Resistencia palestina retoma el control militar del norte de Gaza
En el día 100 de la guerra genocida de «Israel», los movimientos Hamas y Yihad controlan el 50 por ciento del norte de la Franja. Hace dos semanas sólo controlaban el 30 por ciento.
CAPAC – tomado de Al Mayadeen en castellano
El control militar sobre el norte de la Franja de Gaza regresó a manos de las facciones de la Resistencia Palestina, los movimientos Hamas y Yihad Islámica, comentaron alarmados medios de comunicación israelíes.
Después de 100 días de guerra continuada, hoy controlan el 50 por ciento de ese territorio, cuando hace dos semanas sólo manejaban el 30 por ciento.
La prensa sionista aseveró que el movimiento Hamas vuelve de manera gradual a gestionar la vida en el norte de la Franja de Gaza, y sus dirigentes desempeñan allí su trabajo.
La transición a la tercera fase de la guerra, divulgada por el ejército israelí y descrita por su portavoz como “menos intensa en términos de operaciones terrestres”, fue catalogada por los medios israelíes como “una renuncia al objetivo de derrotar y destruir a Hamas”.
De manera unánime, comentaristas y expertos coincidieron en que al final la guerra no había logrado sus objetivos.
La continuación de las actuales tácticas israelíes no sólo representa una amenaza para las vidas de los soldados: también aumenta el riesgo de una catástrofe de la que «Israel» será responsable ante al mundo y «no nos acercan más a una victoria inexistente”.
En ese escenario, consideraron un riesgo excesivo la persistencia de sus acciones, más cuando el ejército israelí no logró controlar los campamentos centrales en Khan Yunis y Rafah, ni el corredor de Filadelfia.
Respecto a los asentamientos que rodean la Franja, la gran mayoría de los colonos no tienen intención de regresar, pues la gran brecha creada el 7 de octubre en la confianza en el gobierno y el ejército, está todavía muy lejos de ser arreglada, aseguró el sitio web israelí Wallah.
La transición a la tercera fase de la guerra, divulgada por el ejército israelí y descrita por su portavoz como “menos intensa en términos de operaciones terrestres”, fue catalogada por los medios israelíes como “una renuncia al objetivo de derrotar y destruir a Hamas”.
De manera unánime, comentaristas y expertos coincidieron en que al final la guerra no había logrado sus objetivos.
La continuación de las actuales tácticas israelíes no sólo representa una amenaza para las vidas de los soldados: también aumenta el riesgo de una catástrofe de la que «Israel» será responsable ante al mundo y «no nos acercan más a una victoria inexistente”.
En ese escenario, consideraron un riesgo excesivo la persistencia de sus acciones, más cuando el ejército israelí no logró controlar los campamentos centrales en Khan Yunis y Rafah, ni el corredor de Filadelfia.
Respecto a los asentamientos que rodean la Franja, la gran mayoría de los colonos no tienen intención de regresar, pues la gran brecha creada el 7 de octubre en la confianza en el gobierno y el ejército, está todavía muy lejos de ser arreglada, aseguró el sitio web israelí Wallah.