Denuncian el “Plan de guerra” de EEUU contra Venezuela
En un «juego de guerra» de la Otan, se practicó la denominada «Operación Balboa» y atacaron la zona occidental del país. Junto a las fuerzas estadounidenses participarían de los ejércitos de Colombia, Brasil y Guyana.
CAPAC – por Ramón Pedregal Casanova, tomado de Cubainformación.TV
Los cincuenta países que apoyaron al mercenario Guaido callan ante lo que EEUU hace para acabar con la legalidad y legitimidad de la Revolución Bolivariana. Están atados y subordinados a los intereses del poder imperial, industria de guerra, bancos, multinacionales del petróleo y el gas, mundo financiero, … Con este hilo todo está atado, todo está envuelto, con su invisible fuerza se sostiene precisamente, por los siglos de los siglos el Imperio de Su Majestad.
El caso de España es especialmente provocador cuando tras haber participado en intentos de golpe de Estado con Aznar, y apoyo de toda la prensa, con Pedro Sánchez ha dado alojamiento en la embajada en Caracas al prófugo de la justicia por asesinato Leopoldo López, además de aceptar como candidato al europarlamento de otro en la misma línea o llegar a decirle al Presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, que le daba ocho días para marcharse.
Ya en el 2001, al poco de que el Presidente Chávez se hiciese cargo de la Presidencia Bolivariana, los golpistas estadounidenses y sus cómplices tenían en marcha planes de invasión.
Invadida Venezuela en «juego de guerra» de la Otan
Entre el 3 y el 18 de mayo de 2001, las Fuerzas Armadas de España, alimentadas con abundante, minuciosa y secreta información militar y de defensa sobre Venezuela, Colombia y Panamá, realizaron un «ejercicio de simulación de operaciones aéreas», terrestres y navales donde fuerzas norteamericanas y «de países aliados», autorizadas por la ONU, y desde bases en Panamá y Colombia, planificaron la bautizada «Operación Balboa» y atacaron la zona occidental del país.
Se trata de lo que en el área castrense y de la geopolítica llaman «juegos de guerra», donde se simulan escenarios y situaciones que permiten -a las fuerzas participantes- prácticas avanzadas de ataques y defensa.
¿Cuánto peligro verían para sus intereses y cuán inmersos estarían en la corrupción que veían se les ponía en peligro? A tenor de las medidas que tomaron podemos deducir que sus intereses en derrotar la Revolución en el gobierno, eran propios del imperialismo, o, dicho de modo sencillo: de la mafia del mundo.
Pero no han perdido el tiempo, han intentado golpes de Estado, invasiones, revueltas callejeras que destruyesen los bienes públicos, una y otra vez. Y ahora, el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la ONU, Doctor Samuel Moncada, ha rebelado un último plan de invasión imperialista pretextando salvar a Venezuela de la situación creada por la Covid 19.
Con ello Trump busca un golpe que le permita ganar las elecciones (en EEUU el lanzamiento de guerras tradicionalmente da votos) y seguir en la presidencia. Para la invasión está prevista la participación en un primer momento junto a los yanquis de los ejércitos de Colombia, Brasil y Guyana.
La invasión consta de 8 etapas que se enumeran a continuación
1) Acorralar a Rusia para que no pueda oponerse. Ya lo están llevando a cabo con participación europea.
2) Realizar un blackout informativo (cerco mediático, ataque a Tele Sur, bloqueo de youtube, de RT, Hispan TV, Twitter, …)
3) Alimentar a la oposición interna. Vuelve a oponerse a las elecciones.
4) Crear un Casus belli con Iván Duque (Colombia), mediante provocaciones y declaraciones falsas.
5) Desaparición de Carlos Lanz, antiguo guerrillero y estratega venezolano, en busca de esa espiral de violencia.
6) Usar la Covid 19 como aliado antes de que llegue la vacuna rusa a Venezuela, con la que la Revolución saldría del momento actual dedicada fundamentalmente a salvaguardar la salud de la población.
7) Incentivar el malestar social.
8) Activar el terrorismo y la sorpresa de octubre, nombre que le han dado a la invasión que quieren realizar antes de las elecciones, que son el 3 de Noviembre, en EEUU.
La élite estadounidense, el aparato militar-industrial busca el momento para generalizar la guerra. Ya Obama decretó que Venezuela es un peligro para la seguridad de EEUU, y a continuación impuso el bloqueo que ha costado a la Revolución Bolivariana 194.000 millones de dólares. ¿Quienes son mejores, republicanos o demócratas?: ninguno, las diferencias son tácticas y de lenguaje; los demócratas culebrean y confunden, en público dicen una cosa y en privado hacen otra, el ejemplo más claro fue Cuba: mientras Obama endurecía el bloqueo hablaba y hacía algún movimiento que debía transmitir acercamiento.
Por lo que respecta a Venezuela no manifiestan diferencias, quieren hundirla lo antes posible para que no se convierta en otro ejemplo de mundo solidario, crítico, con proyectos de igualdad y justicia social, con vivienda digna y sanidad y enseñanza universales, con las necesidades mínimas cubiertas: Todo lo contrario a EEUU, donde la pobreza se ha instalado entre 40 y 50 millones de estadounidenses, donde el paro alcanza a otros 40 millones, donde no hay bienes sociales como la enseñanza, la vivienda, la sanidad, donde el racismo, las matanzas, y las cárceles con el mayor número de presos del mundo, son muestras de su atraso, inhumanidad, y su esencia enemiga, contraria, a cualquier sociedad soberana y con rasgos de vanguardia.
Lo que la élite guerrera yanqui llama el destino manifiesto no resulta ser la elección divina sobre ella, como pretende, es el destino nefasto para la clase trabajadora, destino que muestra su cara más cruel en los momentos en los que la contradicción entre el capital y el trabajo se manifiesta sin tapujos, quiere decirse en plena crisis del capitalismo y además con su circo electoral entre facciones de multimillonarios.
El Estado sirve a la gran burguesía, su único fin es el beneficio y la protección de sus intereses, no cuida la producción para cubrir necesidades de la mayoría, la clase que crea al Estado lo emplea para que la guarde, y en el caso de la guerra que desarrolla contra Venezuela busca la riqueza de ese país, tirando del hilo de la araña que envuelve a sus países mercenarios o de usar y tirar.