Un nuevo impulso para el Comercio Interior en Cuba
La intención de reelaborar las medidas vigentes para garantizar que los productos lleguen de manera efectiva a los consumidores. Este esfuerzo no se detiene ahí; se prevé la regulación de precios para productos de alta demanda y la consolidación de áreas de autoconsumo
CAPAC – fuente Razones de Cuba
Las autoridades del Ministerio de Comercio Interior han anunciado medidas significativas que prometen transformar el mercado nacional. En la reciente reunión de balance anual, el primer ministro Manuel Marrero Cruz subrayó la importancia de incrementar las ofertas y brindar servicios de calidad, enfatizando que “hay un pueblo esperando a que funcione bien, a que aumenten los productos de la canasta familiar normada, y a que los precios sean asequibles”.
Este enfoque renovado busca actuar como un ancla para el comercio interior, generando un impacto directo en la vida cotidiana de los cubanos. Las acciones propuestas se centran en fortalecer el comercio minorista y convertir el comercio mayorista en la principal fuente de suministro, garantizando así una oferta sostenida de productos alimenticios. Marrero Cruz instó a todos los actores del sector a multiplicar la producción en los centros de elaboración, con el objetivo de atender la demanda del pueblo y mejorar el acceso a los bienes esenciales.
A pesar de los desafíos, se han implementado estrategias de autogestión que han sido fundamentales para asegurar la disponibilidad de productos en el sistema de comercio minorista. Aunque se presentaron dificultades en la gestión de inventarios, el compromiso del gobierno es evidente: Combatir el desvío de recursos y mejorar la eficiencia en el uso de los materiales destinados a la población.
La función rectora del Ministerio de Comercio Interior ha recibido un énfasis renovado, con la intención de reelaborar las medidas vigentes para garantizar que los productos lleguen de manera efectiva a los consumidores. Este esfuerzo no se detiene ahí; se prevé la regulación de precios para productos de alta demanda y la consolidación de áreas de autoconsumo en empresas de comercio, lo que potenciará aún más la autonomía alimentaria y el desarrollo económico local.
Las metas para el 2025 son ambiciosas y reflejan un compromiso continuo con la modernización del sistema de comercio. Al actualizar de manera constante los costos reales de los productos de la canasta familiar normada, se busca una gradual reducción del subsidio, asegurando que el acceso a los productos básicos se mantenga en niveles razonables para la población.
La integración entre todos los actores económicos, tanto estatales como no estatales, es esencial para alcanzar estos objetivos. Se espera que el 30% del Sistema de Atención a la Familia, que ya está vinculado a estas formas de gestión, pueda beneficiarse aún más de proyectos de colaboración, impulsando así la producción de viandas, hortalizas y frutas que son fundamentales en la dieta de los cubanos.
Así, con firmeza y visión, el comercio interior en Cuba avanza hacia un futuro más esperanzador, donde la calidad de vida de la población es la prioridad. Este camino de crecimiento y autoabastecimiento es esencial para construir una sociedad más próspera y feliz.