ETECSA: la guerra contra Cuba
La mafia de Miami, el Gobierno de EEUU y la ultraderecha internacional tratan de sacar provecho del descontento generado en Cuba, especialmente entre personas jóvenes, por el aumento de tarifas de Internet anunciado por la empresa estatal ETECSA
CAPAC – en El Batazo de Cubainfirmación
La mafia de Miami, el Gobierno de EEUU y la ultraderecha internacional tratan de sacar provecho del descontento generado en Cuba, especialmente entre personas jóvenes, por el aumento de tarifas de Internet anunciado por la empresa estatal ETECSA, consecuencia de la falta de divisas y recursos, provocada a su vez por la guerra contra la economía cubana ejecutada desde los centros de poder de Washington.
Desde Cubainformación (coincide el CAPAC con ésta apreciación) no vamos a debatir ni a opinar sobre decisiones difíciles e impopulares del estado cubano, en el marco de una economía de guerra, tampoco sobre las críticas (desde todos los espacios sociales y políticos) a estas decisiones. No es nuestro papel.
Pero sí vamos a dejar algo claro: detrás de esta situación están los enemigos del pueblo cubano: la Casa Blanca, Marco Rubio y la contrarrevolución anticubana. Y a todos ellos y ellas… ¡ni un tantico así!
En un texto magistral, que suscribimos, Lyn León, cubano residente en EEU, decía: “En estos días hemos escuchado, con profundo dolor, los argumentos de los clientes de ETECSA y los emitidos por esta empresa. He escuchado un reclamo, por demás válido, entre los cubanos sobre el creciente costo de la vida. Abruma, desespera, aturde los sentidos. En Cuba hay una situación especial, distinta, única: el bloqueo.
Ese villano que mete su daga profunda, perfora cada víscera de la sociedad cubana y, sin embargo, muestra al mundo su daga limpia, impoluta. El bloqueo quiere que nos culpemos unos a otros. Quiere incluso que se tomen medidas de choque para producir indignación e insurgencia. Empuja estratégicamente para que no se tenga más remedio que adoptar medidas impopulares y drásticas. Con su inmensa red mediática, quiere que comparemos el pasado con el presente; quiere encontrar culpables donde solo hay víctimas. Hoy, con tal de dañar al vivo, glorifican a aquel que quisieron asesinar más de 600 veces.
El bloqueo quiere la guerra fratricida: cubano contra cubano… para luego intervenir. Desde una mesa servida con mantel, es tan inmoral llamar a la sublevación popular como promover el amor a los libros. ¡Siempre hay que promover el amor a los libros y la lectura! No criticaré ni a la empresa ni a sus clientes. Ya hay demasiado de un lado y de otro. ¡Al Bloqueo, Sí!”
Guerra mediática desde adentro
Un ejemplo de excrecencia propagandística al máximo nivel, publicada por el medio sostenido con dinero de la Casa Blanca “Diario de Cuba”. Su “periodista” residente en La Habana dice cosas como estas: “Estamos en guerra contra el castrismo. Las guerras no son bonitas, las guerras requieren enormes sacrificios. Las guerras duelen, dañan, empeoran todo antes de poder mejorarlo… pero hay guerras necesarias. Quien quiera una Cuba sin castrismo debe estar listo a pagar el precio, debe estar listo a sacrificarse y peor, mucho peor, debe estar listo a sacrificar a sus seres queridos, llevando al país al punto donde las familias en esta isla sufran lo indecible en escaseces de todo tipo.
El congresista cubanoestadounidense Carlos Giménez acaba de entonar las notas del a degüello (de manera metafórica) contra la dictadura, pide una ley que prohíba viajes y remesas. Por supuesto que las familias en Cuba sufrirán más. Por supuesto que veremos escenas dantescas, y por supuesto que no es esta una solución asegurada. Pero de nuevo, quien no está listo para sacrificarse no merece recompensa, y no hay recompensa mayor que una Cuba sin castrismo”. Es propaganda de guerra en estado puro y debería haber un proceso penal. Las leyes están para ello.
Una perla más
Vergüenza ajena: “Hay cosas que te trauman: publicaron que Gloria Estefan cuando huyó de Cuba con su familia” el texto afirma que “la artista que era apenas una niña cuando la dictadura llegó al poder”. ¿Dictadura? ¡Si era lo que había en Cuba cuando triunfó la Revolución! ¡Y su padre era, ni más ni menos, escolta de la esposa del dictador Fulgencio Batista! Seguimos: “Llegó a Estados Unidos con su madre y sus hermanos huyendo de la dictadura en Cuba. Corrió con la mala suerte de que estaba en el palacio presidencial el día de la revolución y terminó preso durante tres meses. Así que decidieron irse”. Cuando paren de reírse, nos avisan por favor.