Cuba y la libertad de culto

Además de la clásica agenda política, económica y militar que promueve Washington bajo los gobiernos republicanos, otra temática se reincorporó en los últimos tiempos: la religiosa.

CAPAC- Por Mateo Grille/ Tomado de Caras y Caretas/ Foto: AP.

El Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, está terminando su gestión con una gira internacional en la que marca lo que podría ser la agenda de ese país en política internacional en el caso de una reelección de Donald Trump en los comicios del próximo 3 de noviembre.

La confrontación político-ideológica-económica se centra en lo que podría verse como el eje China, Rusia, Cuba, Venezuela e Irán, aunque es larga la lista de países que están en la gateras para entrar en ese selecto grupo.

Además de la clásica agenda política, económica y militar que promueve Washington bajo los gobiernos republicanos, otra temática se reincorporó en los últimos tiempos: la religiosa.

No es novedosa la apuesta que Estados Unidos hace en el terreno de la defensoría del derecho de culto como eje fundamental de la democracia. Pero sí es novedoso que se haya recrudecido en tiempos del Papa Francisco, que parece ubicarse en un punto distante a los planteos norteamericanos.

Tan es así que hace un mes el propio Francisco le negó una reunión al secretario de estado estadounidense por las críticas públicas que éste realizó hacia la postura del Vaticano con China.

El objetivo de Pompeo era detener la renovación del convenio cardenalicio entre el Vaticano y China, convenio que lleva dos años en funcionamiento y que a pesar del lobby hecho por Pompeo en las declaraciones hechas a la prensa durante las últimas semanas, fue renovado en su integridad.

El argumento de la Casa Blanca para evitar la renovación radica en que China, así como Cuba, no respetan la libertad de culto dentro de sus fronteras, cosa que ya ha sido desmentida por varias entidades y organizaciones vinculadas con el tema.

En nuestro continente las influencias norteamericanas son conocidas, y los embates adornados por la libertad de culto también.

En los primeros meses de este año Cuba fue incluida por Estados Unidos en una “Lista Negra” de países que no respetan la libertad de culto, algo insostenible para cualquier observador de la realidad medianamente informado.

La actual Constitución cubana, que fue refrendada el 24 de febrero de 2019, con el voto favorable de casi el 90% de los cubanos que votaron, expresa los principios inviolables en las relaciones con las religiones y los creyentes, como se refleja en sus artículos:

15: El Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. Se declara al Estado cubano laico. Y se asume que en Cuba las instituciones religiosas y asociaciones fraternales están separadas del Estado y todos tienen los mismos derechos y deberes. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración.

22: Se reconocen como forma de propiedad las de instituciones y formas asociativas, que ejercen estos sujetos sobre bienes para el cumplimiento de fines de carácter no lucrativo.

42: Todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razón de sexo, género, orientación sexual, edad, origen étnico, color de piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquiera otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana.

56: Los derechos de reunión, manifestación y asociación, con fines lícitos y pacíficos, se reconocen por el estado siempre que se ejerzan con respeto al orden público y el acatamiento a las perspectivas establecidas en la ley.

57: Toda persona tiene el derecho a profesar o no creencias religiosas, a cambiarlas y a practicar la religión de su preferencia, con el debido respeto a las demás y de conformidad con la ley.

Pero además es bueno saber que en Cuba existen y funcionan 1850 organizaciones e instituciones religiosas y asociaciones fraternales, reconocidas ante el Ministerio de Justicia, cuya membresía alcanza el millón quinientas mil personas. Existe una instancia oficial responsabilizada con la atención y la buena marcha de las relaciones entre las instituciones religiosas y fraternales y el Estado, que es la Dirección Nacional de Asociaciones del Ministerio de Justicia; la que tiene a su cargo las relaciones jurídicas con todas las instituciones religiosas del país al amparo de la ley 54[1985, que actualmente está en proceso de revisión para su modificación. En los últimos años esta Dirección ha reconocido legalmente más de 500 nuevas entidades entre ellas iglesias, centros y movimientos ecuménicos, espiritistas, de las religiones cubanas de origen africano, entre otras.

En Cuba, en los censos de población no se recógela filiación religiosa de las personas. Tampoco es una condición que limite para acceder por sus méritos y capacidades a cargos y empleos del Estado, la Administración Pública y la prestación de servicios, ya que en relación con el Estado, todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y deberes, profesen o no creencias religiosas.

La condición de creyente y  o representantes de esas entidades no es un impedimento para que ocupen responsabilidades en los órganos de poder estatal. Es más, cuatro líderes religiosos ocupan escaños en la Asamblea Nacional del Poder Popular, independiente a aquellos que también son creyentes y tienen presencia, tanto en esa instancia como en las de las Asambleas Provinciales y Municipales, así como en otras estructuras gubernamentales. Tampoco es impedimento para ser miembro del Partido Comunista o de la Unión de Jóvenes Comunistas profesar una creencia religiosa.

Todas las instituciones desarrollan actividades de carácter social con diferentes perfiles, e interactúan con personas creyentes o no, ya sea la administración de hogares para ancianos y casas de abuelos, para lo que cuentan con el apoyo del estado, aportando éste más del 50% del presupuesto que emplean en esta actividad, excepto en dos casos que expresamente solicitaron prescindir de ello además del apoyo de las organizaciones homólogas internacionales.

Estas organizaciones también ejecutan proyectos en conjunto con entidades de salud y educación para el beneficio de personas con poca visual, sordas o con otras discapacidades, y otras apoyan ante emergencias activamente en la atención de damnificados por fenómenos  atmosféricos, como ha sido en ocasión de los últimos ciclones y el tornado que afectó a varios municipios habaneros en 2019, para lo que reciben donaciones de su contraparte en el exterior.

En el enfrentamiento de la covid-19 realizaron actividades tanto nacionales como locales, apoyando en la atención a personas de la tercera edad, confeccionando tapabocas, en la producción de alimentos y publicaron anuncios de cómo participar responsablemente ante el avance de la enfermedad.

Desde 1988 la población penal en Cuba recibe atención espiritual de manera individual y desde 2008 de forma colectiva, celebrándose misas y cultos en centros penitenciarios del Ministerio del Interior.

Una característica distintiva de la práctica religiosa en Cuba es que, independientemente a una presencia significativa de creencias de distintos orígenes, todas conviven sin conflicto entre ellas. A ello ha contribuido, además, la idiosincrasia del cubano y el tratamiento gubernamental igualitario hacia todas las instituciones religiosas con apego a la ley.

Todas las instituciones y organizaciones religiosas y asociaciones fraternales desarrollan, con total independencia y autonomía en relación con el estado, sus actividades sociales, la formación de su personal, el nombramiento de sus dirigentes, sus movimientos dentro y fuera del país y no son subvencionadas por el estado cubano para ello. Varias están presentes desde hace 100 o más años en Cuba y se destaca la celebración reciente de los 160 años de la masonería, el centenario del pentecostalismo en Cuba y los 130 años de la iglesia Presbiteriana Reformada, entre otras.
Varias instituciones religiosas forman parte de estructuras internacionales homólogas y algunos de sus miembros desempeñan responsabilidades en ellas, por ejemplo en los Consejos Mundial y Latinoamericano de Iglesias, Acción conjunta de las iglesias, la Federación Universal de los Movimientos Cristianos, Alianza Bautista, en la Asociación de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina, en la organización regional Bautistas por la Paz, en la Alianza Bautista Mundial, en la Conferencia Episcopal Latinoamericana entre otras.

Mantienen relaciones con instituciones y personalidades en el extranjero, reciben delegaciones e invitados de ese carácter y organizan eventos, lo que puede verse afectado por las medidas aprobadas por la administración de Donald Trump.

Las organizaciones religiosas cubanas forman y preparan a su personal incluida la obtención de grados científicos como másters y doctorados en Teología, lo que realizan con plena libertad y sin limitaciones para selección e incorporación de ese personal a sus estudios en sus seminarios, tanto en Cuba como en el exterior. La Iglesia Católica, además, cuenta con seminarios y noviciados para la formación de su personal diocesano o de órdenes y congregaciones religiosas masculinas y femeninas.

Dentro del respeto a la legalidad establecida, estas organizaciones efectúan distintas actividades de carácter religioso y cultural, como misas, cultos, procesiones, peregrinaciones , ceremonias, rituales, conciertos , talleres, seminarios, etc.

Por poner un ejemplo, durante la Semana Santa de 2019 se realizaron 124 procesiones además de alocuciones radiales, se retransmitió el Vía Crucis realizado por el Papa Francisco a través de la televisión cubana, así como el culto de la resurrección organizado por el Consejo de Iglesias de Cuba. Desde hace más de 20 años es habitual en la programación de la emisora CMBF el programa “El Evangelio en Marcha” que produce el propio Consejo de Iglesias de Cuba, se han publicado además trabajos sobre el mes del Ramadán, por los 160 años de la presencia de la masonería y eventos de carácter internacional como el desarrollado por la Acción Conjunta de las Iglesias y el Consejo de Iglesias de Cuba en el Hotel Nacional.

Entre 2018 y 2019 entraron a Cuba y se distribuyeron por la Comisión Bíblica casi 850.000 Biblias y Nuevos Testamentos, lo que suma para llegar al número de 5.000.000 distribuidos en los últimos años, sin contar la infinidad de materiales bíblicos, tratados, videos, revistas, calendarios adaptados para niños, jóvenes y adultos sin contar los miles y miles de materiales que llegan con visitantes extranjeros y son distribuidos en centros de cultos a lo largo y ancho del país.

La mayoría de los materiales de culto que recibe Cuba no procede de Estados Unidos por la sencilla razón que la ley Helms Burton y el bloqueo impuesto por el Gobierno norteamericano lo impiden. La mayoría de las cargas con este tipo de materiales procede de destinos bien lejanos y así mismo se les dificulta las transacciones y pagos correspondientes al estar las cuentas de algunos donantes en bancos norteamericanos.

En el país circulan numerosas publicaciones de diversas denominaciones, organizaciones religiosas y asociaciones fraternales, más de 30 están inscriptas en el Registro de Publicaciones del Instituto Cubano del Libro.

Se continúa recibiendo en Cuba visitas de líderes mundiales y dirigentes de organizaciones de diferentes religiones. En 2019 y hasta inicios de 2020 el presidente cubano Miguel Díaz Canel mantuvo encuentros o intercambios con personalidades internacionales importantes como los reverendos James Winkler, secretario del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos y Ruldemar Bueno de Faría, secretario general de la alianza (ACT), el destacado intelectual y teólogo Frei Betto, los cardenales Angelo Becciu, prefecto para la Causa de los Santos de la Santa Sede y Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, respectivamente.

En el año 2019, 9.741 personas visitaron el país para confraternizar con organizaciones religiosas y asociaciones fraternales cubanas, solicitadas por estas. De Estados Unidos, a pesar de las limitaciones que su gobierno impone a sus ciudadanos, de esa cifra a Cuba viajaron 8.397 personas.

Las iglesias cubanas también han sido víctimas del injusto e inmoral bloqueo como lo calificó el mismísimo Juan Pablo en su visita a ese país en 1998 porque el bloqueo económico, comercial y financiero ha provocado al pueblo cubano considerables privaciones y daños humanos que lesionan gravemente la economía y dificultan su desarrollo.

Son varias las declaraciones contra el bloqueo enviadas al presidente de EEUU por las iglesias protestantes y católica en Estados Unidos en varias administraciones, además de organizaciones como el Consejo Mundial de Iglesias, la Federación Universal del movimiento Estudiantil Cristiano, la Comunión Reformada Mundial, el Consejo Latinoamericano de Iglesias, Acción Conjunta de las iglesias (ACT-Alianza) y el Servicio Mundial de Iglesias en Estados Unidos, como la Anglicana, Discípulo de Cristo, Metodista, Alianza Bautista y Presbiteriana.

Por último, el propio Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en Estados Unidos ha condenado las políticas agresivas de su gobierno contra el pueblo cubano y en varias ocasiones ha firmado declaraciones conjuntas entre esa organización y el Consejo de Iglesias de Cuba. La última fue en marzo de 2020, por el recrudecimiento del bloqueo durante la pandemia de la covid-19.

Las giras de Mike Pompeo podrían culminar la semana próxima. La manida campaña por la libertad de culto y la alianza antiterrorista planetaria podrían estar llegando a sus horas finales, al menos bajo la administración de Donald Trump si es que finalmente el candidato demócrata Joe Biden logra arrebatarle la presidencia.

Aunque puede parecer inocente después de tantos años de agresiones, si hay un nuevo inquilino en la Casa Blanca, este tiene todo a su favor para dar más de un paso para restablecer las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales con Cuba, basadas en el respeto y la concordia.

Y acto seguido debería reconocer que en Cuba la libertad de culto goza de muy buena salud.

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