6 de junio – La seguridad de la Patria y el orden al amparo del Ministerio del Interior
La historia del Minint es la de la defensa heroica, vale decir, legendaria, en la que han tomado parte sus integrantes durante más de seis décadas.
CAPAC – por Pedro Rioseco – tomado de Granma
Los compañeros del Ministerio del Interior libran día a día, hora por hora, minuto a minuto, una lucha incesante. Así los elogiaba el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en uno de sus aniversarios, y el reconocimiento honroso a ese heroísmo cotidiano sigue vigente hoy.
El Ministerio del Interior (Minint) fue creado mediante la Ley No. 940, el 6 de junio de 1961, y es el organismo encargado de dirigir, ejecutar y controlar la aplicación de la política del Estado y del Gobierno en defensa de la seguridad del Estado y el orden interior del país.
En su creación, sustituyó al hasta entonces Ministerio de Gobernación, pero sus funciones fueron mucho más amplias, con un rol primordial en la lucha incesante contra un enemigo que no da tregua, tanto en el campo de las acciones subversivas como en la actividad ideológica: el imperialismo y la contrarrevolución. Sus antecedentes, desde la propia guerra de liberación en la Sierra Maestra, fueron el Servicio de Inteligencia Rebelde (SIR), el Departamento de Inteligencia del Ejército Rebelde (DIER), y la Policía Rebelde.
La historia del Minint es la de la defensa heroica, vale decir, legendaria, en la que han tomado parte sus integrantes durante más de seis décadas, frente a los actos hostiles de 13 presidentes estadounidenses y casi dos decenas de directores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) yanqui, que han sido servil y traidoramente auxiliados por la contrarrevolución interna y la externa, asentada en la ciudad de Miami, estado de la Florida.
Imposible sería dejar de homenajear en este aniversario a los héroes sin nombre que, infiltrados en las filas del enemigo, consagraron sus vidas a la defensa de la Revolución Cubana sin que, en muchos casos, aún no se les pueda rendir el merecido homenaje, para no afectar la continuidad de su silenciosa misión.
Aun cuando la batalla por preservar la seguridad del Estado ocupó fundamentalmente a los combatientes del Minint en los primeros años de la Revolución, no son menos importantes sus otras tareas, como las de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI), la Dirección de Tránsito, la Dirección de Tropas Guardafronteras (TGF), el Cuerpo de Bomberos de Cuba, la Dirección de Seguridad Personal, la Dirección de Investigación Criminal y Operaciones (DICO), la Dirección de Establecimientos Penitenciarios, la Dirección de Atención a Menores y la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería, entre otras.
Por eso decía Fidel, en 1971, que las actividades del Minint son muy amplias y se caracterizan por ser una lucha incesante del pasado, del presente y del futuro.
«El imperialismo existe, el imperialismo es fuerte todavía, el imperialismo alienta la lucha contrarrevolucionaria, alienta a los antiguos explotadores, trata de sembrar y de divulgar y de mantener el imperio de las ideas que durante mucho tiempo sirvieron de base ideológica a esa clase explotadora, y por lo tanto será una lucha muy larga», precisaba entonces el Jefe de la Revolución Cubana.
«El imperialismo existe, el imperialismo es fuerte todavía, el imperialismo alienta la lucha contrarrevolucionaria, alienta a los antiguos explotadores, trata de sembrar y de divulgar y de mantener el imperio de las ideas que durante mucho tiempo sirvieron de base ideológica a esa clase explotadora, y por lo tanto será una lucha muy larga»
Fidel Castro
También muy larga sería la lista de atentados terroristas, sabotajes, infiltraciones, intentos de asesinar a los dirigentes de la Revolución, incluyendo 634 planes de magnicidio contra Fidel; la guerra bacteriológica, unido a la invasión mercenaria por Playa Girón en abril de 1961, la lucha contra las bandas que llegaron a tener más de mil alzados en las montañas del centro y del oriente del país.
Sigue siendo brutal el ataque, que tiene como colofón un genocida bloqueo económico, comercial y financiero contra un país pequeño como Cuba, y que supera ya las seis décadas, pese al rechazo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional representada en Naciones Unidas.
En los momentos actuales, luego de dos años de victorioso enfrentamiento a la pandemia de la covid-19, gracias al esfuerzo y la sabiduría de nuestros científicos, médicos, enfermeros, técnicos y de todo el personal de apoyo, cobran actualidad en este aniversario del Ministerio del Interior, las palabras de Fidel en 1971, cuando dijo que «en los años venideros, junto con la lucha frente a la contrarrevolución, debe ocupar un lugar fundamental, un lugar igualmente importante, un lugar igualmente decisivo, la lucha frente al delito común, la lucha frente a las actividades antisociales».
«En los años venideros, junto con la lucha frente a la contrarrevolución, debe ocupar un lugar fundamental, un lugar igualmente importante, un lugar igualmente decisivo, la lucha frente al delito común, la lucha frente a las actividades antisociales»
Fidel Castro
Y recalcó el Comandante en Jefe que «hay un principio revolucionario fundamental: que la lucha contra el delito en nuestra sociedad no es, ni mucho menos, función o tarea exclusiva de los funcionarios de orden público. ¡La lucha contra el delito es, en primer lugar, una tarea de todo el pueblo, una batalla de todo el pueblo!».
A esa lucha por la eficiencia, por el ahorro, contra el delito, la corrupción, las ilegalidades, y por erradicar las deficiencias que frenan los esfuerzos de nuestro desarrollo, nos convocan cada día el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República.
En esa batalla está también al frente el Ministerio del Interior, junto a la Contraloría General de la República, la Fiscalía General, los Tribunales Populares y toda la sociedad organizada, tanto en las diferentes estructuras del Gobierno como en las organizaciones de masas y sociales, para superar los actuales desafíos y avanzar mucho más, en defensa siempre de las conquistas revolucionarias del pueblo.