El gran poeta cubano militó en las filas del Partido Socialista Popular y fue exiliado durante la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). También fue fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (1961), de la que sería presidente hasta su muerte, el 16 de julio de 1989.

CAPAC – por Carlos Cerpa Maceira – tomado de Granma

Cuando se trata de alguien como Nicolás Guillén, nos acompañará siempre el legado inconmensurable de su obra literaria y su vida ejemplar, destacó este martes, en La Habana, Nicolás Hernández Guillén, Presidente de la Fundación Nicolas Guillén, durante el acto conmemorativo que tuvo lugar en el panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionararias, donde reposan los restos del Poeta Nacional de Cuba.

En ocasión del aniversario 35 de su desaparición fisica fueron depositados en el lugar hermosas flores y se guardó un minuto de silencio en memoria del agudo periodista y reconocido activista político, cuya obra marca la historia de la cultura cubana.

Asistieron al sentido tributo Martha Bonet, presidenta de la Unión  de Escritores y Artistas de Cuba; Sara Blanco, funcionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; y Lillitsy Hernández Oliva, viceministra de Cultura.

Guillén ha sido considerado el principal representante de la poesía «mulata», como gustaba de llamarla. Entre sus poemarios más conocidos están Motivos de son (1930), Sóngoro Cosongo (1931), West Indies, Ltd. (1934), España;  El son entero (1947), Tengo (1964), Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), La rueda dentada (1972) y El diario que a diario (1972).

Militó en las filas del Partido Socialista Popular y fue exiliado durante la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). Fue fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (1961) de la que sería presidente hasta su muerte, ocurrida en 1989, indica su biografía, publicada por la Fundación que lleva su nombre.