Argentina – Asalto occidental: plan extorsivo y apropiación extranjera del país
Duro plan de asalto sobre la Argentina y su pueblo. Las primeras medidas económicas son un mazazo sobre la mayoría de la sociedad y un avance en la extranjerización de Argentina por parte del Occidente «civilizado».
CAPAC – por Leonardo Del Grosso
Tal como se preveía por discurso, historia y protagonistas, las medidas y movimientos del nuevo gobierno que acaba de asumir en Argentina representan un duro golpe para las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población y un asalto frenético de las clases dominantes de Occidente sobre el territorio nacional. La idea es desplumar al pueblo argentino, hacerlo más mierda, y apropiarse del territorio y sus recursos, y sólo dejar sobrevivir a los esclavos que, como los condenados que cavan su propia tumba, trabajarán para el saqueo hacia la extranjería yanki-sionista.
Cierto es que el anterior gobierno no tuvo la firmeza y el coraje para enfrentar y poner coto a los intereses que son enemigos de Argentina. Mal podían hacerlo quienes luchan en torno de la forma de administrar la colonia pero no de enfrentar seriamente sus causas estructurales, que son el bloque de poder del capital financiero internacional, con su “partido de la deuda”, el que dirige realmente a esta “democracia” que este año ha cumplido 40 años.
Lo concreto es que sobre la base de las condiciones de insatisfacción de masas, producidas por la inflación, el empobrecimiento popular y la falta de determinación del gobierno saliente; y generosamente alimentadas por la malicia -alevosamente criminal- de los propagandistas e ideólogos al servicio del imperio (que operaron cómodamente con la financiación del Estado conducido por A. Fernández), el argumento para empezar el bombardeo de medidas expropiatorias contra el pueblo fue justamente “la herencia cargada de bombas a desactivar”, según el lenguaje terrorista del vocero presidencial de Milei. La forma de hacerlo, para ellos, es recurrir al arsenal y usar, haciéndolas explotar contra la sociedad, esas bombas heredadas más las que ellos mismos producen con entusiasmo apátrida.
Es así que, los bombardeadores (no por casualidad admiradores de los genocidas israelíes de Palestina) dispusieron: una devaluación del 116% del peso argentino; la eliminación de los subsidios a los servicios públicos y el transporte; la liberación de precios (eliminación de programas de control de precios); la modificación de la movilidad jubilatoria; la suspensión de las obras públicas, excepto las licitadas en ejecución, pero incluso las licitadas que no se comenzaron a ejecutar; la reversión de la ampliación del umbral para estar excento del pago del impuesto a las ganancias; impuestos (retenciones) a las exportaciones de las economías regionales, de la industria, los servicios y la minería y el petróleo; la reducción del número de ministerios y secretarías; la eliminación de la pauta oficial para los medios de comunicación.
Estas son las primeras medidas, a las que se van agregando constantemente otras en la misma dirección. Por lo pronto, estas bombas de alto poder destructivo explotan y hacen daño: la inflación se va empujando hacia la hiperinflación, lo que con la parálisis productiva, creará la estanflación anunciada por Milei, todo lo cual es desposeción y pauperización de los trabajadores y el pueblo, y desindustrialización.
Por su parte, la timba de la emisión, en contra de la mentirosa propaganda monetarista y el cuento del “déficit cero”, sigue su fiesta: acaban de anunciar la creación de un nuevo bono. ¿Su nombre? “Bono para la reconstrucción de la Argentina Libre”. Estos bonos se lo darán a los importadores privados que están endeudados con exportadores del extranjero. Estos importadores morosos en vez de pagar con dólares por la deuda de las importaciones no pagadas, pagarán con este bono. Al vencimiento, los acreedores cambiarán el bono por los dólares correspondientes. Es una forma con la que el Banco Central garantiza deuda privada a los acreedores externos por importaciones no pagadas por las empresas, acreedores que al vencimiento del bono recibirán los dólares correspondientes más el interés establecido en el bono. Como se ve, los “Messi” de las estafas siguen haciendo sus piruetas.
En este caso, algunos “detalles” son que a estas deudas hay que ponerles comillas, porque de las decenas de miles millones que según distintas fuentes dicen que se debe, cifra que seguramente está fraudulentamente inflada, de ese monto además hay otros inventos como las propias deudas, que en gran parte son intrafirma. Es una forma de apropiarse de dólares, ya que crean una manera de justificar este “plan platita”, esta emisión para ellos. En vez de usar dólares, obtienen la emisión de este papel. Dibujan esa deuda con “importaciones” de bienes que en una gran parte no se importaron, y/o en una gran parte son asientos contables intrafirma correspondientes a los articulamientos productivos entre diversas filiales en distintos países, todas parte de una misma casa matriz, o de una misma matriz propietaria. O sea, garabateo para los giles. En palabras de Macri, el show empezó. Como en el circo romano, la sangre la ponen los de abajo.
La oportunista Argentina de hoy podrá disfrutar aún más intensamente, como Ucrania, Alemania, Italia, Grecia, y todo el indigno vasallaje occidental, las delicias de “pertenecer”. Mientras tanto, la resistencia a esto no podrá hacer otra cosa que crecer para dejar de ser esta colonia. Caso contrario sólo existiremos como indigentes en todo sentido, con la bandera desflecada, flameando sobre las ruinas.