La inversión extranjera en Cuba bajo fuego mediático (+video)
Además de disparar contra todas y cada una de las fuentes de ingreso de divisas de Cuba, el bloqueo de EEUU persigue con saña las inversiones desde terceros países. Las de sus propias empresas no es necesario perseguirlas: están complemente prohibidas por la ley.
CAPAC – por José Manzaneda en Cubainformación
Las leyes mafiosas
Desde que, en 2021, Donald Trump aprobara la aplicación íntegra de la Ley Helms-Burton, las empresas con inversión en Cuba se enfrentan a un enjambre de demandas judiciales (más de 14 mil) por parte de antiguos propietarios de empresas nacionalizadas en los años 60 y que no aceptaron las fórmulas propuestas de indemnización.
Son 87 las entidades demandadas, la mayoría vinculadas al turismo, como Meliá, Iberostar o Barceló.
Las sentencias judiciales son contradictorias. Algunas han sido favorables a estas empresas. Otras, condenatorias. Por ejemplo, cuatro empresas de cruceros han debido pagar 400 millones de dólares por haber hecho uso del Puerto de La Habana, a pesar de que el Gobierno de Barack Obama autorizó, en su momento, dichas operaciones.
Algunos inversores y sus familias tienen, además, prohibida la entrada en EEUU. Es el caso de quince directivos de la compañía española Meliá, que gestiona 35 hoteles en Cuba. ¿Alguna condena airada en la prensa española en defensa de sus empresarios? Ni una.
El objetivo de la Casa Blanca no es conseguir que compañías ya asentadas se retiren de Cuba, sino crear el pánico necesario que impida toda nueva inversión. Es imposible cuantificar el volumen de inversión ahuyentada, pero sin duda es muy alto.
La mafia mediática
En abril era presentado en Madrid el informe “Panorama de inversión española en Iberoamérica”. Explica que los factores que más afectan a dicha inversión son la inestabilidad política (la menciona el 84% del empresariado consultado), la inseguridad ciudadana y la inseguridad jurídica. En ninguno de los tres es señalada Cuba, que solo se vería afectada por uno de los factores de menor relevancia: el de “infraestructuras deficientes”. Pero, ¿qué titulares leemos? “Muy pocas empresas españolas están dispuestas a invertir en Cuba”, “Inversores españoles frenan negocios en Cuba ante panorama incierto” o “Empresas españolas ponen freno a las inversiones en Cuba”.
Son titulares de los medios de “temática cubana” ligados a la política y a los fondos del Gobierno de EEUU. Y en los que no leerán una línea sobre la causa número uno que impacta en la inversión en Cuba: “la vigencia de los títulos 3 y 4 de la Ley Helms Burton”, “el cierre de cuentas en bancos internacionales, el bloqueo de operaciones de cobros y pagos, la prohibición de acceder a determinadas tecnologías” y “la restricción del acceso al crédito”, debido a las sanciones estadounidenses a la Isla, además de las “limitaciones en nuestros desplazamientos por el hecho de haber estado en Cuba”.
Son palabras de Joaquín Samperio, presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, a las que podemos acceder… ¿a través de la prensa española? Ni lo intenten. Solo sabremos algo de todo esto gracias a la tan satanizada prensa pública cubana