Rusia confirma denuncias sobre sabotaje al Nord Stream
El viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, ratificó las denuncias formuladas por el periodista Seymour Hersh sobre la autoría de Estados Unidos en los sabotajes ejecutados durante septiembre del pasado año contra los gasoductos Nord Stream, que van desde Rusia hasta países miembros de la Unión Europea.
CAPAC.- tomado de Granma
El viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, ratificó las denuncias formuladas por el periodista Seymour Hersh sobre la autoría de Estados Unidos en los sabotajes ejecutados durante septiembre del pasado año contra los gasoductos Nord Stream, que van desde Rusia hasta países miembros de la Unión Europea.
«En general, la publicación de ayer confirmó lo que hicimos como una conclusión para nosotros mismos: el representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores registró ayer que nunca tuvimos ninguna duda de que Estados Unidos, posiblemente otros países de la OTAN, estuvieran involucrados en este escandaloso sabotaje», citó Prensa Latina palabras de Ryabkov.
Esa investigación divulgada recientemente por el ganador del premio Pulitzer, Seymour Hersh de 1970, destapa un tema que la Casa Blanca desea cerrar y busca que las investigaciones internacionales sobre el hecho sean realizadas sin la presencia de los representantes rusos.
Russia Today publicó un amplio reportaje sobre el artículo del estadounidense, titulado: «Cómo Estados Unidos eliminó el oleoducto Nord Stream», divulgado en su blog personal, en el cual demuestra que durante los ejercicios de Baltops 22 en el verano, los buzos estadounidenses colocaron explosivos y los noruegos los activaron tres meses después, el 26 de septiembre.
Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó tales suposiciones como una ficción completamente falsa, mientras que Tammy Thorp, portavoz de la Agencia Central de Inteligencia, comentó los hechos de manera similar, asegurando que esta afirmación es total y absolutamente falsa, recuerda el periodista estadounidense.
Según su artículo, Biden decidió sabotear el Nord Stream después de más de nueve meses de discusiones secretas con el equipo de seguridad nacional de Washington: «Durante gran parte de ese tiempo, el problema no era si llevar a cabo la misión», sino cómo llevarla a cabo sin dejar pruebas evidentes de quién era el responsable, aseguró Hersh.
Relató que a medida que las tensiones entre Ucrania y Moscú iban en aumento, la Administración Biden también se iba centrando en el Nord Stream porque mientras Europa siguiera dependiendo de los gasoductos para obtener gas natural barato, Washington temía que países como Alemania fueran reacios a suministrar a Ucrania el dinero y las armas que necesitaba para derrotar a Rusia.
«Lo que quedó claro para los participantes, según la fuente con conocimiento directo del caso, es que Sullivan (Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional) tenía la intención de que el grupo presentara un plan para destruir los dos gaseoductos Nord Stream, y que estaba cumpliendo con los deseos de los presidente», citó RT el amplio reportaje.
Al principio, la Marina propuso utilizar un submarino para asaltar el gasoducto directamente, mientras que la Fuerza Aérea pensó en lanzar bombas con fusibles retardados que podían activarse de forma remota. No obstante, la CIA insistió en que cualquier método tendría que ser encubierto.
En ese contexto, el equipo de trabajo de la CIA se dedicó a elaborar un plan para una operación encubierta que utilizaría buzos de aguas profundas para provocar una explosión, pese a que al principio esa idea fue recibida con escepticismo por los miembros del grupo interinstitucional.
Uno de los factores que les inquietaba era que las aguas del mar Báltico estaban fuertemente patrulladas por la Armada rusa y no había plataformas petrolíferas que pudieran usarse como cobertura para una operación de buceo.
Para poder continuar con el plan, los estadounidenses decidieron solicitar ayuda a Noruega por su odio visceral contra los rusos y porque su armada estaba llena de magníficos marineros y buzos que tenían generaciones de experiencia en la exploración altamente rentable de petróleo y gas en aguas profundas. Además, a los noruegos les convenía mantener el secreto, ya que la destrucción del Nord Stream les permitiría vender mucho más de su propio gas natural a Europa.
El 26 de septiembre de 2022, un avión de vigilancia de la Armada de Noruega realizó un vuelo aparentemente de rutina y dejó caer una sonoboya. La señal se extendió bajo el agua, inicialmente hasta el Nord Stream 2 y luego al Nord Stream 1. Unas horas más tarde se activaron los explosivos de alta potencia y tres de las cuatro tuberías quedaron fuera de servicio, señaló el artículo citado por RT.