La oposición a pagar las estafas del FMI y los usureros va camino a la unanimidad en el pueblo argentino. El gobierno debe respetar ese mandato.

CAPAC – por Leonardo Del Grosso

«Nosotros no estamos contra el desarrollo de ningún proceso democrático; al contrario, nos preocupa que esta crisis económica, si no tiene una solución correcta, puede hacer imposible la supervivencia de esos procesos democráticos».

Fidel Castro, 1985

Estamos a unos pocos días de que se cumpla un nuevo aniversario de las puebladas del 19 y 20 de diciembre de 2001, que llevaron a la caída del gobierno de De la Rúa, hombre que Fidel Castro definiera crudamente, cuando ambos eran presidentes de sus respectivos países, como “lamebotas”, y sobre el que el revolucionario cubano profetizara que faltaba que cayera un pluma para que ese gobierno se desplomara, tan dadas estaban las condiciones para su desmoronamiento.

El 10 de diciembre, en el acto en Plaza de Mayo organizado por el gobierno para el “Día de la democracia y los derechos humanos”, Cristina Kirchner recordó que respecto tanto al presidente Alfonsín como al presidente De la Rúa el Fondo Monetario Internacional “les soltó la mano”.

En aquellas ocasiones, el FMI echó la leña al fuego para desestabilizar la economía y ambos mandatarios fueron echados por el calor de la desesperada lucha popular en las calles.

En el 2001 el incendio popular fue más extendido que en 1989. Además, existían las asambleas populares y las formas de lucha fueron más diversas y enérgicas que cuando Alfonsín tuvo que irse anticipadamente del gobierno. El Argentinazo que condujo a De la Rúa a subirse al helicóptero en el techo de la Casa Rosada y a abandonar su presidencia tuvo cortes de rutas, cacerolazos, enfrentamientos masivos con la Policía en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, saqueos, puebladas en el interior… “Que se vayan todos” era la consigna que unía al pueblo argentino contra las autoridades políticas de una institucionalidad que sólo servía para enriquecer a los poderosos, obedecer a los banqueros y mentir y postergar al pueblo.

«¿Acaso las deudas o los compromisos que hagan los opresores de los pueblos, tienen que ser pagados por los oprimidos? ¿Dónde está el fundamento filosófico moral de esa concepción o de esa idea?»

Fidel Castro

Hoy el gobierno nacional tiene que tomar la decisión de si recorre el “camino De la Rúa”, de sumisión al FMI, o sea, el camino de la neocolonia, y coquetear peligrosamente con rodar la película de los fallidos presidentes radicales, o si toma el camino de la independencia haciéndose fuerte contra los afuera, defendiendo a los de adentro.

Además de la Historia, que nos muestra de manera tan elocuente sus lecciones, está lo que viene ocurriendo en estos días, donde el pueblo, de manera masiva y muy civilizada, viene expresando su claro veredicto contra el FMI, contra seguir pagando y contra el pacto con el Fondo. Desconocer esa voluntad sería una provocación política, además de lo que significa el ajuste en términos de penuria económica para el pueblo, ajuste para pagar algo que ya todos, unánimente, en esta Patria bendita, estamos de acuerdo que es una estafa.

Desde hace dos años la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, con la Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel al frente, viene insistiendo tenazmente, con movilizaciones, actos, transmisiones por internet, juicios populares, sin parar de agitar ni siquiera durante la pandemia, en dejar de pagar e investigar la estafa de la “deuda”, la que, durante el gobierno de Macri, fue elevada a cumbres de delirio.

Desde el gobierno, el presidente se ha manifestado claramente respecto de que es un fraude el sideral endeudamiento realizado por Macri y sus cipayos y además hay denuncias penales de instituciones del propio Estado nacional al respecto.

El 27 de octubre pasado, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, encabezada por Hebe de Bonafini, convocó a la Plaza de Mayo contra el FMI. “No al pago de la Deuda Externa – Nosotros no debemos nada”, fue la consigna. La Plaza de Mayo se llenó, superando las mejores expectativas.

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Más tarde, el 7 de diciembre, el Frente Milagro Sala, con una importante columna, cortó el Puente Pueyrredón con una consigna principal: “No al FMI” (las otras dos consigna fueron “Libertad a Milagro Sala” y “Navidad sin presos políticos”).

El 11 de diciembre, un día después de que la Plaza de Mayo se llenara en un acto oficial donde también se aludió peyorativamente al FMI, esa histórica Plaza volvió a llenarse, esta vez con un claro y contundente mensaje desde todas las organizaciones y todos los participantes: “No al pacto con el FMI y el pago de la deuda”. También hubo movilizaciones en numerosas ciudades del interior.

Nora Cortiñas sintetizó claramente el sentimiento y el pensamiento del pueblo: “las estafas no se pagan; las estafas se repudian”.

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A pesar de todas estas claras y multitudinarias manifestaciones populares, a pesar de que el voluntad popular es clara, parece ser que el gobierno insiste en el camino equivocado. El 22 de diciembre “vence” un nuevo plazo para entregar 1.900 millones de dólares a los estafadores. Hasta el momento, contra sus propios discursos emotivos, el gobierno viene pagando obedientemente. No se trata sólo de no pactar, se trata de suspender los pagos y de no pagar…Y viceversa. Y de investigar y castigar a los delincuentes. Memoria, Verdad y Justicia… Derechos Humanos…

«Me recuerda lo que dijo el compañero de Haití, que los esclavos tuvieron que indemnizar a los esclavizadores por su libertad. Los trajeron de Africa, los separaron de las familias, los trataron de la peor forma que se puede tratar a un ser humano, los explotaron, los mataron de mil formas diferentes y después estuvieron como 100 años pagando a los colonizadores indemnización por su libertad. Pues yo creo que nosotros debemos conquistar nuestra libertad y no indemnizar a ninguno de nuestros opresores»

Fidel Castro

En los próximos días las calles volverán a llenarse de pueblo en la conmemoración de los veinte años del Argentinazo de diciembre de 2001 y en homenaje a todos los que cayeron luchando en esas jornadas.

Los próximos 19 y 20 de diciembre los argentinos recordaremos contentos el escarmiento popular a los que se burlaron de nosotros, y terminaron huyendo por los techos, como el cínico y asesino De la Rúa.

Los próximos 19 y 20 de diciembre los argentinos conmemoraremos el ejercicio de nuestra fuerza, de la fuerza popular, que hizo recular a los farsantes.

Los próximos 19 y 20 de diciembre los argentinos celebraremos los hechos de resistencia que terminaron conminando a Adolfo Rodríguez Saá, el 23 de diciembre de 2001, a decretar con entusiasmo el default de la deuda.

El pueblo o el FMI. Alberto Fernández tiene la gran oportunidad histórica de cambiar el rumbo, y de dar un gran shock económico nacionalista. El pueblo está. Falta la decisión del presidente.

«A los gobiernos democráticos se les hace muy difícil aplicar indefinidamente las medidas que impone el Fondo Monetario, cada vez peores medidas. Significaría una crisis política en los países intentarlo, si Pinochet a base de matar no puede ya, ¿cómo podría lograrlo un gobierno democrático sin destruirse a sí mismo?»

Fidel Castro, 1985

Caso contrario seguirá siendo trágico para el pueblo (porque hoy mismo el hambre y la miseria duelen), pero también será trágico para los que hoy conducen la Argentina. “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”, dijo alguien bastante conocido.

El 20 aniversario de 19 y 20 de noviembre de 2001 llama a la sensatez… Es el FMI o es el Pueblo. La locura o la cordura. No hay tercera posición.

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