La Asamblea Nacional (parlamento) de Nicaragua, abogó hoy por un orden internacional justo y manifestó la oposición a toda clase de dominación y colonialismo que las potencias ejercen contra los pueblos.

CAPAC.- tomado de Prensa Latina

A través de una declaración aprobada a propósito de la nueva escalada del conflicto entre Israel y Palestina, los parlamentarios nicaragüenses demandaron a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a implementar acciones claras y coherentes con la paz.

Los diputados de esta nación centroamericana instaron a dejar atrás los intereses particulares de los estados, y buscar siempre la sana convivencia de los pueblos palestino e israelí.

El documento, aprobado en sesión plenaria, destaca el respeto a los principios del derecho internacional, y resalta la solidaridad con todos los pueblos que luchan contra la opresión y la discriminación.

“El pueblo de Nicaragua se ha caracterizado por mantener una relación solidaria y fraterna con el pueblo palestino. Ambos compartimos el espíritu de lucha y resistencia ante las agresiones que obedecen a intereses colonialistas e imperialistas”, subrayó.

De igual modo, condenaron el bloqueo a la Franja de Gaza, lo cual genera una grave situación humanitaria del pueblo de la nación árabe y provoca víctimas y dolor en la población del enclave costero.

“Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino, que ha sido víctima histórica de agresiones que deterioran la familia, la infraestructura, los espacios culturales y medios de subsistencia del pueblo”, señaló.

Llamó a la conciencia de las naciones del mundo a alzar sus voces y contribuir a la preservación de la vida y la paz, lo cual -acotó- solo puede alcanzarse con la resolución pacífica de los conflictos con tolerancia, diálogo y solidaridad entre hermanos.

El conflicto israelo-palestino tiene raíces históricas y políticas que se remontan a la creación del Estado de Israel en 1948 y la ocupación de los territorios palestinos desde 1967.

El pasado 7 de octubre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) inició la denominada Operación Diluvio de Al-Aqsa, contra Israel, en respuesta a la ocupación de la mezquita de igual nombre por esa nación, las sistemáticas incursiones de colonos y los continuos ataques contra el pueblo palestino.

Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Palestina señaló que la crisis desatada por los choques entre Hamas e Israel “es la consecuencia de 75 años de sufrimiento y desplazamiento del pueblo palestino ante la mirada silenciosa de la comunidad internacional”.