«Por su compromiso con la Salud, Educación y la Cultura», la coordinadora de la organización social Propuesta Tatu, Susana De Negri, fue nombrada el viernes pasado por el Honorable Consejo Deliberante de Almirante Brown como «Personalidad destacada» del municipio.

CAPAC.- Anabella Almonacid

Desde muy joven, Susana y su compañero Gino Straforini, encabezó campañas culturales para contener a los sectores más vulnerables, las mujeres y las infancias. Inició colectas solidarias para ayudar a comedores. Organizó ciclos de cine en sociedades de fomento y centros culturales para que los niños, niñas y sus familias puedan acceder a disfrutar de una película que muestre una realidad diferente. Esta tarea se profundizó a partir del 2001 cuando el país quedó inmerso en una crisis social, política, económica e institucional. En ese momento, los lazos sociedades, comunitarios y solidarios fueron el sostén de las personas que luchaban por mantener una vida digna. El trabajo estuvo lleno de adversidades. No obstante, Susana, su familia, sus amistades, como así también el conjunto de la sociedad argentina salió adelante.

Como consecuencia de los estragos sociales que había causado la crisis, el Gobierno Cubano destinó
becas de estudio a jóvenes argentinos. La hija mayor de Susana, Carla Straforini, accedió a una beca en medicina y fue desde ese entonces que su familia junto a otras familias de jóvenes becados organizaron Propuesta Tatu, lo que hoy conocemos como un proyecto interdisciplinario que busca construir un mundo más justo desde la salud, la educación y la cultura. Espacio al que regresaron los jóvenes egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba (ELAM) y al que se sumaron médicos egresados en Argentina.

Hoy Propuesta Tatu tiene su casa en el Barrio 14 de Febrero de Longchamps, pero también estuvo en Villa
Cartón, Fiorito, Florencio Varela, Lugano, Budge y Guernica. La tarea de Susana consiste en coordinar el
trabajo solidario y voluntario de médicxs, enfermerxs, trabajadorxs sociales, psicólogxs, colaboradores,
profesionales y no profesionales que con mucha voluntad y ternura mantienen la misión en el territorio.
Esto significa articular espacios que incluyen la atención médica, la tarea de niñez que cada año festeja el
Día del Niño y la Niña con juegos y juguetes para un promedio de 500 chicos; la tarea también de la
gente de niñez, en la entrega de ropa adecuada para pasar el invierno para cada niño y niña (500); la tarea de Niñez de las colonias de vacaciones; el área de Trabajo Social y Legales; el apoyo de apoyo escolar, juegos y música; como así también continuar con la obra del Centro de Salud denominado: «Centro de Cuidado Integral de la Salud Dr. Miguel Enríquez»; y el aporte de las y los jóvenes en las tareas voluntarias y solidarias de administración, enfermería, limpieza, farmacia etc.

Tras la pérdida de su compañero de vida en 2022, Susana (o Susli como él la llamaba cariñosamente)
continuó con la tarea solidaria sin dudar ni por un minuto que otro mundo mejor es posible y que el
compromiso de Tatu es paliar las necesidades humanas y hacer partícipes a familias, aportar a la
construcción de sociedades superadoras y a la organización de las mismas, compartir los saberes y
ocuparse sobre todo de la salud y la educación, sin pretender un arreglo cosmético de un paradigma en
crisis; sino una nueva manera de contextualizar el desarrollo, modificando las visiones dominantes;
construyendo un nuevo orden local, que sea capaz de poner en cuestión el orden imperante.
Susana es una persona justa que hace suya la causa de muchos y resuelve con amor las adversidades de
quienes la rodean porque tiene la convicción de luchar por una vida digna de ser vivida para todos y todas.