Pedro Castillo: “Temo por mi vida en este momento»
En prisión desde el 7 de diciembre, Castillo sigue considerándose presidente legal de Perú. Desde el presidio en el que se encuentra, exige un proceso constituyente para su país y denuncia la represión llevada a cabo por Dina Boluarte.
CAPAC.- tomado de Página12
El equipo de El Salto entrevistó en exclusiva al expresidente Pedro Castillo (Puña, 1969) en Barbadillo, el penal de máxima seguridad donde se encuentra recluido también Alberto Fujimori, condenado por crímenes de lesa humanidad por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. Tras la publicación del reportaje en dicho medio, el Instituto Nacional Penitenciario le abrió un proceso administrativo disciplinario contra el exmandatario peruano.
En los últimos días, el presidente Castillo fue visitado por Eugenio Zaffaroni, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y Guido Croxatto, director de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de Argentina. Ambos formarán parte del equipo de defensa de Castillo. Zaffaroni y Croxatto fueron acompañados por el equipo legal del presidente, la abogada Indira Rodríguez Paredes y el abogado Wilfredo Robles.
Si bien el Instituto Nacional Penitenciario se centró en poner trabas e inconvenientes para que dicho encuentro no se llevara a cabo, la reunión finalmente pudo darse: de este encuentro han salido las notas que constituyen esta entrevista, realizada de forma oral y manuscrita entre los últimos días del mes de enero y la primera semana de febrero. Todos los aparatos de grabación, incluidos los celulares, estaban prohibidos expresamente.
El equipo argentino que formará parte del equipo de defensa de Castillo en los foros internacionales considera que la detención preventiva de Castillo atenta contra los derechos humanos y va en contra de la jurisprudencia más reciente de la corte interamericana.
El penal de Barbadillo recibió a la delegación bajo un sol asfixiante. Los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario del Perú hicieron esperar a las visitas. La celda de Castillo carece de ventanas y de luz natural, aunque se le permite el acceso a un pequeño huerto donde está cultivando patatas y maíz. En el interior de la celda hay un pequeño hornillo para cocinar y un escritorio con algún libro. En este momento el presidente se encuentra leyendo El arte de la guerra, de Sun Tzu. Dentro, poco más que la cama y una televisión que se ha convertido en su principal relación con el exterior aparte de la que le proporciona su equipo legal.
-¿Teme por su vida en este momento?
-Sí, temo por mi vida en este momento. En Perú no hay ningún tipo de seguridad ni jurídica, política ni civil. Debo decir que no temo por mi vida desde ahora, temo por mi vida desde la segunda vuelta de la campaña para ser presidente. Hubo persecución política desde que estaba en campaña, la derecha se ensañó conmigo y mi familia, sobre todo con mis hijos menores y mi esposa. Nos difamaron, nos terruquearon (acusación de terrorismo a militantes de izquierda), no nos dejaban desarrollarnos de manera personal ni tampoco en mi Gobierno. El acoso fue constante, diario y perturbador. Estas acciones incitaban al odio y racismo.
He recibido amenazas de muerte de números desconocidos. Mis hijos y esposa también. Por eso es que procuré, en todo momento, que mis hijos tengan seguridad, ya que son lo más preciado que tengo. Seguridad para mi hija pequeña, para mi hijo joven, para mi hija mayor y para mi esposa.
Hubo varias veces en las que he sufrido maltratos de personas de derecha que me increpaban ser un “terrorista”. Me han querido herir, yo diría que hasta asesinar. Por ejemplo, en Tacna sufrí una situación en la que varias personas de extrema derecha me golpearon con pernos y fierros , fui herido pero no denuncié. Ese es uno de los recuerdos más vivos que tengo de la campaña de la segunda vuelta.
También he recibido amenazas públicamente, por ejemplo, de Rafael López Aliaga (empresario de extrema derecha y alcalde de Lima), quien pedía que me mataran abiertamente. Él decía en su mitin: “Muerte a Castillo”.
La familia, refugiada en México
-¿Se ha podido comunicar con su esposa y sus hijos? ¿Sabe cómo están ellos?
-No, no me he podido comunicar con mi familia. Sé poco de cómo están y espero que se encuentren bien. No tengo acceso a comunicación, tampoco a derecho de videollamada con ellos. Se encuentran refugiados en México. Quisiera hablar con ellos. Sí, temo por la vida de ellos porque cuando estaban en Perú también sufrieron episodios de racismo. Por ejemplo, en el caso de mis hijos, ellos nunca se acostumbraron a vivir en Palacio de Gobierno porque era mudarse a una Lima de la que no eran parte y no se sentían parte. En el caso de mi hijo, le han negado el acceso a los colegios porque se enteraron de que era mi hijo. Eran colegios que elegí por seguridad. No me permitieron hacerlo. Mi hijo cumple 18 años este 8 de febrero y me duele no estar con él en estos momentos.
En el caso de mi hija menor, sufrió acoso después de la fiesta de cumpleaños que le organizamos su mamá y yo. Como a toda niña a esa edad, le hicimos una fiesta para que se sintiera feliz. Esa fiesta salió en medios de comunicación y fue acosada después en su colegio y también al salir del colegio. Cuando iba a pasear, aún con la seguridad, le gritaban: “Eres hija del burro”, y ella lloraba y se sentía mal. Atacaron a mis hijos menores para atacarme a mí.
En el caso de Yenifer, a quien considero mi hija, es la mayor y es muy valiente (Yenifer Paredes, cuñada de Castillo, está acusada de presuntos delitos de lavado de activos y organización criminal). Está afrontando esta situación como la mujer fuerte que es. Ella estuvo presa también injustamente, es una víctima de todo el maltrato a toda mi familia. Ahora también le están abriendo carpetas (causas)fiscales sin sustento, ha perdido la libertad y yo solo quiero que sea una joven normal que pueda tener una vida libre de ataques, quiero que sea feliz.
En el caso de mi esposa Lilia, es a quien le agradezco la resistencia en todo este tiempo porque no ha sido fácil para ella. Muchas veces quiso irse a Chota (ciudad del departamento de Cajamarca de donde procede Castillo) con mis hijos porque no aguantaba los ataques de toda esta región. Se burlaban de su vestimenta, de nuestras raíces andinas, de la forma en la que hablábamos, había discriminación racial. En todo momento recibió ataques a su persona.
Sobre mis papás, ellos están sufriendo porque mi madre no sabe que estoy preso. A ella le han mentido diciéndole que estoy en otra región y que ya volveré a Chota. Es la única forma para que no afecte su salud porque son adultos mayores. Sobre mi padre, él sí sabe que estoy preso, pero aún no ha podido visitarme. Los extraño mucho y quisiera verlos pronto, pero sé que si vienen recibirán ataques de la prensa.
-¿Qué ocurrió el 7 de diciembre? ¿Se trató de un intento de subvertir la institucionalidad peruana? Si no fue así, ¿qué pretendió hacer como presidente de Perú ese día?
-Es complicado y complejo de explicar. No se puede explicar solamente de manera política. Jamás intenté subvertir la institucionalidad peruana. Yo quería acercarme al pueblo. Fue un día de hacer eco para los “nadies”. Tomé la bandera de la Asamblea Popular Constituyente y di mi discurso recordando y siendo fiel a los pueblos que votaron por mí, que confiaron en mí.
Fue una reivindicación de mi parte. Quise hacer entender a la clase política que el poder popular es la máxima expresión de las sociedades. No quise obedecer a los grupos de poder económicos sociales. Quise poner al pueblo por encima de todo.
Se dijo mucho: yo no me estaba escapando como lo ha dicho la prensa, iba a dejar a mi familia a la embajada de México, todo fue muy rápido. Fue mi decisión. De nadie más. Estaba nervioso, pero lo hice. Después del mensaje a la Nación, Aníbal Torres (presidente del Consejo de Ministros del Perú) estaba muy confundido, tenía un rostro desencajado, porque no comprendió por qué hice lo que hice. También todos los ministros que se encontraban ahí, que llegaron cuando ya estaba leyendo el mensaje.
Después del mensaje, lo primero que pensé es en mi familia. Yo fui a dejarlos a la embajada de México, en ningún momento quería fugarme. Yo iba a regresar. Quería poner a salvo a mi familia. Tomamos el carro “Cofre” de Palacio y estábamos en el camino cuando la misma policía nos detiene. Una situación sumamente ilegal porque yo seguía siendo el presidente. Mi hija pequeña empezó a llorar ya que ella estaba sentada en mis piernas, yo la abrazaba y la calmaba para que no llorase.
La policía llegó con metralletas y paró el carro. Eran muchos policías y hay pruebas que han salido en medios de comunicación. Fue muy traumático y violento para mis hijos. Es cuando yo pedí a los oficiales que no amedrentasen a mi familia, que iba a bajar y que no era necesaria la violencia. Así fue, salí del carro, Aníbal Torres también y valientemente asumió mi defensa. Yo me sentía muy confundido, ya no pensaba como presidente, yo solo pensaba como padre de familia. Aníbal Torres en todo momento mostró firmeza y me supo guiar. Le agradezco mucho por eso. Luego recuerdo momentos en partes, se me subió el azúcar. Yo tengo un problema en el oído, uso un aparato para poder escuchar, no escuchaba las indicaciones que me decían, hubo un momento en el que solo escuchaba silencio. Fue muy confuso, no me sentía en mí mismo. Solo pensaba en mi familia.
Cabe señalar que la fiscal en ningún momento estuvo en mi detención y no hubo un proceso legal como peruano con derechos y menos como presidente porque seguía siendo presidente y sigo siendo presidente. Toda esta actitud violenta fue responsabilidad de [Harvey] Colchado. Me llevaron a Diroes [División Nacional de Operaciones Especiales] al siguiente día y ahí es cuando llega la Fiscal.
-¿Qué opina de quienes consideren que lo suyo fue un “autogolpe”’?
-Que es un discurso que ha creado la derecha. Desconocen la realidad de las cosas, son tan ignorantes que se crean sus propias historias y ellos mismos repiten y repiten sin realizar un correcto trabajo de periodismo de investigación. La prensa tradicional en Perú es una vergüenza. Han intentado destruir a mi familia, están destruyendo a muchas otras personas opositoras a este Gobierno de facto. Los responsables de la prensa me parecen los verdaderos ignorantes y son ellos quienes dicen que ha sido un autogolpe, no el pueblo.
-¿Es usted víctima de un complot? ¿Quiénes han organizado ese complot?
-Sí, soy víctima de un complot. Lo ha organizado principalmente la derecha peruana que sirve a intereses de la derecha internacional, los grupos neoliberales e imperialistas. Tienen y han usado toda su maquinaria de poder económico y político. Entre esto, se encuentra la prensa peruana que responde también a estos intereses.
Las personas de a pie que entramos en política para cambiar las cosas hemos chocado contra sus intereses desde el primer momento. Esto es un hecho. Soy el primer presidente rural, maestro y campesino. No me querían en el Gobierno nunca y fui elegido por el pueblo en elección popular, mi elección fue democrática. Nunca me lo perdonaron.
-¿Desde cuándo sintió que la derecha peruana quería verlo fuera?
-Se me quiso destruir desde inicios de la segunda vuelta de las elecciones peruanas. Todo el tiempo, todos los días, sufría ataques a mi honor e imagen como candidato. Por ello, yo nunca les quise dar entrevistas a la prensa tradicional. A quienes les daba entrevistas es al periodismo real de las regiones y a la prensa alternativa, quienes sí realizaban preguntas reales con contenido y no solamente para ocupar su tiempo en insultos y bajezas de ese tipo.
Todo el poder económico y político creó la narrativa de un fraude electoral mintiendo al pueblo. Contrataron estudios de abogados que responden a intereses de la derecha para pedir nulidad de los votos de mis hermanos del sur y el pueblo peleó por sus votos, haciendo marchas, vigilias y plantones afuera del Jurado Nacional de Elecciones en mi país.
Logramos todos que se respete el poder popular. Sin embargo, nunca me dejaron gobernar y siempre intentaban destruir mi Gobierno.
Ellos siempre tuvieron miedo que tomásemos el poder porque sabían que podían perder sus privilegios. Se puede tener dinero, a los medios de comunicación, pero no tienen y no tendrán nunca el corazón del pueblo.
-¿Cuál es el papel de la oligarquía extractivista, neoliberal y capitalista?
– Ellos han jugado un papel golpista por temor a que les revisemos sus contratos. Yo estaba a punto de revisar todos los contratos de las empresas mineras extractivistas, neoliberales y capitalistas. Todos ellos han jugado un papel golpista. Hay varios ejemplos.
El presupuesto que antes todos los gobiernos usaban para pagarle a la prensa, en mi gobierno lo usamos para poder destinarlo a educación. Fui firme con ello y lo cumplimos. Por eso la prensa me atacó y lo sigue haciendo.
La prensa tiene grandes deudas a la SUNAT (Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria). No pagan sus intereses y así lo pueden revisar en las plataformas: Panamericana, América TV, Latina TV, ATV y Willax, que es el canal con más delitos por difamación que se tiene en este país. Son un canal “pirata”.
Sobre los cobros, logré cobrarle a los aduaneros, petroleros y marítimos. Sobre la renovación de contratos, tenía que asegurarme que haya parámetros mínimos. Hay muchos contratos que no he podido renegociar porque la Constitución no me lo permite, porque son contratos-ley que los anteriores gobiernos realizaron, como el de Francisco Sagasti, del Partido Morado, que renovó el contrato de Perú Rail cuando los cusqueños no querían renegociar. Perú Rail es de la propiedad de Rafael López Aliaga. Yo y mi gobierno queríamos devolverle el contrato a los cusqueños haciendo una asociación.
En Puno, mi Gobierno y yo queríamos rescatar el Gas de Camisea y el litio de la región. Todo el problema tiene que ver con el litio. El imperialismo quiere el litio y mi Gobierno quería darle el litio al pueblo.
Asimismo, quería renegociar los contratos para que podamos darle oportunidad a las empresas nacionales y no transnacionales. También queríamos destinar más presupuesto de fertilizantes a todas las regiones ganaderas y agrarias, tampoco nos dejaron. Muchos ejemplos.
El 70% del lago Titicaca es de una empresa, así como los aeropuertos, carreteras, peajes. Todo es de empresas transnacionales. Lo han secuestrado y todo lo han sujetado a una Constitución y a decretos-ley que han dado legalidad a ese secuestro de nuestros territorio, de nuestras tierras y de nuestras vías públicas.
Mi Gobierno realizó más de 76 proyectos de ley para reivindicar al país y ninguno fue aprobado por el Congreso. Tal es así que la propuesta de mi Gobierno de instaurar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación no la aprobaron. Se quería impulsar una línea aérea de bandera nacional, la creación y presupuesto de tres aeropuertos y pusieron muchas trabas para ello. Nunca me dejaron gobernar.
-¿Hasta qué punto su posición sobre las concesiones a empresas mineras y petroleras han influido en los acontecimientos? ¿Han jugado algún papel las multinacionales europeas, concretamente españolas en el hostigamiento hacia su mandato?
-Sobre las multinacionales, sobre todo en Europa, se me viene a la mente los cancilleres y embajadores. Es un espacio de vacas sagradas. Las embajadas son un mundo de élite diferente al pueblo. Mi Gobierno quería impulsar el cambio de requisitos para acceder a la diplomacia peruana, pero no lo permitieron. Hay mucho elitismo y poder en este espacio. Son pocos los embajadores que realmente tienen un sentido de protección al pueblo peruano. A ellos mi profundo respeto y admiración. Sin embargo, las embajadas también se han coludido con las transnacionales y en Europa aún más.De las empresas transnacionales que más contaminan son las empresas chinas y también son las que más deben y explotan.
«Dina Boluarte es calculadora»
-¿Quién es, a la luz de los acontecimientos, Dina Boluarte? ¿Cómo fue su relación con ella antes del 7 de diciembre?
-A Dina Boluarte la conocí porque el Perú Libre la propone como vicepresidenta. La conocí de manera virtual. Ella no hizo campaña en la primera vuelta, la conozco presencialmente recién en la segunda vuelta. Todos me decían que no tenía personas que la apoyaban, pero que ella era impositiva y (Vladimir) Cerrón la eligió. Yo no sabía la clase de persona que era, en el transcurso es cuando me di cuenta la maldad de esta mujer.
Ellos me garantizaron que era demócrata, pero era pura apariencia. Después, se le notaron realmente los intereses. Era y es calculadora, ambiciosa. No tenía bases como lo vuelvo a repetir, nadie la conocía, ni en su región la querían porque después me enteré que era una mujer sumamente racista y clasista. Ella se colgó de la lucha. Yo la hice conocida, porque yo sí llegaba a las bases del pueblo. Se aferró a ser ministra del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, nunca quiso soltarlo. Tuvimos muchas peleas por eso. Lloraba para no ser removida del cargo, decía que tenía familia y nos manipulaba con eso. Siempre logró que no la removiéramos.
-¿Cuál es la relación de Boluarte actual con el fujimorismo y la oligarquía peruana? ¿Se han aliado?
-Ella trabaja con el fujimorismo, todos ellos organizaron el complot. Ella tiene el apoyo y lo sé muy bien. Todo estaba preparado con la policía y las fuerzas armadas. Ella, la Fiscalía, la derecha peruana, sobre todo el fujimorismo. Sé ahora que ella tenía acercamiento con la derecha peruana desde antes del 7 de diciembre del 2022. Ella tenía y tiene amistad con la derecha. Se han aliado, conversado y eso fue desde antes, según sé ahora. Ella contrató a personas del fujimorismo en el Ministerio, nunca le dio la oportunidad a quienes son del pueblo y las regiones. Y ahora ha quedado expuesta, ha llamado a toda la derecha más violadora de derechos humanos a un gabinete. La lista es conocida. Ella solo aparentó ser demócrata hasta que ahora ya es evidente su verdadera personalidad: dictadora.
-¿Es el momento de reformar la Constitución fujimorista de 1993?
– Es el momento constituyente. No vamos a buscarlo, la historia nos busca. Cambiar la constitución es el sentir del pueblo, salir del legado fujimorista. Me reafirmo en que necesitamos una Asamblea Popular Constituyente.
-¿Qué opina de la decisión del Congreso de no acelerar las elecciones?
– El Congreso está deslegitimado. Su accionar no está en sincronía con los pueblos. La mayoría sigue los guiones que la prensa dice en medios de comunicación. Por ejemplo, ¿por qué no hacen un pleno en una región? A ver que vayan a Ayacucho, Puno, Apurímac, Ica, Cusco, regiones con asesinados a manos de la policía y las fuerzas armadas. El pueblo les dirían lo que piensan. Que salgan de la burbuja del Congreso y vayan a conocer lo que piensa el pueblo realmente.
-¿Cuál es el papel que cree que el racismo ha tenido en los acontecimientos en el estallido social en el Perú?
-El racismo histórico que ha vivido y sigue viviendo el Perú, así como el clasismo y la desigualdad social y económica es la razón por la que hoy se vive una masacre y múltiples violaciones a derechos en el Perú que, estoy seguro, los abogados con firmeza y valentía llevarán a instancia internacional.
-¿Cómo valora el papel de las mujeres campesinas en las protestas? ¿Cree que el poder de las dirigentas sociales tiene un peso actualmente?
-La participación de las mujeres en este contexto es histórico. Sé que hay muchas mujeres autoconvocándose para poder decir lo que piensan. La lucha de las mujeres es permanente. La mujer es visionaria. La mujer es luchadora, las mujeres del campo, las mujeres de la ciudad que se solidarizan con el pueblo y el campo, todas tienen fortaleza milenaria con identidad de defender a su patria. Son tawantinsuyanas (referencia a la palabra quechua para llamar al imperio inca).
-¿Cuáles son los pasos que, a su juicio, deben tomarse para que cese la violencia política contra los opositores a Boluarte?
-Se debe cambiar la Constitución en el plazo que sea necesario, es el camino que el pueblo necesita y es por eso que hice ese mensaje a la Nación (en referencia a los hechos del 7 de diciembre). Reivindiqué a los pueblos más olvidados, a los pueblos que por 500 años hemos vivido en opresión.
La derecha siempre nos va a perseguir, siempre va a querer eliminarnos. Y es algo que, estando aquí donde estoy, recluido, preso, sin familia pienso y reflexiono más. Con mi familia también perseguida lo interiorizo como presidente y como persona. También es importante decir que la violencia política va a continuar si es que sigue esta dictadura. Dina Boluarte es un juguete de la derecha, es alguien como Keiko Fujimori, que es calculadora, convenida, sin valores, que se vende al mejor postor y ahora se ha vendido a la derecha, a la derecha más rancia y más sucia. Es una mujer que irá presa por violaciones de derechos humanos y sobre todo por delitos de lesa humanidad. Irá presa y la justicia internacional hará lo suyo porque el pueblo así lo pide.
-¿Ha sentido usted el apoyo de los mandatarios latinoamericanos desde el comienzo de este proceso? ¿Cree que sus protestas contra el golpe que usted ha sufrido pueden revertir la situación?
-Los hermanos mandatarios de los diferentes países se han solidarizado con Perú y es importante agradecer a países democráticos como Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, México y Ecuador, así como a los pueblos de Guatemala, Cuba, Italia, Grecia, Francia, Alemania y otros diversos países. Sí creo que la solidaridad internacional puede revertir esta situación.
– ¿Cómo ha sido la reacción de la comunidad internacional, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea ante su caso? Asimismo, ¿cómo ve la participación de dichos organismos ante la violación de derechos humanos sistemática en el Perú?
– Estados Unidos hace fuerza en pared con la Unión Europea para oprimir a nuestros países, los pueblos, las comunidades. Por eso es que me quieren preso y por eso es que el poder incrustado en esos espacios hacen silencio ante la violación sistemática de los derechos humanos en Perú: asesinatos, detenciones, heridos y persecución política a líderes y dirigentes como en mi caso y de tantos otros.
A mí me han llamado terrorista desde la segunda vuelta. Siendo presidente nos han insultado y maltratado, nos decían terroristas en la prensa
-Como expresidente del Perú… ¿Qué salida ve a esta situación actual de estallido social en su país?
-Considero que sigo siendo presidente del Perú, como peruano no reconozco a este Gobierno genocida como representante del Perú. Hablo no solo como presidente, hablo como peruano, este gobierno dictador no nos representa.
-¿Cree que volverá a ser presidente de Perú algún día?
-Me sigo considerando presidente legítimo elegido por voluntad de los peruanos.
-¿Qué opina del uso desmedido de la fuerza de los agentes estatales? ¿Cree que Perú es hoy una dictadura?
-El uso desmedido de la fuerza… eso no es lo que está ocurriendo nada más. Es masacre. Están matando a mis compatriotas. Hermanos con quien recorrí el Perú, Arequipa, Cusco, Ayacucho. Sí, creo que el Perú vive terrorismo de Estado por este gobierno y sí es una dictadura.
-¿Qué opina sobre las detenciones arbitrarias masivas que está ocurriendo en el Perú?
-Las detenciones arbitrarias son una muestra de la dictadura de Dina Boluarte. Ella tiene las manos manchadas de sangre y también de personas presas políticas. Hermanos y hermanas dirigentes, justamente de las regiones más golpeadas, hoy tienen a sus líderes perseguidos o presos, como es el caso de Ayacucho. Este gobierno de facto ha herido a ayacuchanos, ha encarcelado a ayacuchanos y ha asesinado a ayacuchanos. Por eso pido la solidaridad con esta región golpeada.
-¿Cómo valora las acusaciones de terrorismo que promueve el Gobierno de Boluarte?
-El terrorismo es un psicosocial y una mentira que utiliza este Gobierno para callarnos a los opositores. A mí me han llamado terrorista desde la segunda vuelta. Siendo presidente nos han insultado y maltratado, nos decían terroristas en la prensa y ahora me encarcelan por un delito de rebelión que no he cometido.
-¿Cómo explicaría el término “terruqueo”?
-El terruqueo es toda acción que llame terrorista a quien critica al sistema y eso viene de la derecha peruana de grupos de poder: prensa, policía o fiscalía. Empieza con insultos y puede terminar con procesos por terrorismo a personas inocentes como es mi caso y todos los casos de dirigentes. Me ven como un monstruo, eso es lo que la prensa internacional ha construido como relato. Yo soy el presidente elegido por todos los peruanos por votación popular. No soy terrorista y no he cometido el delito de rebelión ni conspiración de los que se me acusa, nunca he tocado un arma en mi vida.
-¿Qué opina de las personas que están siendo encarceladas por pedir una nueva Constitución?
-Yo me encuentro encarcelado en este penal, incomunicado, persiguen a mi familia, a mis abogados, a todos. Estoy aquí por lo que creo, dije a nivel nacional en el mensaje a la Nación que es necesaria una Asamblea Popular Constituyente para tener una Nueva Constitución y no renuncio a este sueño y admiro la valentía de todos mis compatriotas y hermanos encarcelados y asesinados por pedir lo mismo. Son los héroes del país y muestro mi solidaridad con las familias deudas.
-¿Cuál es actualmente su estatus?
-Me encuentro encarcelado por 18 meses de prisión preventiva injustamente por un delito de rebelión que no he cometido. El Ministerio Público y el Poder Judicial del Perú me tienen tras las rejas.Me han abierto muchos procesos que no tienen razón de ser. Todas las carpetas (causas) fiscales y expedientes responden a la aplicación del sistema judicial de manera errónea e ilegal, utilizan el aparato judicial para criminalizar personas que queremos cambiar el Perú y somos consideradas enemigas de los aparatos de poder.Tengo más de 60 carpetas por un mismo hecho que, según la Fiscalía, es corrupción. Todos por un solo hecho, lo cual es ilegal. Me seguirán abriendo carpetas. Sin embargo, yo no estoy encarcelado por eso, yo estoy encarcelado por el proceso penal que la Fiscalía y la Policía Nacional del Perú me han imputado de rebelión y conspiración. Dicen que me he levantado en armas cuando es mentira. Yo nunca he tocado un arma y jamás lo haré. No he cometido ningún delito.Esto ocurre en otros tantos países, con colegas exmandatarios, como Cristina Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Rafael Correa en Ecuador y más.
-¿En qué basa su defensa?
-Desde el inicio, he sufrido la violación de mis derechos a un debido proceso. Mis abogadas y abogados se encuentran peleando por mi libertad y por un juicio justo. Quiero agradecer a mi equipo legal, que se ha consolidado poco a poco, abogados y abogadas nacionales e internacionales con prestigio: el equipo legal principal se encuentra conformado por la Red Nacional de Derechos Humanos a cargo del abogado venezonano Asdrubal Gonzales. También me asisten el abogado peruano Wilfredo Robles y recientemente los abogados penalistas y de derechos humanos Indira Rodríguez, Eugenio Zaffaroni y Guido Croxatto. Todos ellos especialistas comprometidos con los derechos humanos, con experiencia en la defensa de casos penales que tengan vulneración de derechos. Han defendido casos complejos y por eso es que los he convocado y elegido. Tienen mucho profesionalismo y también firmeza en que lo que está ocurriendo en el Perú es más grave de lo que se conoce. En el Perú ya no existe Estado de Derecho. Todos mis derechos fueron violados.
También me acompañan los abogados Nicolás Bustamante, Eduardo Pachas, Sifuentes y Walter Ayala en la defensa de las carpetas fiscales sobre las falsas acusaciones de corrupción. Agradezco que hayan presentado habeas corpus en defensa de mi libertad, la tutela de derechos y también nulidad sobre mi vacancia (destitución). Cada uno de ellos, desde las áreas constitucional y penal, están a cargo de mi defensa y libertad. Todos mis abogados en coordinación para la defensa de mis derechos.Mucho se ha dicho de manera tendenciosa sobre mis abogados, sobre la cantidad de abogados que hay, sobre que son muchos. Es verdad, resulta evidente que, al tener tantas violaciones de mis derechos, necesito un equipo jurídico valiente para mi defensa y mi libertad. Ellos están sufriendo persecución y difamación, están siendo acosados por la prensa tradicional que responde a la derecha peruana.
El juez César San Martín fue el juez que encarceló a Alberto Fujimori, el más grande dictador de los últimos años, culpable de crímenes de lesa humanidad. Fue admirado por ello. Hoy, este juez pierde toda credibilidad e independencia ya que me está juzgando como un criminal y no está a la altura del juez justo que debiera ser. Soy el presidente del Perú y se me está encarcelando por un delito de rebelión que no he cometido.