CELAC Social, oposición al avance la extrema derecha en la región
Al avance de la extrema derecha en la región, se opone la fortaleza de la unidad de las organizaciones libres del pueblo, más de 400 organizaciones políticas y movimientos sociales de América Latina, el Caribe y el Sur Global, se dieron cita en Tegucigalpa, Honduras.
CAPAC – por Alejandro Javier Rusconi (*)
El pasado 29 de junio, en un contexto caracterizado por el avance de la ultraderecha y una profundización de la ofensiva de EEUU y sus aliados en la región, más de 400 organizaciones políticas y movimientos sociales de América Latina, el Caribe y países del Sur Global, se dieron cita en Tegucigalpa, Honduras, para participar de la II Cumbre de la CELAC Social, en ocasión de conmemorarse 15 años del Golpe de Estado perpetrado contra el entonces Presidente Manuel Zelaya.
La conformación de la CELAC Social, surgió de un acuerdo previo entre las organizaciones acerca de la necesidad de generar un ámbito de interlocución, diálogo democrático e intercambio entre los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil acerca de los grandes desafíos que enfrenta la región
Luego de varios encuentros, en enero de 2023, las organizaciones sociales, políticas, sindicales, feministas, territoriales, de pueblos originarios y otros colectivos, de manera democrática, soberana e independiente de los gobiernos, acordamos constituir este espacio, al que bautizamos con el nombre de CELAC Social, en el entendimiento de que, más allá de su institucionalización, constituye el anhelo y la expresión más genuina de la voz de los pueblos y del verdadero espíritu que impulso la creación la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en diciembre de 2011, en el marco de la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC) y la XXII Cumbre del Grupo de Río e inspirada en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826, acto fundamental de la doctrina de la unidad latinoamericana y caribeña, en el que nuestras jóvenes naciones soberanas plantearon la discusión de los destinos de la paz, el desarrollo y la transformación social del continente.
Quizás, en los argumentos señalados, subyacen las verdaderas razones del ataque y la nota que firmaron “algunos Presidentes”, (Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana) intentando desprestigiar y desconocer la Cumbre y la Declaración de Tegucigalpa, bajo la excusa de que la misma “no fue consultado con los Estados miembros, ni representa la visión ni opinión consensuada” de los países que integran el bloque”. Situación que confunde los ámbitos y denota un profundo desconocimiento por parte de los firmantes de la realidad y el accionar del movimiento social, que no requiere de la autorización o tutela de nadie en tanto es autónomo e independiente y cuyo objetivo no es suplantar a los gobiernos en sus instancias intergubernamentales.
Pronunciamiento, que por otra parte, no fue consensuado con los restantes Jefes y Jefas de Estado de los países de América Latina y el Caribe que integran la CELAC (recordemos que la Comunidad la integran 33 países), entre quienes se encuentra la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anfitriona del encuentro.
En ese sentido, es importante remarcar que la CELAC Social constituye un ámbito de verdadera integración de los pueblos que vas más allá de la institucionalidad, que muchas veces se encuentra limitada, en sus avances, por el hecho de estar sujeta a los vaivenes, cambios y /o reveses políticos o electorales que se suceden en la región. Como lo hemos visto claramente en las últimas décadas tanto con UNASUR como con CELAC.
La CELAC Social es un espacio que se construye y organiza desde abajo, transversalmente, de manera democrática y participativa. Donde se debaten y se plasman las necesidades y los problemas fundamentales que nos afectan y se idean soluciones para enfrentar los verdaderos desafíos que tienen por delante los pueblos de la región, en un mundo que se presenta cada vez más complejo y donde se visualiza una avanzada del fascismo, los discursos de odio y la guerra.
La CELAC Social representa a las fuerzas vivas de nuestros pueblos, en ella subyace el verdadero ideario que le dio origen a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Es en el ámbito de la CELAC Social donde hoy se expresan y se defienden los objetivos, valores y principios plasmados en las Declaraciones emanadas de la CELAC que hoy son desconocidas por varios mandatarios que, a pesar de integrarla, impulsan la vigencia de un segundo Plan Cóndor en la región, contrariando su verdadera esencia.
Es oportuno recordar que la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños es portadora de la historia de nuestras luchas independentistas y revolucionaria. Que nació ante la necesidad de contar con un mecanismo de integración propio, sin la presencia de EEUU y Canadá, contraponiéndose, en este sentido, a lo que había significado el rol de la OEA y su complicidad con los golpes de Estado y las intervenciones militares de EEUU en la región.
Quizás allí descanse la razón de los ataques a esta II Cumbre y a la “Declaración de Tegucigalpa” que los interpela y deja en evidencia su política de vasallaje.
Sin dudas, CELAC Social, es el ámbito desde el cual se sostiene la vigencia de la historia de la CELAC, de su génesis, porque es desde ese lugar desde donde continuamos sosteniendo el no alineamiento, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. Exigiendo el fin de los bloqueos y las sanciones unilaterales impuestas por EEUU y sus aliados. Condenando la guerra, la militarización de nuestros territorios y defendiendo la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de PAZ (2014).
En un contexto donde la ultraderecha viene ganado terreno y frente a la paralización de las instituciones de la integración regional, especialmente la UNASUR y la CELAC, provocada por los gobiernos alineados con la política de EEUU, consideramos un acierto haber la CELAC Social y nuestra tarea es continuar fortaleciéndola como ámbito no solo de resistencia, sino también de generación de iniciativas y de propuestas en diversos ejes que hacen a la integración de nuestros pueblos desde lo político, lo social y lo cultural y que expresa la necesidad de seguir oponiéndonos a quienes, en este nuevo escenario, pretenden volver a la lógica del patio trasero, a la doctrina Monroe.
Por ello, como claramente quedo plasmado en la Declaración de Tegucigalpa, no podrán silenciarnos, no hay fin de ciclo ni derrota definitiva, así que aquí estamos las organizaciones libres del pueblo unidas, para recordarles que no nos han vencido.
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(*) Coordinador de la CELAC Social, miembro del Foro de Sao Paulo y de la Asociación Americana de Juristas