Amelia Calzadilla, mercenaria proyanki y partidaria de la política de asfixia económica contra Cuba, el país en el que nació, daba, desde Madrid, ciudad donde reside, jaleaba a Israel y sugería en redes sociales que la entidad sionista envíe sus misiles contra el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

CAPAC – fuente Cubainformación

La Contrarrevolución cubana, la Gusanera, no deja de sorprendernos. Amelia Calzadilla, mercenaria proyanki y partidaria de la política de asfixia económica contra Cuba, el país en el que nació (y al que dejó de pertenecer), daba, desde Madrid, ciudad donde reside, un ejemplo más de su talante como «luchadora pacífica por la libertad». En redes sociales, jaleaba a Israel y sugería que la entidad sionista envíe sus misiles contra el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

Leemos su mensaje: «La precisión de los ataques de Israel contra los líderes iraníes me ha hecho reflexionar durante todo el día. Es verdaderamente impresionante el poder bélico demostrado que no solo se limita a la tecnología de alta gama capaz de destruir objetivos específicos, sino que además prueban una estrategia bien planificada que deja a los iraníes sin sus principales líderes para poder reorganizarse y responder a tiempo a los ataques. No es por dar ideas, pero quizás deberíamos decirle a Netanyahu lo que opina Canel de él, igual nos hace el favor».

Desde Miami, otros mafiosos contrarrevolucionarios de la gusana «Patria y Vida», dejaban claro, en los últimos días, el marco de sus elecciones políticas para Cuba y para el mundo:

uno, el apoyo a Trump y a su política de más bloqueo económico, incluso de una intervención militar en la Isla;

dos, el apoyo al ente genocida de Israel y a su genocidio del pueblo palestino, así como a sus masacres en Líbano e Irán;

tres, el apoyo a la represión de manifestantes (principalmente inmigrantes) en Los Ángeles;

 cuatro, la justificación de la política antiinmigración de Trump, que afecta de manera directa a centenares de miles de cubanos y cubanas.

Por cierto, ¿cuándo veremos a algunos de estos cubanos y cubanas protestando frente al rancho o al estudio de televisión de Alexander Otaola, o junto a las oficinas de políticos como María Elvira Salazar?

Pura propaganda de guerra contra Cuba, también han publicado en el medio público alemán Deutsche Welle, a cargo de la autodenominada periodista María Santacecilia, que justificaba y jaleaba una hipotética ruptura del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación Unión Europea-Cuba, para así imponer un segundo bloqueo económico a la Isla.

Para ello, esta pseudoperiodista ¿a quién pidió opinión? A cuatro neofascistas, financiados (de manera completamente probada) por el Gobierno de EEUU: Elena Larrinaga, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos; Gabriel Salvia, de CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América); a Laritza Diversent, de Cubalex; y a la congresista trumpista María Elvira Salazar. Así es el periodismo europeo.