Burkina Faso, Níger y Malí deciden abandonar la CEDEAO con efecto inmediato
Mediante una nota conjunta los gobiernos militares de Burkina Faso, Níger y Malí comunicaron la decisión de abandonar, con efecto inmediato, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental por “actuar bajo la influencia de potencias extranjeras”.
CAPAC – tomado de Cubadebate
A través de una nota conjunta dada a conocer este domingo, los gobiernos militares de Burkina Faso, Níger y Malí, comunicaron la decisión de abandonar, con efecto inmediato, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), por “actuar bajo la influencia de potencias extranjeras”.
“Después de 49 años los valientes pueblos de Burkina Faso, Malí y Níger, con gran decepción y pesar, observan que la CEDEAO se ha desviado de los ideales de sus fundadores y del espíritu del panafricanismo”, subrayan en el documento los representantes de las tres naciones: el capitán burkinés Ibrahim Traoré; el coronel maliense Assimi Goita, y el general nigerino Abdourahamane Tiani.
“Después de 49 años los valientes pueblos de Burkina Faso, Malí y Níger, con gran decepción y pesar, observan que la CEDEAO se ha desviado de los ideales de sus fundadores y del espíritu del panafricanismo”
Traoré, Goita y Tiani
Con esa decisión —catalogada como un espaldarazo a la Alianza de de Estados del Sahel, creada por los tres países en septiembre último— Burkina Faso, Malí y Níger se alejan del ente regional que servía como principal mediador para el retorno al orden constitucional, al cual han criticado en numerosas ocasiones por las sanciones que les ha impuesto por ello.
El texto también reconoce en la CEDEAO una amenaza para sus Estados miembros y poblaciones, con la adopción de una postura “irracional e inaceptable al imponer sanciones ilegales, ilegítimas, inhumanas e irresponsables”, como respuesta a la decisión de los tres países de “tomar su destino en sus propias manos”.
“Todos esos factores”, destaca la nota, “han debilitado todavía más a las poblaciones” de Burkina Faso, Malí y Níger, víctimas de años de “violencia impuesta por hordas terroristas instrumentalizadas y bajo control remoto”. En respuesta, las naciones implicadas decidieron asumir sus “responsabilidades ante la historia” y ejercer en correspondencia con las “preocupaciones, expectativas y aspiraciones de sus respectivas poblaciones”.