Francia presenta controvertida reforma al sistema de pensiones
La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, presentará este martes un plan para reformar el sistema de pensiones que busca retrasar la edad de jubilación que ya ha suscitado fuertes críticas y convocatorias de protestas por parte de opositores de izquierda y sindicatos.
CAPAC.- tomado de Telesur
Se espera que la edad mínima de jubilación para tener derecho a una pensión completa aumente gradualmente de 62 a 64 o 65 años, en línea con una antigua promesa del presidente Emmanuel Macron.
La medida desde que se adelantó a los medios, ha provocado un fuerte rechazó de las centrales obreras y sindicatos que indicaron que el proyecto no pasará, al tiempo que estiman realizar movilizaciones y huelgas.
El jefe de Estado ha dicho que los franceses deben trabajar más para equilibrar el presupuesto de pensiones, uno de los más costosos del mundo industrializado.
También Macron accederá a extender la reforma a lo largo de nueve años, a razón de cuatro meses por año para retrasar la edad de jubilación, lo que, según las cuentas del ministro de Hacienda, Gabriel Attal, ya supondrá un ahorro de unos 8.000 millones.
El Gobierno pretende aumentar el importe de la pensión mínima, hoy en mil euros, que podrían incrementarse hasta los 1.100 ó 1.200, siempre y cuando se hayan cotizado 43 años (42 actualmente).
Sin embargo, los dos extremos de las fuerzas parlamentarias, Agrupación Nacional (RN) y La Francia Insumisa (LFI) se opondrán frontalmente a la reforma, cada uno con sus argumentos, muy dispares entre sí.
El Gobierno no descarta recurrir al polémico procedimiento parlamentario, conocido como 49.3, que le permite adoptar una ley sin someterla a votación.
En Francia este proyecto de pensiones ha levantado una gran discusión en medios de prensa televisada y escrita.
En su discurso de Año Nuevo, Macron defendió que la reforma busca equilibrar la caja de las pensiones, que registraría un déficit por el aumento de la esperanza de vida, y proteger su sistema redistributivo.
En Francia, los trabajadores en activo pagan las pensiones de los jubilados, cuyo porcentaje aumenta gradualmente frente a los primeros.