Nuevamente el pueblo argentino salió a las calles por Memoria, Verdad y Justicia. A 46 años del genocida golpe de estado cívico-militar-empresarial que dejó una generación diezmada con 30.000 desaparecidos para instalar una economía de corte neoliberal y una política acorde al proyecto colonizador de los EE.UU.

CAPAC – por Alberto Mas

Una marea humana salió a las calles de todo el país este 24 de marzo, las militancias de las distintas organizaciones sociales, de derechos humanos, políticas, estudiantiles y obreras, pero también los jóvenes y las familias, los que vivieron la década del 70 y, mayoritariamente, los nacidos en democracia, esa juventud que grita con fuerza tremenda “Nunca Más”, acompañando a Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y a Hijos.

Pasaron dos años de pandemia, donde parecía que la política se manejaba desde las redes sociales o las tapas de los diarios hegemónicos o la pobreza intelectual de la TV, pero nuevamente en todas las plazas, en todas las provincias, se demostró que las calles son del pueblo que defiende sus derechos, que reclama con más fuerza que nunca la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Un reclamo que se transformó en los discursos en una exigencia para el actual gobierno también, no solo se denunció a la derecha macrista y al FMI, sino que se reclamó a la presidencia que cumpla con los objetivos por los cuales fue votado. Este pueblo se afirma en la realización de los derechos humanos, para construir un mundo mejor, ese mundo libre y solidario por el que lucharon los 30.000, no solo por una cuestión histórica.

La hermandad de Cuba y Argentina este 24 de marzo

El Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba participó de la inmensa movilización por el Día de la Memoria en todo el país, la historia une a la Argentina con Cuba, desde José Martí cónsul argentino en Nueva York pasando por el Che, Jorge Masetti, Rodolfo Walsh, Rogelio García Lupo y tantos argentinos y argentinas que han colaborado y apoyado a la Revolución Cubana, pero también nos unen nuestros desaparecidos.

El 9 de agosto de 1976, cuando salían de la embajada de Cuba en el porteño barrio de Belgrano, Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, dos jóvenes funcionarios cubanos de la delegación diplomática, son secuestrados, llevados al centro clandestino de detención, tortura y exterminio Automotores Orletti.

Allí son interrogados por el agente de la CIA Michael Townley y el terrorista cubano-americano Guillermo Novo Sampol, que habían viajado desde Miami dos días después del secuestro. Ambos agentes participaron también en el asesinato de Orlando Letelier, ex ministro del presidente chileno Salvador Allende y del general Carlos Prat, en acciones desarrolladas en el marco del Plan Cóndor. En Estados Unidos fueron premiados con el programa de “testigos protegidos”

Los ataques de la dictadura contra la Embajada de Cuba en Buenos Aires se habían iniciado ya el mismo 24 de marzo de 1976 cuando es secuestrada la argentina María del Carmen Isaguirre, maestra de la escuela José de San Martín, anexa a la Embajada, y su esposo Carlos Abraham, liberados al poco tiempo, pero el 3 de agosto, otra empleada de la escuela es secuestrada, María Rosa Clementi de Cancere, su cuerpo apareció en el canal San Fernando junto al de los jóvenes funcionarios cubanos en uno de los tres tambores rellenos de cemento que se rescataron en los años 2012 y 2013.

Nueve empleados, trabajadores argentinos y argentinas en las áreas de la escuela, los servicios y comercial de la Embajada de Cuba, son secuestrados junto a familiares, en total 18 personas. Doce están desaparecidas y solo de una su cuerpo recuperado.

Hoy la solidaridad con Cuba marchó llevando pancartas con las fotos de Jesús y Crescencio, unidos en la consigna de

“¡¡30.000 compañeros detenidos desaparecidos!!  ¡¡Presentes!! ¡¡Ahora!! ¡¡Y Siempre!!”