Tarjeta roja para el doble rasero en los deportes
El Comité Olímpico Internacional se opone a los Juegos Mundiales de la Amistad-2024 en Moscú y Ekaterimburgo, aplicando el tradicional doble rasero que caracteriza a Occidente Colectivo y que los deportistas cubanos tanto han sufrido históricamente.
CAPAC – por Alfonso Nacianceno – tomado de Granma
El Comité Olímpico Internacional (COI) enfila nuevamente sus cañones contra Rusia. Su llamado a obviar los Juegos Mundiales de la Amistad, en 2024, concebidos para fortalecer las relaciones internacionales y que los deportistas muestren sus habilidades a nivel del orbe, es una práctica discriminatoria.
Así lo declaró Tatiana Moskalkova, defensora de los derechos humanos, quien dijo en su canal de Telegram que «el hecho es otra violación grave de la Declaración de los Atletas. Ellos no deben ser discriminados por ningún motivo». Sin embargo, el ente rector del deporte mundial recomendó a las federaciones internacionales que no permitieran a sus deportistas participar en competiciones en Rusia y Belarús, debido a las hostilidades en Ucrania.
Mientras esto sucede, se mira hacia el lado contrario cuando se trata del genocidio que Israel, con la mano instigadora y la ayuda militar de Estados Unidos, comete en Gaza, desoyendo las demandas de la onu y del mundo entero.
Son los únicos que votaron contra la resolución que hace unas semanas exigió el cese del bloqueo a Cuba en las Naciones Unidas. Nadie, ni el COI, se ha pronunciado por suspender a estos dos agresores. Estados Unidos, incluso, se abroga el derecho de prohibir la entrada a un evento deportivo en su país a cualquiera que no comparta su política. Los cubanos conocemos bien esa práctica, aun cuando sean atletas clasificados en competencias oficiales.
«Estoy segura de que el sentido común prevalecerá. El deporte es libre e independiente de fuerzas políticas», dijo Moskalkova, sobre el evento con sedes en Moscú y Ekaterimburgo. En contraposición, el pasado día 14, James Macleod, director del COI para las relaciones con los comités olímpicos nacionales, afirmó que la participación en estas competiciones «contradice la preservación de la independencia y autonomía del deporte, y violará las recomendaciones de la entidad rectora del olimpismo».
Es el doble rasero para juzgar a Rusia y Belarús, mientras los verdaderos culpables andan resguardados y a sus anchas.