Diplomáticos de Cuba rechazaron hoy la permanencia de su país en la unilateral y arbitraria lista, confeccionada por Washington, de Estados patrocinadores del terrorismo.

CAPAC – fuente Prensa Latina

En la red social Twitter, el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, señaló que solo con un alto grado de demagogia y desvergüenza puede aún el gobierno de Estados Unidos seguir calificando a la isla como supuesto patrocinador del terrorismo, «sobre todo, sabiendo el impacto nocivo de esa calumnia en el bienestar del pueblo cubano».

Agregó que la nación norteña utiliza un tema tan sensible para calumniar a países y así justificar la imposición de medidas coercitivas unilaterales y moralmente insostenibles.

El vicecanciller subrayó en la plataforma que las declaraciones del gobierno estadounidense con respecto a la mayor de las Antillas descansan habitualmente en afirmaciones deshonestas, caracterizadas por una hostilidad moralmente insostenible y políticamente injustificable.

Por su parte, la subdirectora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Johana Tablada, expresó en la red social que el Informe «se trata de una designación montada en la mentira que desacredita y pone en tela de juicio el compromiso de Estados Unidos en lucha contra el flagelo del terrorismo».

Consideró como vergonzosa la publicación del documento y señaló que nunca ha existido una razón válida para incluir a Cuba entre los países que patrocinan el terrorismo.

La administración del presidente Joe Biden publicó este martes el Informe de Estados Unidos sobre el terrorismo, en el que continúa la designación de la nación caribeña como «Estado patrocinador del terrorismo».

En los últimos días del expresidente Donald Trump (2017-2021) en el Despacho Oval, el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, volvió a incluir a la nación caribeña en esa relación, de la cual la administración Barack Obama-Joe Biden (2009-2017) la retirara en 2015.

Durante los debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre pasado, diversos países y organizaciones internacionales calificaron de inhumana la incorporación de Cuba en esa enumeración y denunciaron los daños que causa a su ciudadanía.