Venezuela, el burdo manual de intervención de EE.UU (por Stella Calloni)

 Hasta ahora, no se había producido un zarpazo tan desesperado del imperio, en pleno enero del 2025, cuando la oposición ultraderechista encabezada por Corina Machado ha pedido una y otra vez la invasión militar estadounidense para desalojar al PSUV del poder

CAPAC – por Stella Calloni

Después del fracaso del golpismo permanente de Estados Unidos contra el gobierno , primero del comandante Hugo Chávez Frías desde el 2002 hasta su muerte en 2013, y luego contra Nicolás Maduro que lo sucedió, mediante elecciones verdaderamente democráticas y seguras, hasta ahora, no se había producido un zarpazo tan desesperado del imperio como lo que estamos viviendo en pleno enero del 2025, cuando la oposición ultraderechista encabezada por Corina Machado, que ha pedido una y otra vez la invasión militar estadounidense para desalojar del poder al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fracasa en el intento de crear el argumento necesario para lograrlo.

En tanto causa vergüenza ajena lo actuado por el Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro quien consideró que la detención pública de un gendarme argentino en misiones de inteligencia en Venezuela, era “un crimen de lesa humanidad”, agraviando severamente a familiares de miles de secuestrados desaparecidos en Argentina y otros países.

Almagro, partícipe necesario e imprescindible del golpe de Estado contra el ex presidente Evo Morales en Bolivia en 2019, ahora en el escenario de guerra contrainsurgente de Baja Intensidad que aplica Estados Unidos y su socio Israel a nuestros países, asume la falsa acusación de la Ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich, quien caracterizó la detención del gendarme Nahuel Gallo, puesto a disposición de la justicia, como “secuestro y desaparición forzada” cuando nada de esto existe.

Almagro, sin credibilidad alguna, desconoce las normas jurídicas, para simplemente formar parte del batallón golpista que amenaza con una invasión militar de Estados Unidos ante la urgencia de apropiarse por todos los medios ilegales y violentos de las mayores reservas petroleras del mundo en Venezuela.

También se prestó para este burdo ensayo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), demandando al gobierno venezolano por supuesta violación de los mismos. Esto a pesar de lo insólito de un movimiento político que decide declararse como ganadores de una elección como la de julio pasado en Venezuela, y que no presentó las supuestas actas donde se adjudicaba más del 63 por ciento de los votos. El sistema de voto electrónico en Venezuela, que dejó armado Hugo Chávez Frías, es considerado el más seguro e inviolable del mundo.

¿Qué sucedería en cualquier país de América Latina?, si un partido opositor se queda con las actas propias y se las lleva fuera del país, cuando todo el resto de la oposición se presentó, como hizo lo hizo el PSUV oficialista ante la justicia electoral, que de hecho tiene los resultados de las elecciones, con doble garantía, demostrando las cifras verdaderas después de un cuidadoso escrutinio. Cualquier observador o partido político que intervino en los comicios tiene a su disposición las actas verdaderas e inviolables.

El autoproclamado presidente electo, Edmundo Gonzáles Urrutia, buscó el amparo de un gobierno como el del ultraderechista Javier Milei, que ha violado todas las normas constitucionales de Argentina, gobernado por decreto como puede hacerlo una junta militar surgida de un golpe de Estado e implantando una dictadura como sucedió durante todo el siglo XX en nuestros países y aún en este siglo XXI.  

En tanto en Caracas donde millones de venezolanos se preparaban para la asunción del presidente electo Nicolás Maduro, al que Estados Unidos y sus secuaces llaman dictador, cuando se trata del país con mayor democracia participativa de la región, con fuerzas militares patrióticas que defienden la soberanía  nacional, de los violentos zarpazos imperiales.

La organización en comunas de la población venezolana y otros hallazgos de la llamada Revolución Bolivariana inspiran a toda la región y es a este ejemplo y a este modelo que intenta destruir el imperio en decadencia cuyos planes para los conflictos del siglo XXI en la región, se convirtieron en un proyecto geoestratégico de recolonización de América Latina, para controlar directamente los grandes recursos naturales de nuestra región.

Los sucesos de este 9 de enero, cuando Corina Machado y los opositores golpistas intentaron crear violencia y caos a sabiendas que no contaban con las mayorías populares que esperaban como una gran fiesta nacional la asunción de Nicolás Maduro este 10 de enero, fracasaron ostensiblemente, aunque seguirán insistiendo como lacayos del imperio que son.

El fiscal general de la República, Tarek William Saab, mediante un comunicado  este 9 de enero, refiriéndose  a los intentos de la oposición golpista tratando de crear “una funesta operación psicológica para desatar actos de violencia en momentos en que el país se prepara para la toma de posesión del presidente  Nicolás Maduro, en el periodo 2025-2031”.

Se refirió a la “nueva simulación” a la que se plegaron de forma automática los dirigentes de la extrema derecha en varias partes del mundo, analizando que esto demostró que todo lo actuado “fue premeditado y coordinado a nivel de las ultraderechas internacionales que han tenido en este caso un accionar siniestro”.

De hecho, estos opositores, traidores a su patria porque defienden los intereses del poder hegemónico terrorista, manipulando el tema de derechos humanos tan caro para los pueblos de nuestra región, con una catarata de mentiras y noticias falsas, que se utilizan a un nivel de criminalidad toda vez que se intentan provocar caos, violencia, destrucción y muerte.

La prensa del poder hegemónico, la desinformación y manipulación son “imprescindibles” como lo han manifestado funcionarios de Estados Unidos, que apoyan el mayor genocidio del siglo XXI contra un pueblo como el palestino, al que el gobierno de Israel aplica la política de exterminio para quitarles el último pedazo de territorio que les pertenece.

Un genocidio donde los niños y las mujeres son el blanco preferido, siendo la mitad de los miles de muertos, heridos torturados, mientras la humanidad “occidental” es cómplice de este crimen sin parangón por las características de que lo imponen, las mismas fuerzas militares que desde hace años ocupan estos territorios sometidos a la violencia criminal sólo comparable con los tiempos del nazismo hitleriano. 

Es más increíble aún que el sionismo gobernante en Israel utilice a las víctimas del pueblo judío durante el nazismo, para argumentar los crímenes salvajes contra el indefenso pueblo palestino. El actual intento de invadir Venezuela en “defensa de los derechos humanos” cuando está sucediendo un genocidio a cielo abierto desde hace más de un año, es de una falsedad criminal, que no podemos ignorar.

Como sostiene el fiscal general de Venezuela, los opositores pro imperialistas “han vuelto a hacer el ridículo difundiendo una nueva infamia. Con esta escenificación se ha pretendido sembrar el caos y la violencia en la Nación y desviar la atención del estrepitoso fracaso que resultó la convocatoria de hoy para este minoritario sector radical”.

“Las instituciones del Estado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el pueblo de Venezuela están comprometidos con la paz hasta lograr día a día grandes victorias para cumplir el destino de gloria que nuestros libertadores nos encomendaron alcanzar», añadió.

Fue increíble el intento de presentar como “víctima de la dictadura chavista” a María Corina Machado, que supuestamente había sido “secuestrada” por el gobierno hoy y vimos a Italia, España y otros países pidiendo “la liberación” de quien no estuvo detenida en ningún momento. La dignidad y la imaginación de las resistencias populares son invencibles a pesar del ejército mediático que usa la desinformación y manipulación como un arma, que los convierte en cómplices de los crímenes que se sustentan con la mentira universal.     

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