En Venezuela el 10 de enero fue una derrota para EE.UU (por Stella Calloni)

La Asunción del gobierno de Venezuela por el presidente reelecto Nicolás Maduro el pasado 10 de enero es una derrota significativa para Estados Unidos, un imperio decadente y brutal.

CAPAC – por Stella Calloni

Desde el golpe de Estado de abril de 2002 preparado por la CIA estadounidense y las fundaciones que son la cara social de los órganos de seguridad de Estados Unidos, un grupo de empresarios y militares locales protagonizaron la acción golpista secuestrando al entonces presidente Hugo Chávez Frías y, por primera vez en Nuestra América, el golpe duró poco más de 48 horas ya que el líder venezolano fue rescatado por un pueblo que salió multitudinaria mente a las calles y unas fuerzas armadas que se unieron a la población rescatando a Chávez.

Así gloriosamente fue recibido en un hecho único en la historia del golpismo. El golpe logró unir mucho más profundamente a las fuerzas armadas patrióticas que siguen defendiendo la soberanía de la patria.

Hasta ahora, desde la muerte del líder venezolano y también latinoamericano, Estados Unidos y sus socios no ha podido derrocar en decenas de intentos de golpes de Estado al gobierno de Nicolás Maduro, incluyendo la amenaza de una invasión militar, derrocar al gobierno del pueblo. 

Una y otra vez han intentado, incluyendo el proyecto de invadir Venezuela en 2019. Inventando un presidente autoproclamado en una calle de Caracas, Juan Guaido, que en ese intento desde Cúcuta, frontera de Colombia con Venezuela, acompañado por el «cubano Americano Marco Rubio representante republicano por Florida. Fracasaron estrepitosamente y siguieron insistiendo. Rubio responsable, junto a otros  de las acciones terroristas contra Cuba, fue nombrado por Donald Trump en la Secretaría de Estado, lo que significa un peligro inminente contra toda América Latina

La violencia de los agresores traidores a su patria dejaron víctimas y destrucción. Pero ese pueblo y su dirigencia los ha derrotado una y otra vez. también la guerra mediática tan temible continúa jugando criminalmente su juego de muerte. No han podido.

Otro autoproclamado que se largó del país con las famosas actas que nunca presento a la justicia electoral, como lo hicieron todos los otros partidos opositores y por lo tanto la verdad se ha impuesto y allí están para quien quiera verlos en la justicia electoral el escrutinio y además con doble garantía del sistema electoral venezolano, el más seguro e inviolable del mundo, el anciano Edmundo Gonzáles Urrutia, que puso como mascaron de proa la eterna golpista Corina Machado, tiene una historia temible cuando era diplomático en la embajada venezolana de El Salvador y colaboró en los años 80 con la dictadura militar en ese país entregando personas. Año en que fue asesinado Monseñor Arnulfo Romero cuando daba una misa En la Catedral salvadoreña.

Para que nadie olvide el 10 de enero pasado asumió el presidente legalmente elegido y Washington perdió de instalar otro «presidente » también autoproclamado

Viva Venezuela libre, que la verdad se impone sobre los criminales mercenarios de la prensa.

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