaron las autopartes adquiridas por la empresa privada argentina SAS Automotriz SA, proveedora de la Volkswagen.
El 8 de junio la nave voló hacia Uruguay con el objetivo de abastecerse de combustible, pero el ministro de Defensa de ese país, Javier García, declaró ante el propio Congreso uruguayo que él mismo no autorizó el aterrizaje después de recibir una alerta del ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
A su vez esta alerta provino de Paraguay cuyo gobierno a instancias de Estados Unidos, que tiene tropas en ese país y una importante base aérea cercana a la frontera con Bolivia, en Mariscal Estigarribia, “alertó” sobre el avión
El ministro del Interior de Paraguay, Federico González, junto con autoridades del gobierno estadunidense notificaron también a Argentina sobre una «sospecha» de que el avión venezolano tenía entre su tripulación a «terroristas iraníes».
Por lo pronto la fiscal Cecilia Incardone y el juez Federico Villena recibieron como querellante a la DAIA-que ya tiene su propia “novela negra” anterior en este país. Quedaron desde el 8 de junio hasta ahora esperando “si surgía evidencias de “algún delito” o irregularidad.
En su denuncia la DAIA, dice que al “dejar entrar a este avión se puso en riesgo no solo la seguridad de todo nuestro país, sino de América del Sur. Dejarlos ir a los tripulantes sin haberlos indagado al respecto (…) sería una oportunidad perdida de poder ayudar a combatir el terrorismo internacional».
Se atribuía vínculos de los iraníes con las fuerzas Quds, de Guardia Revolucionaria Islámica, declarada como grupo terrorista por Estados Unidos.
“Pero no existe relación, siquiera, entre los tripulantes iraníes de la aeronave en cuestión y las designaciones estadounidenses por terrorismo. Se confirma que «confundieron al capitán iraní de aviación civil Gholamreza Ghasemi, uno de los pilotos instructores de la aerolínea venezolana con un Brigadier General del Ejército, fallecido en 2012.
La semana pasada surgió una acusación contra Ghasemil porque supuestamente en su celular aparecía una fotografía suya de joven” en un lugar donde “había tanques y armas”, lo que fue calificada como “burda”.
“Por ahora, mientras no avance el asunto, la trama está siendo comidilla para los medios hegemónicos de Argentina e internacionales con el objetivo de intoxicar lo más que se pueda todo lo referente al caso