Armenia: manifestaciones en favor de Rusia y EE.UU intenta crear nuevo frente de guerra
La visita de la congresista estadounidense Nancy Pelossi a Azerbaiyán no sólo fue una «jugada política» que envalentonó a los pro-occidentales, sino que prendió un llamado de alerta en amplios sectores de la sociedad, que consideran a Rusia como uno de los principales pilares del sistema de seguridad nacional.
CAPAC – por Adrián Lomlomdjian en Nor Sevan
«Se puede estar de acuerdo con Lenin o Putin, podremos discutir sobre ellos e incluso insultar a Rusia por cosas puntuales que no nos gustan. Pero que nos enemisten o nos alejen de ella, no lo permitiremos. Sin Rusia, la continuidad de la existencia de Armenia, Artsaj y los armenios sería cuestión de minutos...».
Podemos afirmar que en esta frase está sintetizado el pensamiento de la gran mayoría del pueblo de Armenia y de muchos de los millones de sus descendientes que habitan la diáspora. Un pensamiento basado en los acontecimientos de los últimos doscientos años y en la realidad vivida por los armenios a lo largo de su historia más reciente.
El ataque azerbaiyano sobre territorio soberano de Armenia (y no sobre Artsaj/Karabaj) no hizo más que reafirmar lo que veníamos advirtiendo desde estas páginas: la necesidad de Occidente (Estados Unidos-Unión Europea-OTAN) de abrir urgente un segundo frente contra Rusia y el peligro concreto de que Azerbaiyán «se hiciera cargo» de esa tarea, alentada por sus principales aliados militares -Turquía e Israel-, que a la vez son socios íntimos de Occidente.
Mientras rápidamente Rusia lograba el alto el fuego, y la Unión Europea, junto al Papa Francisco, convocaban a Ereván y Bakú a retomar el camino de las negociaciones, Estados Unidos enviaba a Ereván a uno de sus halcones preferidos a la hora de provocar (recordemos Taiwán), la presidenta del Congreso, Nancy Pelossi, quien lejos de llamar a la paz, montó una puesta en escena intentando llevar agua al molino de las fuerzas anti-rusas del país, acusando a Azerbaiyán de la agresión y ofreciéndole armas a Armenia.
Quedan más que claros los objetivos que persiguen las principales potenciales internacional, por un lado, y también, a qué juegan los gobiernos de la región.
Pashinian, quien no deja pasar un día sin hablar de la paz y de la necesidad de diálogo, públicamente dijo «no estar satisfecho del accionar de sus socios de la OTSC» (alianza militar que integra con Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán), en lugar de «agradecer haber logrado un rápido cede de las hostilidades».
En cambio, el mismo Pashinian y las máximas figuras de su gobierno prepararon un show político pro-occidental, que incluyó la visita de Pelossi, una pomposa recepción en cada sitio que visitó, su llanto en el Memorial del Genocidio Armenio, poses, fotos y risas con cuanto funcionario o legislador oficialista se cruce en su camino, y una «bajada de línea» que, previamente acordada, estuviera enmarcada en esta capítulo del plan general.
«Como ciudadano y líder de una fuerza política, estoy profundamente preocupado por las tendencias a incitar los sentimientos anti-rusos en Armenia. Por muy artificiales y dirigidos que puedan ser, esos intentos conllevan enormes riesgos para nuestro Estado, para la seguridad nacional y la de nuestra gente», afirmó Gaguik Tsarukian, presidente del Partido Armenia Próspera y uno de los empresarios más importantes del país, quien a su vez advirtió, en clara alusión a la reciente visita de Pelossi, que el pueblo armenio es «trabajador y amante de la paz, y no una pieza de ajedrez reacomodos y aventuras geopolíticas».
Según Tsarukian, «Armenia puede y debe tener buenas relaciones con otras potencias, desarrollar relaciones interestatales con otros países, pero esto no puede ser en contra detrimento ni en contra de las relaciones con Rusia». Y agregó: «Estoy seguro de que nuestra gente evalúa con seriedad los riesgos. Y las relaciones entre Armenia y Rusia no deben verse amenazadas, sino profundizadas en múltiples niveles y de manera efectiva en las esferas político-militar, de seguridad, económica y otras».
Hoy, en Ereván, dirigentes de distintas fuerzas políticas se congregaron frente a la Embajada de Rusia, donde realizaron un mitin de apoyo a la unión y la amistad armenio-rusa, e hicieron entrega de una declaración conjunta, que fue recibida por uno de los diplomáticos rusos.
Estuvieron presentes, entre otros, el primer secretario del Partido Comunista de Armenia, Ierchanig Ghazarian; el presidente del Partido Unión para el Derechos Constitucional, Haik Babukhanian; el coordinador del Frente Antinazi, Haik Aivazian; la integrante del Comité Ejecutivo del Partido Reformista, Natalí Shahinian; las artistas Madeleine Asran y Gayané Nersisian; y la pedagoga Guiulnara Alexanian.
«Recientemente hubieron ciertos eventos que pueden poner en duda las relaciones entre Armenia y Rusia. Nosotros no lo permitiremos. Estamos aquí para evaluar y agradecer la asistencia de Rusia, que se manifiesta en los hechos concretos y no sólo en palabras. Rusia no hace falsas promesas, Rusia trabaja en aras de fortalecer la seguridad de Armenia», afirmó Haik Babukhanian, quien además es miembro fundador del Movimiento «Armenia Fuerte con Rusia-Hacia una nueva Unión».
El líder comunista armenio Ierchanig Ghazarian convocó «a no cometer los mismos errores cometidos hace un siglo» y subrayó que «sigue siendo Rusia quien garantiza nuestra seguridad y existencia. Recordemos quién puso fin a la guerra de 2020, quién salvó lo que queda de Artsaj, quién está con sus soldados en la frontera entre Artsaj y Azerbaiyán, quién protege junto a nuestros militares las fronteras de Armenia y quién es quien nos brinda el armamento necesario para defendernos».
El dirigente comunista denunció el accionar peligroso de los sectores pro-occidentales del país, «a quienes sólo les interesa cumplir sus objetivos políticos, alejar a Armenia de Rusia, llevarla hacia Occidente y dejarla en manos de Turquía y Azerbaiyán».
«El mundo entero reconoció que fue una vez más Rusia quien logró el cese de fuego hace una semana. Lo dijo el Papa y lo reafirmó una de las mujeres norteamericanas que formó parte de la delegación de la congresista Pelossi. Sin embargo acá mienten y tratan de pedrjudicar nuestras relaciones con Rusia», enfatizó Ghazarian.
En la Declaración se expresa la necesidad de fortalecer más las relaciones aliadas, se le solicita a la Federación de Rusia que aumente su presencia militar en Armenia y Artsaj, actualizar los acuerdos armenio-rusos en las esferas científico-técnica y técnico-militar, así como en el campo de la seguridad de la información. Los manifestantes le piden al presidente de Rusia que tome medidas efectivas para evitar las constantes violaciones -por parte de Azerbaiyán- a la declaración del 9 de noviembre de 2020.