Gobierno de Brasil destituye a 40 militares que trabajaban en la residencia presidencial
El Gobierno brasileño decidió destituir a 40 militares que trabajan en la seguridad del Palacio de la Alvorada, en Brasilia, la residencia oficial de los presidentes de ese país.
CAPAC – fuentes Sputnik
La decisión consta en la edición de este martes 17 de enero del Diario Oficial de la Unión y desvincula a los 40 militares de «la coordinación de administración del Palacio de la Alvorada y la coordinación general de la Administración de Residencias Oficiales».
La determinación, que no viene acompañada de una explicación, afecta a militares del Ejército, la Marina y la Aeronáutica de baja patente (soldados y cabos, sargentos), quienes continuarán en las Fuerzas Armadas, pero en otras actividades.
La destitución llega en medio del clima de desconfianza expresado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por la actuación de los militares durante el intento de golpe de Estado perpetrado por bolsonaristas el pasado 8 de enero.
La semana pasada, Lula aseguró que hubo connivencia por parte de integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía Militar del Distrito Federal con los bolsonaristas radicales que atacaron e invadieron el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo y el Palacio del Planalto, la sede de la presidencia.
El Palacio de la Alvorada, situado algo alejado de la plaza de los Tres Poderes donde ocurrió el asalto golpista, es la residencia oficial del presidente, pero Lula y su esposa Janja da Silva todavía no se han mudado y están temporalmente en un hotel.
Janja da Silva, la primera dama, mostro recientemente en un programa de televisión los desperfectos dentro del palacio causados por el expresidente Jair Bolsonaro tras dejar la residencia después de cuatro años.
Las sospechas de Lula
La semana pasada, en un desayuno con periodistas, Lula acusó a «muchos» policías y militares de haber sido «conniventes» con el caos generado en la capital brasileña. «Estoy convencido de que la puerta del Palacio de Planalto fue abierta para que esas personas entraran, porque no hay ninguna puerta rota, es decir, alguien les facilitó la entrada», manifestó el presidente de Brasil.
«Estoy esperando que se asiente el polvo. Quiero ver todas las cintas grabadas. Había muchos agentes conspiradores», dijo Lula, quien optó por nombrar a personas de confianza para que sean sus asistentes ante las dudas frente a algunos militares designados en el gobierno pasado por Augusto Heleno, exministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI).
El líder de izquierda, que protagonizó un espectacular regreso político luego de años opacado por un escándalo de corrupción del que fue absuelto, subrayó que la revisión del equipo de trabajo buscará privilegiar «funcionarios de carrera, de preferencia civiles». Además planteó que «no puede permanecer aquí adentro alguien sospechoso de ser bolsonarista radical».
Más destituciones
La Secretaría General de la Presidencia también destituyó este martes a un cabo de la Fuerza Aérea que trabajaba en Granja do Torto, un teniente que estaba en la Coordinación General de Administración de Residencias Oficiales y un teniente coronel de la policía militar de Brasilia. El GSI, encargado de cuidar la seguridad del presidente, el vicepresidente y los palacios presidenciales, también despidió este martes al personal militar.
La cartera destituyó a tres militares del cargo de asesor técnico militar en la Coordinación General de Operaciones de Seguridad Presidencial, entre ellos el teniente coronel del ejército Marcelo Ustra da Silva Soares. Según el portal Metrópoles, Marcelo es pariente del coronel retirado Carlos Alberto Brilhante Ustra, considerado uno de los principales torturadores de la dictadura militar (1964-1985).
Ustra, quien murió en 2015 a los 83 años, comandó de 1970 a 1974 el DOI-Codi, el órgano de represión de la dictadura, donde se registraron al menos 45 muertes y desapariciones forzadas según un informe elaborado por la Comisión Nacional de la Verdad. Brilhante Ustra fue considerado un «héroe nacional» por el expresidente Bolsonaro.