Nora Cortiñas, una imagen que se multiplica

Hoy se cumple un año del fallecimiento de Nora Cortiñas, la Madre de Plaza de Mayo y referenta de los derechos humanos que murió a los 94 años y cuya imagen con el pañuelo blanco se replica en carteles, remeras, stickers y pancartas en cada movilización. Se hicieron y se harán muestras y festivales para homenajearla.

CAPAC.- tomado de Prensa Latina

En un año, la imagen de Nora Cortiñas se multiplicó por miles y su legado está vivo en cada marcha o actividad en defensa del trabajo y los derechos humanos. Es la mujer que hasta sus últimos días fue a la Plaza de Mayo, como lo hizo desde 1977 con la esperanza de recuperar a su hijo secuestrado por la dictadura; la misma que participó de infinidad de actividades por un mundo más justo.

Nora nació el 22 de marzo de 1930, cuando creció se dedicó a la costura y se casó a los 19 años con Carlos Cortiñas, con quién tuvo dos hijos, Carlos Gustavo y Marcelo. Su camino en defensa de los derechos humanos comenzó durante la dictadura militar, cuando en abril de 1977 secuestraron a Gustavo, que estudiaba en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y militaba en la Juventud Peronista (JP). En los primeros tiempos, lo hizo en la Villa 31 junto al Padre Carlos Mugica.

Tras el secuestro de Gustavo, con su marido, se acercaron a los organismos de derechos humanos que ya estaban funcionando, como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH). Tiempo después, Nora escuchó sobre las mujeres que estaban en Plaza de Mayo y se acercó. “El público que pasaba por la Plaza de Mayo muchos años no nos vio. Éramos invisibles. Nadie se acercaba a preguntar qué hacíamos ahí”, recordó en una entrevista.

Nora nunca supo que pasó con Gustavo, pero hasta sus últimos días estuvo en la calle, reclamando por lo justo. Por estos días se la recordará de distintas maneras. Hoy finaliza «Nora siempre nos cuidó», una muestra colectiva que desde hace meses se instaló en la Sala Mercedes Sosa del Centro Cultural de la Cooperación y que fue curada por el fotógrafo Alejandro Amdan. En ese mismo lugar, el martes se hizo un acto del que participaron referentes de los derechos humanos y artistas en el que abordaron el vínculo entre la militancia de Cortiñas y la de los fotógrafos que la acompañaron a lo largo de su lucha. 

El domingo, el Proyecto Biblioteca y Librería Popular Literatura Inclusiva hizo el “Festival Norita Cortiñas”, del que participaron el hijo de Nora, Marcelo, y la nieta, Lucía. “Hicimos el festival para honrar y difundir el legado de lucha y compromiso en la defensa de los Derechos Humanos, con la idea de acercar a las nuevas generaciones a conocer su ejemplo de resistencia y compromiso”, indicaron desde la asociación civil. Participaron alrededor de 1000 asistentes y se hizo una olla popular para personas en situación de calle. «Esuvieron coletivos que atraviesan diferentes luchas como hizo Norita: personas con discapacidad, personas adultas mayores o que están en situación de calle, pueblos originarios, niñeces y personas privadas de su libertad o que estuvieron privadas de su libertad», contó Federico, uno de los organizadores.

Además, este domingo el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía hará un homenaje desde las 16:30 en el Espacio Cultural Pompeya (Carlos María Ramírez 1469), «sitio al que la misma Norita defendió de las amenazas de desalojo provenientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires».

Deja una respuesta