Javier Milei: de la gran estafa de criptomoneda a intentar intervenir un gobierno provincial (x Stella Calloni)

Bajo el gobierno del payasesco presidente Javier Milei, detrás del cual gobiernan, desde las sombras, Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña ya se han apoderado del Atlántico Sur, la Antártida Argentina, la virtual ocupación de Tierra del Fuego, el sur de la Patagonia y otros territorios.

CAPAC – por Stella Calloni

“Hagan gritar la economía” ordenó el presidente de Estados Unidos Richard Nixon en la década del 70, ante la demora del golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile. Esto ocurrió luego de conocer los fracasos de la CIA, que intentó, mediante acciones terroristas, impedir que asumiera el mando el primer mandatario socialista elegido por el pueblo mediante elecciones.

Desde que ganó la Unidad Popular en septiembre de 1970, se produjeron una cantidad de acciones terroristas en Chile, incluyendo el asesinato del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas el general institucionalista René Schneider quien fue emboscado por militares y civiles paramilitares bajo el mando de Washington el 22 de octubre de 1970, para provocar la reacción de las fuerzas armadas y tomaran el poder antes del 7 de noviembre cuando debía asumir Allende.

Ante la resistencia de Schneider cuando intentaron secuestrarlo, fue herido gravemente y murió el 25 de octubre. En una entrevista en mayo de 1970 en el multimedio “El Mercurio”, el general Schneider había declarado que las Fuerzas Armadas iban a respetar el resultado de las elecciones, cuando ya se instalaba la posibilidad de que Unidad Popular ganara los comicios en septiembre.

Aquella frase de Nixon quedó en la historia cuando se desclasificaron en 2008 en Estados Unidos documentos importantes que demostraron la preparación del golpe de Estado en Chile, que por sus características fue un hito que marcaría todo lo acontecido con las dictaduras del Siglo XX.

Estos documentos permitieron conocer las reuniones del presidente Richard Nixon con su Consejero de Seguridad Henry Kissinger, además del jefe de la CIA, Richard Helms; el Secretario de Estado William Rogers, que revelan la trama interna de cómo esa administración preparó la desestabilización y el golpe contra el primer gobierno socialista elegido por vía electoral en el mundo.

Ya el 15 de septiembre de 1970, Nixon ordenó a la CIA “evitar que Allende asumiera el poder” lo que fue analizado como el punto de partida para las operaciones encubierta de Estados Unidos que participaron en el derrocamiento de Allende.

Según estos documentos Nixon y Kissinger iniciaron sus planes para revertir los resultados de las elecciones chilenas. En el mediodía del 12 de septiembre de 1970, Kissinger llamó a Helms para una reunión urgente del llamado “Comité 40”, que supervisaba las operaciones encubiertas del gobierno.

Estos documentos muestran cómo el Presidente estadounidense se obsesionó para impedir que Allende asumiera el gobierno y el mismo quería controlar las comunicaciones con el embajador de su país en Chile, Edward Korry, porque Kissinger le comentó que en esos momentos había que fijar como objetivo un golpe contra el presidente electo en Chile.

Si se preguntan por qué cito esto y destaco la frase “hagan gritar la economía”, es porque, a partir de aquellos trágicos momentos que precedieron al temible golpe de Estado ordenado por Washington, el cual impuso al general Augusto Pinochet, no sólo se desató una cruel dictadura militar en Chile, sino que también se iniciaron operativos secretos como la Operación Cóndor.

Esta Operación se “institucionalizó” en noviembre de 1975, cuando, en una reunión convocada por el jefe de la Dirección de Seguridad Nacional (DINA), general Manuel Contreras, se firmó en la capital chilena un pacto de muerte entre las dictaduras del Cono sur.

La misma frase resume una enorme cantidad de órdenes, entre ellas para “hacer gritar la seguridad”, como ocurre actualmente en Argentina en pleno siglo XXI, bajo el gobierno del payasesco presidente Javier Milei, detrás del cual gobiernan, desde las sombras, Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña. Estos países ya se han apoderado del Atlántico Sur, la Antártida Argentina, la virtual ocupación de Tierra del Fuego, el sur de la Patagonia y otros territorios.

¿Esto es democracia, o en realidad se instaló una dictadura encubierta, cuyos elementos se han disparado en estos días ante el golpe recibido por el gobierno de Milei por su participación activa e imprescindible en la gran estafa de la Cripto-Moneda?, de lo que no se va a librar fácilmente porque esto estalló en todo el mundo.

En estos momentos Javier Milei, está enviando una ola de decretos, no sólo para disolver el Estado argentino, sino para dejar el campo libre al decadente poder hegemónico imperial, antes de que se sea imposible mantenerlo como presiente. 

En pocos días se han emitido más decretos que en casi todo un año de gobierno para desmantelar el Estado y convertir a un país, tan importante para el diseño geoestrágico del capitalismo, especialmente por el enorme, rico y despoblado territorio argentino y para transformarlo en una enorme colonia, una estrella más en la bandera de Estados Unidos.

Esto sería parte del cumplimiento de la Doctrina Monroe de 1823, mediante la cual, América Latina y el Caribe debían ser para los americanos del norte, que hoy ha sido reactivada como lo dijo el presidente Donald Trump, y también funcionarios demócratas.

 El diseño geoestratégico de recolonizar América Latina en este siglo XXI, colocando, no ya presidentes asociados o amigos, sino directamente bajo control de la sede del imperio-imperialismo, está funcionando sin restricción alguna en estos momentos, donde la aparición de las grandes potencias que encabezan China, Rusia y otros países agrupados en el BRICS, terminó con el unilateralismo y la unIpolarización.

Está naciendo un Nuevo Orden Mundial, que parece caótico, pero en realidad es el caos de un renacimiento que nadie puede detener.

Era fácil actuar en Argentina, especialmente teniendo sus propios agentes en cargos claves en el Poder Ejecutivo, con un presidente pro sionista como es Milei, quien defiende todo lo actuado por Israel en el genocidio contra el pueblo palestino, reconocido por Instituciones internacionales, como la Corte Penal internacional de la Haya y otros incluyendo organismos de derechos humanos a nivel universal.

También está a cargo del Ministerio de Seguridad Nacional Patricia Bullrich, que públicamente ha trabajado con los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel, cuando ocupaba el mismo cargo en el gobierno del derechista empresario Mauricio Macri (2015-2019) y firmó con el entonces Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyiahu, durante su visita a Buenos Aires en abril de 2017, el control de la Ciber seguridad y de la Ciberguerra.

Esto figura abiertamente en los acuerdos nunca revisados por nadie, en materia de Seguridad y de Acuerdos militares en el transcurso del gobierno de Macri, quien autorizó la posibilidad de que tropas especiales estadounidenses puedan entrar al país libremente si “se necesita”.

 “Hacer gritar la seguridad” era fácil en la provincia de Buenos Aires, donde la ex gobernadora María Eugenía Vidal, durante la presidencia de Macri envió a entrenarse fuerzas policiales a Israel, lo cual está en internet y también los acuerdos del ministro de Defensa de Macri, Oscar Aguad, quien volvió a enviar militares al Comando Sur para entrenarse, lo que se había suspendido por la implicancia de este durante las dictaduras militares. 

La mayor debilidad que han tenido muchos gobiernos populares en nuestra América, es desconocer los documentos que se preparan en Estados Unidos a los que pueden acceder todos los políticos en nuestra región y que adelantan diez años de los objetivos imperiales.

Esas proyecciones, se definieron para los conflictos de los años dos mil que se iban a producir en América latina y el Caribe donde se plantea la Doctrina de Guerras de Baja Intensidad y contrainsurgentes, entre estos la guerra psicológica que puede derribar gobiernos y matar dirigentes populares sin disparar un solo tiro.     

Tenemos espejos donde mirarnos. Los organismos de inteligencia estadounidenses fueron los creadores de las llamadas “maras” integradas por jóvenes migrantes de las barriadas pobres y violentas, procedentes de distintos lugares especialmente Centroamérica, y en un momento dado los subieron a un avión y los mandaron a sus países de origen.

Es lo que sucedió en El Salvador con las llamadas “maras salvatruchas” que instalaron la inseguridad, los crímenes y robos, asolando a la población, que tantos años participó de las luchas por la liberación definitiva.

Acorralada por el miedo y la inseguridad, la mayoría del pueblo eligió como presidente a Yamil Bukele un siniestro personaje que impuso un sistema carcelario fascista y criminal que comenzó encarcelando a las maras, y continuó con una cantidad de campesinos, trabajadores y militantes políticos.

Por su parte, Patricia Bullrich sueña con instalar este sistema carcelario de Bukele y ya está trabajando para imponer cárceles privadas en Argentina.

El intento del gobierno de Milei de intervenir la provincia de Buenos Aires, fue una maniobra tan evidente, como el caso de la supuesta “ingenuidad” del presidente promocionando una criptomoneda.

“Hacer gritar la inseguridad” se produce en momentos en que la criptomoneda $Libra se convirtió en la mayor estafa del siglo y se quiere encubrir la responsabilidad de Javier Milei.

El tema de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires estuvo precedida por una campaña mediática extremadamente morbosa, en relación a tres crímenes en distintos lugares del estado provincial, cuando comenzaron a aparecer funcionarios y diputados de la gobernante Libertad Avanza “indignados” por la inseguridad supuestamente “incontrolable” para el gobierno de Axel Kicillof de la coalición peronista Frente de Todos.

La reacción política negativa e inmediata ante el intento anticonstitucional de intervenir la provincia de Buenos Aires, así como el nombramiento por decreto de dos jueces federales en la Corte Suprema, entre otros ‘decretazos’, forma parte de la desesperada carrera del presidente Milei para ‘limpiar’ el camino hacia su proyecto imperial del siglo XXI: apropiarse de un país donde dominan estructuras judiciales infiltradas, los medios masivos de incomunicación, un Ejecutivo que realiza el ‘trabajo sucio’, y la complicidad de legisladores y políticos de distintos partidos, evidentemente comprados.  Esto lo señala hoy The New York Times al referirse a los insostenibles hechos de corrupción.

Las cartas están echadas, y las dirigencias políticas deben actuar rápidamente unidas y organizadas, para salvar al país ya y ahora, mañana sería tarde.     

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