Acusan a los demás, de lo que ellos mismos son. Parte 1: ¿Qué es el terrorismo?

En Argentina, el gobierno de Milei acusa de “terrorismo” y “golpismo” a los manifestantes que protestaban en la Plaza de los dos Congresos contra la entreguista Ley Bases y mantiene encarcelados injustamente a 5 ciudadanos. Es una buena ocasión para profundizar en el concepto de “terrorismo”.

CAPAC – por Leonardo Del Grosso – tomado de blog de Comunidad Saker Latinoamérica

¿Qué es el terrorismo?

El terrorismo es el empleo cruel de la violencia para infundir terror. La crueldad es el abuso de la violencia. La crueldad es la proactividad de la cobardía. La violencia que es justa no es cruel, es medida, y tiene el fin de restablecer o lograr un orden justo. La violencia justa es la violencia en defensa propia o para lograr la justicia social. El General José de San Martín y demás padres de la patria argentina y de Nuestra América, por ejemplo, ejercieron una violencia justa. No eran terroristas. En cambio, la violencia cruel es propia de opresores, de psicópatas. Los opresores utilizan el terror para paralizar y/o provocar reacciones de huida, de deserción de la acción de resistencia a la opresión. En la actividad política quienes utilizan el terrorismo son básicamente los opresores, y en particular los anglosionistas, para, mediante el miedo muy intenso, dominar y manipular a las masas de tal manera de poder explotarlas en su beneficio.

¿Podés dar algunos ejemplos?

Los ejemplos son miles y miles, grandes y pequeños. El ejemplo más reciente de terrorismo es el maltrato dado por la policía de la ministra de Seguridad, la sionista Patricia Bullrich, a los manifestantes detenidos por protestar contra la Ley Bases en Buenos Aires. Esposados, fueron detenidos en patios, a la intemperie. Algunos fueron desnudados, golpeados. Rociados con gas pimienta. A sus familiares tardaban en hacerles saber dónde estaban. Es decir: ensañamiento, crueldad, violencia abusiva. Las pesadas acusaciones del fiscal también son un hecho de terrorismo, ya que los detenidos son amenazados con estar privados de la libertad por mucho tiempo, acusados de falsos cargos, entre ellos, perversamente, “terrorismo”, y todo esto por el sólo hecho de protestar contra una ley que es un verdadero atentado golpista contra Argentina.

Argentina: represión contra la protesta contra la Ley Bases
Argentina: represión contra la protesta contra la Ley Bases

Otros ejemplos de terrorismo son las llamadas operaciones de bandera falsa, donde los criminales realizan crímenes horrendos para luego endilgárselos a otros para difamarlos y preparar así el apoyo social para agredir luego a los que antes desprestigiaron con estas operaciones de difamación. Por ejemplo: los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 fueron realizados por determinados sectores del anglosionismo como parte de un golpe de estado para cambiar el régimen legal y represivo dentro de Estados Unidos (Ley Patriota) y como paso previo para lograr apoyo a una campaña de guerras contra países en su mayoría árabes y musulmanes. [Estos planes de invasión fueron explicitados en 2005 por el general estadounidense Wesley Clark (ex comandante supremo de la OTAN que dirigió los bombardeos del año 1999 contra lo que era Yugoslavia), que describió que Donald Rumsfeld, en aquel momento secretario de Defensa de los EE.UU., planeaba invadir siete países en 5 años: “empezando por Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán… y para terminar, Irán”, dice Clark. Con posterioridad a los atentados del 11 de septiembre, todos esos países fueron agredidos más o menos directamente, agregándose Afganistán en la lista. Antes había sido Yugoslavia. Ahora es Rusia. Muchos de estos países fueron destruídos en estos años, con una secuela de millones de muertos, desaparecidos, torturados, presos, y gran destrucción.].

En aquellos años de principios de este siglo, para los malvados imperialistas de Occidente se trataba de superar el “síndrome de Vietnam”, que era la repulsión que tenía la sociedad norteamericana, luego de las grandes pérdidas en la guerra de Vietnam, para apoyar guerras que significaran muchas bajas, que era lo que podía acarrear la campaña de guerras que estaban por desatar. Entonces, lo que concibieron los ideólogos del crimen fue una operación sumamente espectacular que produjera un shock de terror y de odio (hacia los falsos autores designados por los que realmente hicieron los atentados) de tal manera de recuperar ese apoyo popular a esas campañas militares agresivas y destructivas de pueblos y sociedades (y así obtener carne de cañón), y al mismo tiempo modificar el regimen político en Estados Unidos a través de la sanción de leyes que aumentan la represión sobre el pueblo (ley patriota) y aumenta los poderes discrecionales de los elementos ejecutivos para instaurar una dictadura encubierta (hoy la Ley Bases confiere esos poderes al sionista trastornado de Javier Milei). Esa operación incluyó a los atentados a las Torres Gemelas (y otros más, pero que no viene al caso describir para no sobreabundar).

Otras expresiones de terrorismo son, por ejemplo, los bombardeos de las ciudades alemanas y japonesas por parte de la Fuerza Aérea Británica y la Fuerza Aérea Estadounidense en la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era realizar masacres, para infundir terror. De esta manera, con distintos métodos homicidas de destrucción masiva arrasaron ciudades como Hamburgo, Dresde, Tokio, Yokohama, Hiroshima, Nagasaki, por citar sólo algunas de ellas, donde asesinaron a cientos de miles de civiles. En donde no tiraron bombas atómicas (como hicieron en el caso de Hiroshima y Nagasaki), utilizaron otros ingenios para matar a la mayor cantidad de seres humanos con el menor empleo de recursos (ver el video desde el minuto 35).

Explosiones atómicas de Hiroshima (izquierda) y Nagasaki (derecha)

En Tokio, por ejemplo, donde en los años 40 del siglo pasado las casas eran de madera en su mayoría, los yankis idearon el arrojar bombas incendiarias para provocar las “tormentas de fuego”, enormes remolinos de aire incandescente ascendiendo y aspirando material inflamable, alimentando así de manera infernal la magnitud masacradora de los bombardeos. Terrorismo puro.

De hecho, la relación entre víctimas civiles y militares en los diferentes contendientes de la Segunda Guerra Mundial habla de la doctrina militar de cada uno de ellos. La Unión Soviética, en su Gran Guerra Patria (como llaman los rusos a la Segunda Guerra Mundial), también sufrió la crueldad terrorista: las víctimas civiles fueron desproporcionadamente enormes en relación con las víctimas militares. No así a la inversa, ya que el Ejército Rojo de la Unión Soviética no tenía una doctrina terrorista, que es una doctrina que se concentra en golpear a la población civil desarmada, sino que la doctrina soviética se dirigió enfrentar a los ejércitos alemanes, a los que derrotó en combate directo. Hoy esta diferencia de doctrinas se ve en Ucrania, donde la guerra el estilo neonazi se caracteriza por la crueldad, por el terrorismo. Desde el mismo 2014 del golpe del Maidán, los ucronazis bombardean sistemáticamente objetivos civiles en la ciudades del Donbas, torturan a los prisioneros, trafican órganos humanos y personas con fines de abuso sexual, realizan atentados de bandera falsa, consumen y trafican drogas. Un ejemplo claro de todo ello fue la masacre de Odesa de 2014 (también se conoce como masacre de Odesa a las ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial, en 1941 y 1942), el 2 de mayo de 2014, donde bandas de lúmpenes, con la protección de la policía, incendiaron la Casa de los Sindicatos con manifestantes dentro. Aproximadamente 50 manifestantes fueron asesinados a balazos, a golpes, quemados vivos. Dicho acto terrorista, para intimidar al pueblo rusófono y a las clases trabajadoras, fue planificado en las más altas esferas del gobierno surgido del golpe de febrero de 2014.

1 de mayo de 2014: los ucronazis realizan la masacre de Odesa, donde en la Casa de los Sindicatos aprox. 50 manifestantes fueron masacrados

En la Segunda Guerra Mundial, las bajas civiles de Alemania fueron provocadas en su mayor proporción por los bombardeos genocidas de los anglosionistas, lo mismo que sucedió en Japón. Los soviéticos, o los verdaderos cristianos, o los verdaderos islámicos, no son racistas ni supremacistas, y eso se demuestra también en su manera de ejercer la violencia. De hecho, hoy los hipócritas “israelíes” acusaron falsamente a Hamas de cometer crímenes que, como luego se demostró, fueron los que los mismos anglosionistas cometieron y cometen (para informarse sobre este asunto ir, entre otros, a estos enlaces: https://thecradle.co/articles/on-israel-and-rape, https://thecradle.co/articles/what-really-happened-on-7th-october).

Acá en Argentina hubo importantes atentados terroristas. ¿Qué podés decir al respecto?

Primero que nada tenemos que entender que los “atentados terroristas” son acciones, como ya expresé, de una gran crueldad. Con estos atentados los anglosionistas intentan montar un espectáculo sangriento, muy cruel, que resulte: -gráfico para los que saben o pueden colegir quienes son los verdaderos autores, de hasta dónde están dispuestos a llegar con su maldad para lograr sus fines, porque criminal es realizar una masacre, y doblemente criminal es además impostar un deseo de justicia y acusar a otros de realizarla; -y gráfico para aquellos que son despreocupados, y por lo tanto desinformados, de tal forma que odien al falso autor que los mismos que realizaron los atentados señalan mediante su aparato de difusión de mentiras, su prensa canalla (en Argentina, por ejemplo, los grupos Clarín y La Nación, entre otros).

En el caso de Argentina el mayor atentado terrorista de su historia fue el bombardeo de la Plaza de Mayo por parte de la Aviación Naval, el 16 de junio de 1955, que mató a más de 300 personas indefensas, civiles, hecho que constituyó uno de los prolegómenos del golpe reaccionario contra el General Perón de septiembre de ese año y que desató lustros de enfrentamiento violento en el país.

16 de junio de 1955: los terroristas bombardean la Plaza de Mayo

El gobierno actual de Milei, coherente con su naturaleza, reivindica históricamente a los terroristas de 1955 y a todo tipo de trastornados mentales, de los cuales los torturadores genocidas de la dictadura cipaya de 1976 son un claro ejemplo.

¿Y cómo sabés quienes fueron realmente los autores de los atentados a la embajada de “Israel” y a la DAIA-AMIA?

A simple vista lo que cualquiera puede comprobar, sin necesidad siquiera de investigar, sólo estando algo informado, es que los encubridores de los atentados a la DAIA-AMIA y a la embajada de “Israel” están relacionados directamente con el sionismo. El caso más escandaloso fue el del juez Juan José Galeano, que llegó a ser destituido porque pagó para obtener falsos testimonios, lo que prueba que su objetivo no era la verdad y la justicia, sino exactamente lo contrario. Juan José Galeano había sido designado juez durante el gobierno del traidor vendepatria Carlos Menem, un presidente que estuvo tan claramente alineado con los intereses anglosionistas que en aquellos años de la década del ‘90 del siglo XX el propio canciller de ese gobierno infame hablaba indecentemente de “relaciones carnales”.

Todos estos encubrimientos han quedado en evidencia a lo largo de todos los pseudo-procesos judiciales que se han producido en estas casi tres décadas, procesos judiciales que fueron adulterados por los propios jueces y demás funcionarios para que no se pueda llegar a castigar a los verdaderos autores y así señalar a otros, para difamarlos. Miles de millones de pesos gastados de “la tuya” (como suelen decir los avaros que llevaron al desvariado Milei a la presidencia), con comisiones formadas al efecto (como la unidad de investigación de los atentados presidida por el occiso agente sionista Alberto Nisman) que no llegaron a nada verdadero, porque fueron parte del dispositivo de encubrimiento. Esto es algo hoy ya harto evidente, porque lo vienen denunciando perseverantemente todos los familiares de las decenas de víctimas de estos atentados.

Entonces tenemos que se difama a Irán, a Siria, a Líbano, que no tienen absolutamente nada que ver, pero no se señala al autor lógico de esos atentados, que tiene el más largo prontuario criminal del mundo: el ente monstruoso denominado “Israel”, hijo dilecto del Imperio Anglosionista.

¿Y por qué el encubrimiento?

Básico: porque los que encubren forman parte de la misma conspiración internacional que realizó los crímenes. ¿Por qué jueces que deben investigar y esclarecer, en cambio habrían de proteger a los verdaderos terroristas encubriendo sus crímenes? Porque tienen algo en común.

Esos atentados fueron operaciones de bandera falsa, realizadas por los propios perversos asesinos que así, a partir de esas masacres, montan dispositivos de victimización para obtener apoyo a agresiones que de otra manera no podrían “justificarse”, o para obtener apoyo como pobres víctimas cada vez que alguien las contraría en su política. La victimización, es decir, la operación de fraguar falsas agresiones para avanzar en sus fines egoístas, es un clásico del comportamiento psicópata del sionismo. En línea con el objetivo del aparato militar-industrial anglosionista (provocar guerras para mantener sus millonarios negocios de armamento y someter militarmente a países para saquear sus recursos), estos malvados montan siniestras masacres para luego acusar de ellas a quienes quieren atacar. Eso en el caso de las operaciones de falsa bandera. Pero también está el terrorismo que, como cité al comienzo, es simplemente la violencia cruel ejercida francamente para intimidar.

Hoy el caso más emblemático de esto último es el del ente terrorista llamado “Israel”, que en la ocupada Palestina está masacrando a decenas de miles de personas que no son combatientes: niños, mujeres, ancianos, enfermos, bombardeando hasta a los hospitales, y además con fósforo blanco (que es una munición de carga química, prohibida según convenciones internacionales); que usa la tortura y las ejecuciones de manera rutinaria; que comete todo tipo de crímenes de guerra inconcebibles. Hechos que vienen ocurriendo desde hace décadas pero que hoy su magnitud homicida ha hecho que cada vez más personas e instituciones en el mundo se manifiesten contra toda esa locura asesina. Como ejemplo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ya ha reportado que 188 de sus miembros han sido asesinados por “Israel” desde el 7 de octubre. Este es uno de sus últimos post donde rinde homenaje a una trabajadora de la salud recientemente asesinada por los terroristas israelíes: Nuestros colegas caídos. La historia de Noor: la vida de un prodigio tempranamente truncada.

¿Y cuál es la actitud de los terroristas sionistas, fehacientes, que están llevando adelante una carnicería ante la vista de todo el mundo, cuando se los denuncia y se convoca a enfrentarlos?

destrucción de Gaza por bombardeos de “Israel”

Como ya dije: victimizarse. Si cualquier persona con decencia denuncia a “Israel” es acusada de “antisemita”, de “racista” contra los judíos, de “terrorista”, o de negador del “Holocausto”, que es una narrativa que sobredimensiona febrilmente, desde los mismos aparatos sionistas de propaganda engañosa (“mainstream”), los crímenes cometidos contra los judíos.

Pero hoy eso se está resquebrajando, ya que están perdiendo el control sobre el monopolio de la narrativa y hay otros sectores del poder que comienzan a detestar esta histeria asesina que a su vez se victimiza. Es demasiado perverso, demasiado patológico, demasiado vil. Con las redes sociales, si bien distorsionadas por los algoritmos de las empresas que monopolizan las búsquedas y afectada la web por la censura sionista abierta o encubierta, aún así no están pudiendo evitar que la información se filtre por innumerables poros, debido a cierta horizontalidad que permite la actual tecnología, y debido a la existencia de medios de comunicación que no forman parte del “mainstream”, del “pool de las mentiras”. Entonces, por más que hace unos veinte años Netanyahu estaba convencido que castigando duramente a los palestinos en Gaza el mundo no haría nada, porque tenía el reaseguro de los medios mentirosos, que iban a contar otra cosa, hoy está a la vista la realidad de “Israel”, con una ecuación con la que el terrorista Netanyahu no contaba: que la Resistencia se hizo bien fuerte y en el combate directo vence a las fuerzas militares israelíes, y que el carnicero sionista no está logrando ocultar la miserabilidad de sus crímenes sangrientos.

El escenario bélico en la Palestina ocupada exhibe al ente “Israel” siendo golpeado duramente por Hezbolá en el norte, y siendo resistido persistentemente por Hamas y demás organizaciones de liberación en Gaza y en otros puntos del territorio palestino ocupado, y esto sin enfatizar en los otros actores que golpean a “Israel” desde más lejos, como lo hacen otras fuerzas del eje de la Resistencia desde Yemen e Irak. Y que la respuesta israelí es la masacre contra población civil y la tortura a los prisioneros, al mismo tiempo que la huida del enfrentamiento directo con Hezbolá y con cualquiera que demuestre ser militarmente fuerte. O sea: la respuesta, como no podía ser de otra manera, es la cobardía.

Pero volviendo a la Argentina, aquí todos conocen el prontuario del “fiscal” Carlos Stornelli, un claro abusador. Tiene una historia de actuaciones absolutamente arbitrarias y prevaricantes, y fue parte clave de una banda de extorsionadores que pedía plata a todo tipo de víctimas a cambio de no meterlas presas y de no ensuciar su buen nombre con falsas acusaciones. Para dar una idea de su estilo antisocial, sus autos (ya que tiene varios autos de lujo obtenidos como fruto de su comercio de la “justicia”) y los autos de su equipo de trabajo tienen rutinarias multas por infracciones de tránsito como pasar semáforos en rojo o exceso de velocidad. Es un peligro que anda suelto.

Vox Populi…

Pero gracias a la protección de “Comodoro Pus” (en Argentina los tribunales federales están en un edificio situado en la calle Comdoro Py) está impune. No fue penado por integrar la banda de chantajistas que fue descubierta y pública y elocuentemente expuesta en principios de 2019, a partir de la denuncia de un importante productor agropecuario (donde se presentó abundante e incontrastable prueba), no fue destituido como funcionario, y hoy es el que encabeza la avanzada terrorista, desde lo jurídico, de Bullrich-Villarruel-Milei contra el pueblo argentino.

Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Milei, y el “fiscal” Stornelli

¡Es ese mismo “fiscal” es el que poco menos que acusa con todo el Código Penal a las conscientes personas que se manifestaron el 12 de junio pasado contra la aprobación de una ley (Ley Bases) que es lisa y llanamente la entrega del país a los de afuera! Ley Bases que le da plenos poderes a un presidente, Milei, que confesó públicamente ser un agente infiltrado para destruir el estado, un personaje desequilibrado que es famoso por sus expresiones violentas, groseras y brutales, al mismo tiempo que castiga al pueblo argentino con políticas económicas de empobrecimiento profundo de la sociedad en su conjunto y que, al servicio de potencias extranjeras, está facilitando la enajenación y el saqueo alevoso del patrimonio nacional de los argentinos.

Para saber el futuro de los terroristas que hoy conducen Argentina sólo basta con mirar lo que es “Israel” y Estados Unidos hoy, donde los propios conspiradores que conducen esos estados están asfixiándose en los detritos de su propia descomposición. Donde no hay gloria la trascendencia no existe. ¿Y dónde se ha visto que haya gloria en la mentira y crueldad? El pueblo argentino y el mundo serán capaces de vencer al terrorismo. Está en juego el destino de todos.

Argentina: familiares de detenidos exigen la libertad de los presos

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