Recuerdan visita de líder cubano Fidel Castro a Argentina
El embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada, destacó hoy el encuentro hace 20 años entre el expresidente de este país Néstor Kirchner (1950-2010) y el líder histórico de la Revolución en la isla, Fidel Castro (1926-2016).
CAPAC.- tomado de Prensa Latina
A través de su perfil en la red social Twitter, el diplomático recordó que el hecho se produjo “en medio de un cambio de época, cuando la búsqueda del bien común prevaleció, e inauguró una nueva etapa en las relaciones bilaterales”.
El entonces jefe de Estado de la nación caribeña visitó Argentina para asistir a la toma de posesión de Kirchner, el 25 de mayo de 2003, y el día 26 pronunció un discurso ante una multitud reunida en los alrededores de la escalinata de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
En aquella oportunidad, el Comandante en Jefe resaltó la victoria popular argentina sobre el neoliberalismo y destacó el ejemplo del guerrillero Ernesto Guevara (1928-1967), a quien consideró uno de los hombres más nobles, extraordinarios y desinteresados.
Además, agradeció la presencia de miles de personas en la facultad, lo cual envió un mensaje a “aquellos que sueñan con bombardear nuestra patria (….), con destruir al pueblo que fue portador de la Revolución y fue capaz de resistir más de 40 años de bloqueos, agresiones y amenazas”.
“Pienso -porque soy optimista- que este mundo puede salvarse, a pesar de los errores cometidos, de los poderíos inmensos y unilaterales que se han creado, porque creo en la preminencia de las ideas sobre la fuerza”, afirmó en otro momento de su intervención.
En un principio, fue planificada su participación en un encuentro con estudiantes, autoridades universitarias y miembros de organismos defensores de los derechos humanos en el Aula Magna de esa institución, pero numerosas personas comenzaron a congregarse en los alrededores del lugar y el líder cubano decidió hablarles.
Un día dije que nosotros no podíamos ni realizaríamos nunca ataques preventivos y sorpresivos contra ningún oscuro rincón del mundo; pero que, en cambio, nuestro país era capaz de enviar los médicos que se necesiten. Médicos y no bombas, aseveró en aquel entonces.