En la actual visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Argentina, Chile y Brasil, se ha puesto de relieve, por parte de los anfitriones, la postura en defensa de la paz. América Latina vuelve a dar lecciones de su compromiso como zona de paz, y de no involucrarse en conflictos como el de Ucrania, ni aceptar la política de sanciones que utilizan Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia.

CAPAC.- tomado de Granma

En la actual visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Argentina, Chile y Brasil, se ha puesto de relieve, por parte de los anfitriones, la postura en defensa de la paz.

En las conversaciones con los presidentes Alberto Fernández, de Argentina; el chileno, Gabriel Boric, y el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el Jefe de Gobierno de la conocida como «locomotora europea» ha expresado interés en consolidar el Tratado de libre comercio entre los países de la Unión Europea y los del Mercosur; y no menos importante, sobre la explotación de minerales como el hierro, cobre, zinc, plomo y litio, entre otros.

Significativa ha sido la posición latinoamericana, expresada por sus mandatarios, acerca de la solicitud estadounidense y de algunos dirigentes de la Unión Europea, de involucrar a América Latina en el envío de armas y municiones a Ucrania. Es decir, hacerlos partícipe del conflicto europeo. Las respuestas fueron coherentes con lo que recién afirmó la Cumbre de la Celac celebrada en Argentina, cuando se defendió el principio del No a las guerras y del sí al diálogo y a la cooperación.

Es totalmente opuesta la decisión de los países de nuestra región a la política militarista y de sanciones que impone Estados Unidos en las relaciones internacionales, y que la Unión Europea ha seguido participando directamente en acciones contra Rusia, que afectan a los propios pueblos de sus naciones.

En el recorrido del canciller alemán por tres países sudamericanos, se evidenció, además, su claro interés en reducir el comercio de la región con los mercados ruso y chino, en franco crecimiento y consolidación.

Respecto al tema de Ucrania, Scholz expuso, una y otra vez, la posición de su gobierno, unas veces con criterios ambiguos, como el de asegurar que «no hay país que apoye más a Ucrania que Alemania», o su «reconsideración» sobre el envío de tanques Leopard 2 a Kiev, luego de haber negado tal opción; o lo manifestado en Chile, de que ellos «no permitirán que la guerra en Ucrania escale a un conflicto entre Rusia y la otan».

América Latina, como acaban de expresar los mandatarios de Argentina, Chile y Brasil, no se involucrará en guerras, y hará todo lo posible por su solución a través del diálogo.

«Argentina y América Latina no enviarán armamento a Ucrania ni a ningún otro lugar en conflicto», ha asegurado el mandatario Alberto Fernández.

Lula, con postura similar, decidió «rechazar la solicitud del gobierno alemán para hacer un envío de municiones de tanques para ser trasladadas a Ucrania».

El mandatario brasileño también dijo No al pedido de sumarse a las sanciones contra Rusia.

México, aunque no incluido en esta gira del canciller alemán, se ha pronunciado, en voz de su presidente, Andrés Manuel López Obrador, contra el envío de armas a Kiev, a la vez que ha criticado a Alemania por autorizar el traslado de tanques Leopard 2, lo cual consideró «afectará principalmente a los alemanes».