Emigración cubana: forzada, utilizada y ahora… deportada

En forma ilegal y retroactiva EEUU anula el “parole Humanitario” que permitía la residencia legal por dos años a los migrantes cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses hasta normalizar la documentación exigida por migraciones.

CAPAC – fuente “El Batazo” de Cubainformación

El Gobierno de Trump, de manera ilegal y retroactiva, saltándose el más mínimo sentido del derecho, ha anulado el llamado «parole humanitario», figura jurídica migratoria que el Gobierno anterior de Joe Biden ofreció a personas procedentes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua. El parole les ofrecía un estatus legal por dos años, siempre que consiguieran un “patrocinador” económico en EEUU.

En el caso de Cuba, más de cien mil personas a las que se les otorgó este estatus, que cumplieron todas las condiciones legales y que, además, tenían la oportunidad añadida de acogerse, en un breve plazo, a la Ley de Ajuste Cubano y así obtener la residencia permanente en doce meses, ahora han quedado «fuera de ley» y pueden ser deportadas.

Es decir: miles de cubanas y cubanos a quienes el Gobierno de EEUU les ha pauperizado sus condiciones de vida, hundiendo la economía de su país mediante cientos de sanciones al turismo, las exportaciones, las finanzas y las inversiones, a quienes se les obligó a emigrar (emigración económica forzada), ahora quien creó dicha situación decide perseguirlos, tras haber utilizado la “ola migratoria cubana” de los últimos años para atacar políticamente el Gobierno Revolucionario de la Isla. Es un ejemplo más del carácter criminal de la Casa Blanca y de la ultraderecha cubanoamericana que, ahora, ¿qué explicación dará a la «comunidad cubana migrante» que ha utilizado y engañado?

Israel Rojas, músico, intelectual cubano, publicaba una aguda reflexión en las redes: “Se habla de que van a deportar a compatriotas que partieron en busca de una salida a la crisis, una crisis provocada, en primer lugar, por la guerra económica, comercial y financiera que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto sobre el pueblo cubano. Pues bien, aquí estamos, listos para recibirlos con los brazos abiertos. Al menos yo, lo haré con música que refleja tanto nuestras luces como nuestras sombras como nación. Música que intenta llevar un poco de alegría a los corazones de quienes disfrutan lo que hago. Lo que realmente me resulta increíble es el silencio de aquellos artistas e intelectuales que en su momento fueron extremadamente críticos con las innegables deficiencias y errores de las autoridades cubanas. Muchos de ellos, ya en «tierras de libertad», parecían desagradecidos y selectivamente olvidadizos de los beneficios que Cuba les permitió alcanzar. Pero ahora, cuando las máscaras caen y los eufemismos quedan al descubierto (ni la prensa «independiente» es realmente independiente, ni quienes «huyen del comunismo» encajan en el «sueño americano») y es evidente que el bloqueo sí existe, y con las políticas de recrudecimiento, todos perdemos, mientras los políticos parásitos se benefician del dolor de la mayoría… ahora reina un silencio ensordecedor. ¿Acaso ya no tienen el valor para meterse en este lío? ¿Acaso no ven que favorecer una relación de respeto y buena vecindad es garantía de buen vivir y paz para ambas naciones? ¿O será que saben que las consecuencias negativas de sus rebeldías, las verdaderamente horribles, las sufrirán allá y no aquí? Sólo el tiempo lo dirá. Vivir para ver”.

Mientras la gusanera neofascista anda que trina ahora ¡con Kevin Costner!, al que la senadora republicana María Evira Salazar se ha dedicado a insultar en las redes sociales porque, asegura, tras visitar Cuba y reunirse con el presidente Miguel Díaz-Canel, ayudará a «enseñar el comunismo» en EEUU. ¿Será que a Kevin Costner habrá que llamarle desde ahora Lenin Costner?

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