Colombia un país en ruinas
Todo indica que para alcanzar un gobierno progresista encabezado por el candidato Gustavo Petro, el 45 % de la población que no acudió a ejercer su voto en las urnas en la primera vuelta, tendrá que salir en esta ocasión a hacerlo pues sino vendrán tiempos muchos más difíciles para el país si gana el representante derechista Rodolfo Hernández, admirador de Hitler y discriminador de las mujeres, entre otros males
CAPAC – por Hedelberto López Blanch (*)
La contundente frase del título la expresó el senador Iván Cepeda al catalogar la gestión del gobierno saliente de Iván Duque ya que no han sido solo los conflictos armados y la represión sino también la depreciación económica y social que ha sufrido el país.
Esta es la encrucijada en la que deberá trabajar el próximo gobierno cuando el 19 de junio se decida en las urnas quién ganará las elecciones, si Gustavo Petro, líder progresista o Rodolfo Hernández, un admirador de Adolfo Hitler y opuesto a la igualdad social de las mujeres.
Petro, por la coalición Pacto Histórico, ganó las elecciones primarias con el 40 % del sufragio, mientras Hernández le siguió con 28 %, pero para el balotaje del 19 de junio, los otros partidos de derecha lo apoyan; los medios hegemónicos lo catapultan; las encuestadoras (dominadas por el sistema político) lo ponen en un empate con su opositor, y como es lógico, Estados Unidos está influyendo por todos los medios para que se alce con la “victoria”.
Washington que posee siete bases militares en Colombia y acaba de promover a ese país como aliado preferencial estratégico de la OTAN no quiere que por ningún motivo gane un presidente nacionalista y progresista como Petro.
Recientemente el diario The New York Times explicó que el candidato por el Pacto Histórico logró obtener la abultada cifra de 8,5 millones de sufragios debido a la frustración de los votantes por la pobreza, la desigualdad y la inseguridad presente en la nación, exacerbada por la pandemia, junto a una creciente aceptación de la izquierda tras el proceso de paz firmado en 2016.
Pero detallemos cuál es el panorama que dejará Iván Duque a su predecesor, quien asumió la presidencia el 7 de agosto de 2018 con la falsa propaganda de combatir la desigualdad, la pobreza y elevar el bienestar de la población.
Según Indepaz, desde el 26 de septiembre de 2016 cuando se firmaron los acuerdos de Paz en La Habana entre la guerrilla y el gobierno, han sido asesinados 1 306 líderes y defensores de derechos humanos; han ocurrido 310 masacres y fueron ultimados 320 firmantes del acuerdo de paz.
Solo de enero a mayo de 2022 fueron diezmados 79 líderes y defensores de derechos humanos; 44 masacres y asesinados 21 firmantes del acuerdo de paz.
A medida que se profundizaba la crisis por la pandemia de Covid-19 y la violencia permanente en todo el territorio nacional, Duque impulsó en 2021 una reforma tributaria que expertos calificaron de inhumana porque incluía un impuesto del 19 % a los servicios públicos y productos básicos de la canasta familiar, la cual debió retirar por las grandes manifestaciones cuyas represiones dejaron 87 muertos y 1 905 heridos.
Aunque los datos de diversas organizaciones internacionales se diferencian en algunas cifras, lo cierto es que en todos los casos son sumamente elevadas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asegura que la pobreza alcanzó al 42.5 % de la población. Para la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) el Programa Mundial de Alimentos (PMA) Colombia se encuentra en inseguridad alimentaria aguda y la situación se puede deteriorar más. El documento emitido por esas entidades indicó que “este país se posiciona como el único en Sudamérica con este estatus de punto crítico de hambre.
El debilitamiento de la moneda, el aumento de precios y la reducción del poder adquisitivo lo pone en riesgo de padecer una crisis de hambre en 2022. La FAO incluyó a Colombia en la lista de países con hambre aguda lo que concuerda con datos de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia que destacan que el 54 % de la población está en situación de hambre.
Producto de esa situación, añade, 554.000 niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica mientras que siete millones de colombianos viven en la pobreza extrema y otros21 millones afrontan serias dificultades monetarias para adquirir alimentos.
Por su parte, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) señaló que en 2021, en términos reales cerca de 21 millones de colombianos subsisten con menos de 90 dólares al mes y los que viven en extrema pobreza alcanzan los 6,3 millones.
Además, la inflación alcanzó en los dos primeros meses del año 9,2 %, los niveles más altos en las últimas décadas. Cifras oficiales muestran que el 39 % (del 51,6 % de los habitantes aptos para el trabajo) estaban semiparados, mientras la OCDE informó que Colombia se mantiene en el tercer lugar en la lista de esa organización con mayor tasa de desempleo con 11,3 % superado por Grecia (12 %) y España (13 %). En cuanto a la vivienda desde el año 2018 hay una espiral inflacionaria al crecer los precios en 33 % por lo que es difícil obtener una habitación permanente.
Todo indica que para alcanzar un gobierno progresista encabezado por el candidato Gustavo Petro, el 45 % de la población que no acudió a ejercer su voto en las urnas en la primera vuelta, (unos 15 millones) tendrá que salir en esta ocasión a hacerlo pues sino vendrán tiempos muchos más difíciles para el país si gana el representante derechista Rodolfo Hernández, admirador de Hitler y discriminador de las mujeres, entre otros males
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(*) Escritor y Periodista cubano. Colabora con el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones, entre los libros que escribió destacamos «Miami Dinero sucio»